Bloqueos en rayos de sol

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¿Cuántas veces tendre que pasar por lo mismo?

Llega un momento en el día en el que me pierdo vagamente, en el cual lo bloqueo todo para sentirme tan neutral, cómo si hiciera todo mi cuerpo automáticamente, perdiendo la emoción tan mal.

Miro la gente pasar, ir y venir. Las calles transitadas, una ligera sonrisa peleando por existir, mi mente divagando esas pequeñas escapadas, lo que me mantiene despierta y consiente, son los golpes en mi mente, repetitivamente me hacen querer escuchar los latentes, aquellos perdidos de mi corazón.

La brisa del viento ligero me roza los pómulos, me paraliza el cerrar mis ojos, ¿Y si ocurre una pesadilla nuevamente?, ¿Y si mis infiernos me consumen hasta agotar mis respiros?

Vagando en un transporte a velocidad caracol, imaginando mil escenarios de lo que me gustaría, aquellos rayos luminosos del opacante sol, me pierden la mirada mostrando los placeres de vida para que sonría.

Cómo aquél suéter tejido favorito o aquella canción de melodía suave como los violines. Es ese sentimiento de desconocimiento, esa pequeña sensación de preguntarnos en los pequeños confines, ¿Por qué?

Nadie entiende lo que busco, y eso perjudica como terremoto, sacudiendo entre los escombros de mis dudas aquello que juraba mi mente conocer sin miedo.

Ese sentimiento de existencialismo dónde mis pensamientos no se vuelven uno mismo y se revolotean por la verdad de mis ojos que encapsulan una realidad que deseo, pero no una realidad que sucede en el preciso momento.

Por otra pequeña parte, miro la mariposa ir a las flores, agitando sus alas en esta brisa matutina, las hojas de los árboles moverse cautelosas hacia el suelo cuando caen, el sonido de la ciudad en movimiento.

Respiro hondo hasta llegar a tope para soltarlo todo en un solo respiro. Para sacar con ello cada tristeza, cada enojo y cada alegría, simplemente esperando pacíficamente una tranquilidad en mi mente. Aunque escuché estática constantemente, aunque mi mente divague ciegamente y aún enamorada perdidamente. Siempre siempre vuelvo a ese punto.

Me fascina y atemoriza sentirlo, me hace sentir viva, pero a la vez no siento estarlo, es estar avanzando sin tener la noción de hacerlo.

Bobamente me preguntó ¿Qué placeres tan pequeños son esos que causan reflexiones en nosotros?, Mirar la luz del día golpeando el rostro de la persona que amo, señalando sus facciones en pleno descanso. Igual que olfatear una mañana y caminar por jardines secretos. Incluso el pequeño placer de desayunar en un lugar armonioso con un café.

Esos placeres dónde estás siendo tú, dónde sueñas despierto y sabes que es un sueño pero la realidad alcanza eso. Haciéndonos sentir aliviados y relajados.

Me encanta esa sensación, tan indescriptible aunque quisiera hacerlo, mis palabras son cortas pero el sentimiento es puro y sin tanto contexto, hermoso.

¿Acaso sabes de lo que estoy hablando?

Tal vez no, pero si un día llega ese momento en tu vida, me gustaría saber, ¿Qué piensas tú al respecto de esa paz y serenidad extraña que surge ante esas acciones?

Kenya, Who AmCe

El Valor De Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora