Capítulo 19

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— ¿Todo esto, lo planeaste tu sola?— le preguntó abrazándola del cuello.
— Tuve a alguien que me ayudó— colocó sus manos en las caderas de la castaña
— ¿Se puede saber quién? — levantó una ceja mientras le regalaba una encantadora sonrisa.
— Un amigo — beso su mejilla — él se ofreció — beso su nariz— y yo acepté gustosa — beso su frente — estoy agradecida por su gesto — besó sus labios.

Jennie sonrió y acarició su cabello.

— No lo puedo creer— comentó la coreana — es tan...
— ¿Bueno?— interrumpió Lisa
— Mágico.
— Lo es ¿Y sabes qué es lo mejor?
— No ¿Qué?— preguntó curiosa.
— Que todo cuento mágico tiene una princesa, una princesa preciosa y alguien que es afortunado por su amor — ella río bajo— ¿De que te ríes?— preguntó risueña.
— Que toda princesa tiene a su príncipe azul, la mía es de mirada avellana y eso me encanta— sonrió.

Se miraron fijamente, la luna las cubría con su luz perfectamente.

— Te amo, no me canso de decirlo— comentó la tailandesa acariciando su mejilla.
— y yo no me canso de oírlo — sonrió cerrando los ojos al contacto de su ahora prometida, Jennie borró su sonrisa y cambio su mirada de amor por una de preocupación total.

—¿Que pasa?— preguntó preocupada
— Mi padre, el no lo permitiría — Jennie la miró asustada.
— Tranquila
— No puedo estar tranquila, el haría hasta lo imposible para que no nos casemos — agachó la mirada.
— Jennie, mírame — la tomó del mentón — Tú padre no puede evitar todo esto que sentimos, tampoco podrá evitar que una mi alma a la mujer que adoro, no me importa con quién tenga que luchar para cuidarte, para que nadie te dañe, te amo Jennie y lucharé contra quien sea que se quiera oponer.

La tomó y la cubrió con sus brazos.

La noche transcurrió sin más. Y así como en un cuento mágico debía despedirse a las doce de la noche, no sin antes despedirse de la manera más sincera que conocían.

...........

El compromiso aún no era oficial para los demás, pero para ellas era un sagrado juramento de esperarse, respetarse y siempre amarse para siempre, la joven Kim encontraba en el centro comercial con uno de los trabajadores de la hacienda, Seokjin le permitió ir a comprar sus cosas con la condición de ser llevada por otro y no por Lisa y aun que Jennie había aceptado la condición de su padre, al trabajador lo hizo esperar en el auto.

Caminaba por la plaza, contemplando varias parejas que caminaban de la mano, otras abrazadas o besándose, ella sólo pudo suspirar pesadamente.

Mientras seguía su camino encontró un precioso vestido blanco, tenía un escote en la espalda y poco en frente, aún lado tenía un diseño de diamante hecho con piedras preciosas. Tenía una cola no muy larga, un velo y guantes del color de las piedras, llegamos un poco más arriba del codo. Entro a la tienda y preguntó por él.

— Disculpa — llamó a la chica al entrar al local — ¿Tú eres la encargada?
— Si — atendió ¿En que la puedo ayudar?
— Quiero ver ese modelo, el del aparador
— Claro, venga conmigo por favor

Llegaron al apartador, la joven le comento sobre el vestido y sin dudarlo lo quería.

— Tiene un precio de $9,158 dllrs
— Si no hay problema — dijo sacando la tarjeta de crédito que su padre le había dado.
— Si mire, este vestido está sólo en mostrador, le tengo que mandar a pedir.
—  entonces está bien, ¿En cuanto tiempo tardará en llegar?, ¿Uno, dos días?— preguntó ansiosa
— si bueno, es que la debo pedir a Londres — La joven Kim abrió los ojos — Yo le diré cuando — hablo rápido
— Entonces está bien— sonrió

Vestido blanco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora