El Valor De Un Sentimiento

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Es conmovedor escuchar tu risa, imaginarte a mi lado sonriendo y bailando cada que escuchas música sonar a lo lejos.
Cada caricia tuya y besos que repartes en mis mejillas y frente se vuelven fotografías mentales que en el baúl de mis recuerdos se mantienen enmarcadas.
Todo ese afecto tuyo es lo que me tiene loco.

¿Por qué no puedo?

Quiero entenderme pero, no puedo.
Y me siento tan astuto para resolverlo que no pienso pedir ayuda.
Mis sentidos están erizando mi piel cuando te acercas y es como una emoción inexplicable, cómo si fueses a doler toda la vida si te dejo ir.

Probablemente y me arrepentiré si llegase a suceder.
Por mucho que lea sobre el tema, aún me confunde.
¿Cómo descifrarte mis pensamientos?

Deseo estar entre tus piernas, arrebatando cada suspiro y jadeo de placer. Deseo sostener tus mejillas suavemente mientras te hago observarme a los ojos directamente.
Quiero tus sonrojos en mis pupilas impresos y tus alegrías en mi corazón tatuadas.
Quiero sellar esas tristezas que te cargas para jamás verte llorar por un pasado que te ha tratado tan mal.
Necesito cambiar tus malos ratos y molestias por burlas de la vida cotidiana, tal vez así tú mundo no sería tan sombrío y lo verías con arcoíris, aunque estos sean pintados por mí con esfuerzo.

No te entiendo y tal vez jamás logré hacerlo completamente, pero quiero hacerlo, quiero esforzarme aún más para tenerte bien conmigo, para sostenerte en mis cálidas manos tus fríos del alma, aquellos que congelan tu panorama y lo hacen un ciclo sin freno.
Quiero ser tu cordura en tus momentos de locura, y a su vez, quiero ser tu locura en este mundo cuerdo.

Lamento no poder darte ahora lo que deseas, pero recuerda que los deseos son eso, solo deseos. Aunque me prometas una meta y realidad. También tengo duda de ello, tengo miedo tal vez o quizá solo es pasajero lo que siento, y si es eso. En serio lo lamento.

Creo que por ello te gusta invernar siempre, prefieres evitar el exterior durmiendo, tus sueños aunque sean trágicos te mantienen despejada de eso que te agota.

Quisiera hacerte ver las cosas a mi manera.

Y ahora que te fuiste, solo me queda disculparme y arrepentirme, por no decirte ni una sola vez, lo mucho que te ame.