El Valor De Un Sentimiento

Lo que nos hace tan opuestos

Somos opuestos, y lo digo por tu signo de agua que complementa con carisma y serenidad mi alma de fuego, mi signo rebelde, terco.

Somos opuestos y no lo niego, tu eres muy realista y crudo ante la vista del mundo y yo tan soñadora que fabricó enormes fantasías sin bajar de esa colina llamada “te imaginas que...”.

Somos tan opuestos que aunque ambos amemos la lluvia, tú prefieres mojarte el rostro con ella, recorriendo tus mejillas sonrientes bailando y dando vueltas mientras que yo me prefiero quedar en casa abrigada con chocolate caliente, café y palomitas, disfrutando nuestras series de TV.

Somos opuestos por el simple hecho de lo difícil que me cuesta expresar mis sentimientos, emociones, anhelos, sueños; y tú expresar sencillamente cuando estás molesto, irritante, perverso.

Somos opuestos por pensar que el amor destruye, pero pensar por mi parte que destruye las emociones, y de tu parte, que destruye la razón.

Somos opuestos, y así como somos opuestos también somos similares.

Tan similares que escuchamos las mismas bandas de rock, similares como gotas de agua en entender lo que significa un beso en la frente, similares por encontrarnos cuando ni siquiera nos estábamos buscando.

Somos similares en tanto y opuestos en bastante que nuestras almas si bailaran danzantes el sentimiento que tenemos inexplicable de nuestros pensamientos, seríamos dos enamorados que tienen miedo y aún así con la valentía se arriesgan a lo desconocido de un romance.

Un romance opuesto en su mayoria, un romance similar en cierto aspectos, un romance del cual no importa que les dirán, si no que harán para mejorar y reparar el pequeño problema que como astilla les apaga por momentos.

Eres tan opuesto a mí que me atraes en el misterio. Tan opuesto que me condena a amarrarme en tus cálidos brazos, tan opuesto que me ciega de lo malo de este mundo.

Kenya, Who AmCe