Capítulo 5

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Narra Jennie.

El día de ayer fue algo extraño. Hoy el día era hermoso, en la mañana me despertaron unos gritos, pero quizá sólo fue mi imaginación.

— Buenos días amor — bese a Kai.
— Hola Jen — sonrió y me siguió el beso.
— Sigo aquí, eh — nos separamos después de oír a mi hermanita quejándose por nuestros besos.

Ella, ¿Cómo amaneciste?- pregunté a mi hermana que se levantaba de su cama.
— Pues me torcí el cuello, me duele la espalda y — fue interrumpida por mi prometido.
— Ya no seas llorona — río Blitz haciendo la enojar.
— Cállate bobo, Jennie voy a desayunar algo — salió de la habitación dejándonos solos.

— ¿Qué quieres desayunar? — pregunté. 
— mmm... A ti - sonrió para besarme.

El beso se tornaba algo excitante. Me encantaba estar a sí con Kai. Sus manos pasaron de mis caderas a mis piernas y su última parada fueron a mis muslos. Yo enrollé mis brazos en su cuello.

— Quiero hacerte el amor, aquí y ahora- dijo sin dejar se besarme.

Empecé a sentir como la bata que use para dormir, se deslizaba por mis hombros.

Tocaron la puerta, provocó que nos separarnos.

— Será en otra ocasión, tigre — sonreí — diga — hable a la persona detrás de la puerta.
— Señorita, ya está el desayuno — habló un personal del servicio.
— Enseguida bajamos.
— ¿En serio tenemos que bajar? Yo quería divertirme aquí — sonrió pícaro. 
— si, debemos bajar.

Después de vestirme, y de las súplicas de Kai, bajamos.

En el gran comedor, estaban algunos trabajadores de mi padre. Me saludaron y yo les respondí.

— Es una hermosa mañana, ¿no? —  Pregunte a la hermanita de Lalisa y a Ella.
— Si, es hermosa — contestó la pequeña.
— Minnie me va a enseñar el campo, donde está el lago dice que es hermoso.
— si lo es- respondí asintiendo - sólo tengan cuidado.
— si hermana.

Volvieron a platicar muy animadamente.

— Oye amor, este es un lugar hermoso, ¿Qué tal si invitas a tus amigas?
— No se amor, que tal si están muy ocupadas.
— Tienes razón - besó con ternura mi frente, sólo sonreí ante su contacto.

Desayunamos tranquilamente, después de eso, tendría que ir a ver las finanzas del lugar, empezar a administrar la economía de la hacienda Kim, al parecer esta en baja economía pues el funeral y el entierro fue algo en que se gastó mucho dinero.

— Buenos días niña Jennie
— Buenos días nana- saludé a nana, con un beso y abrazo - ¿Sabe dónde está Lalisa?
— Mmm... No, no la he visto, seguro esta en el campo, aún que puede que este ayudando a Mina en los pays de manzana, bueno, puede que este en cualquier parte de Apple Acres- dijo confundida

Vaya si que era difícil encontrarla.

— Bueno, gracias nana, nos vemos al rato.

Salí de la hacienda en busca de Lalisa.

— ¡Jennie! — volteé hacia Kai que me hablaba. 
— ¿Qué ocurre?
- Voy contigo, no puedo dejar que vayas con esa vaquerucha sola.
— Aww mi amor, estas celoso.
— ¿Qué?- pregunto confundido.
— Ven vamos pues, que tengo muchas cosas que hacer.

Era adorable que Kai estuviera celoso, siempre es muy seguro de si mismo.

Pasaron al rededor de media hora. Empezaba a hacer calor, comenzaba a sudar iuuh, que asco. ¿Podía ser peor?

Vestido blanco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora