Una última carta

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El día que me entierren, quiero que sea con un vestido blanco, por qué me sentía cómoda con un vestido, me gustaba como se me veía el blanco.

Quiero que me entierren con una peluca, por qué odio mi cabello. Me veía horrible jaja.

Ese día también quiero que suene mi canción favorita, para no sentir tanto silencio en la sala, quiero que esté más ameno el ambiente, quiero que me recuerden feliz, por eso mi canción favorita.

El día que me entierren quiero que respeten a todos los presentes, sin importar si me hicieron un daño enorme o incluso si les hice el peor de los daños.

Ese día quiero que me entierren con mi peluche favorito, para no sentirnos tan solos, porque es el favorito de mi niño interior, porque es el objeto más preciado que tengo.

Cuando me despidan no me lleven rosas, son las flores que odio. Lleven liliths, Acapulcos, quiero que me despidan con mis flores favoritas.

Por favor, si me entierran pronto, no sé lamenten mi partida, celebren que deje de sufrir, respeten mi decisión y sobre todo no se culpen, no carguen la misma culpa que yo cargue un tiempo.

Les estaré cuidando, tal vez desde otro plano, desde otro punto de vista, desde una reencarnación o tal vez desde el cielo, el universo.

Recuerden mis risas escandalosas, recuerden mis torpes acciones de vez en cuando, recuerden que aunque tenía errores siempre trate de arreglarlo lo mejor posible, recuerdenme con alegría, recuerden mi voz melodiosa al cantar y recuerden más que nada, que trate hasta en el último momento seguir de pie, aunque mis gritos de auxilio fueran escritos o mediante palabras a través de la pantalla, lo intente.

Gracias por darme tanto amor y cariño, me lo llevaré en mi mochila de emergencia jaja, uno nunca sabe en el más allá que necesitara.

Cuando me entierren, abracen mucho a mi hermano, díganle que será el mejor astronauta que mis ojos verán. Díganle a ese pequeño mounstro que es un campeón y que estamos muy orgullosos de él.

Ese día quiero que me entierren, no quiero ser cremada, quiero que me entierren y visiten cada día que se sientan tristes, decaídos o con rabia y coraje. Platiquenme que les sucede y les escucharé atentamente, cómo siempre suelo hacer.

Lamento jamás expresar mis sentimientos, y también lamento jamás haber mostrado mi lado núcleo, lamento no haber Sido yo por falta de seguridad, amor propio y protección.

Ese día, quiero que sostengan a mis padres fuerte, a mis hermanos, quiero que les expresen su apoyo. Y que les digan que estaré bien.

Y a esa persona que me logro conocer, díganle que me regaló la caminata nocturna más bella y perfecta para nosotros. Que agradecemos su atención hacia todos y su cariño. Lamentamos no estar para él más, pero que le estaremos cuidando también.

Finalmente, cuando me entierren, quiero que me despidan con mucho amor, por qué me asusta sentirlo y recibirlo.

Quiero que ese día estén todos felices por mi paz mental.

Los amo.

El Valor De Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora