Capítulo 26

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Jennie se despidió de Rosie y quedaron para verse después, no era un buen momento, la coreana pensaba rotundamente en regresar a los Estados Unidos, allá donde Lisa se encontraba.

Lisa, Lisa, no puedo creer que aún no me hables — pensó la coreana.

Imaginaba que Lisa estaría dispuesta a hablarle día y noche, esperaba ver su determinación en hacerla entrar en razón.

Deseaba tanto poder escuchar la voz de Lisa, pronto pensó que sería buena idea regresar, hacerse la difícil y esperar a que Lisa fuese la que le dijera que no volviera a irse, no se haría del rogar porque era lo que quería. 

Quizá debería dejar pasar unos días, dejar que Lisa la extrañará y sintiera querer correr detrás suyo para darse cuenta que no era tan difícil amarla.

Sí eso haría, esperaría a que la rubia le hablará, le dijera todo lo que estaría dispuesta por hacer.

Dentro de su bolsa estaba guardado aquel anillo que prometía reunirlas de nuevo.

— Hola Jennie — Ella bajaba del segundo piso, Jennie de inmediato dejó de pensar en aquello que la hacía perderse en su mente.
Ella, hola.
— Oye, quiero avisarte que voy a ir con Katherine unos días, ella no se siente bien. Y Diana dijo que había dejado a la señora Smith a cargo de la cocina, que viajará a Nueva Zelanda, su mamá está enferma.
— No me dijo nada.
— Me lo dijo ahora, de echo ya se fue.
— ¿Ya te vas?
— Ajá, nos vemos hermana, cuídate.

Ella salió de casa dejando a Jennie a merced de sus pensamientos, estaba debatida en ir o esperar, esperar o ir, ir o esperar, esperar parecía buena idea.

Si esperaría un par de días, y si no había respuesta ella misma iría y haría entrar en razón a Lisa, así fuera a manzanazos, pero lo haría.

.....

Lisa mostraba recuperarse rápidamente, de verdad que era sana.

Los exámenes que le práctico Jisoo arrojaron que Lisa estaba bien, el desmayo que presentó fue por estrés y por no haber ingerido comida.

— Bien Lisa, todo parece estar bien contigo, te desmayaste por que estabas preocupada en exceso o tal vez por que no comiste algo, o ambas. 

Lisa asintió mostrándose apenada. 

— ¿Qué hacías a media calle?
— Buscaba a una mujer que me robo. 
— Oh vaya que problema. Seguro podrás denunciar una vez que vayas con la polícia. 
— No creo que pueda. 
— ¿Y eso por qué?
— Vine a este país a buscar a alguien, pero no lo pensé bien, no sé donde vive o los lugares que recurre. 
— ¿Y qué harás?
— No lo sé, ni si quiera tengo para pagar la cuenta de este lugar. 
— Corre por mi cuenta, no te preocupes por eso. 
— ¡Muchas gracias! No estaba segura que haría. 

Jisoo sonrió. 

— Tengo que hablar con mi esposa, a lo mejor ella está de acuerdo a que te quedes unos días con nosotras en lo que resuelves tu situación. 
— Le agradezco mucho Dra. Kim. La señorita Tzuyu también me ofrecio estancia en su casa. 
— Está bien, sólo dime Jisoo. Firmaré tu alta, puedes ir conmigo a casa, cuando Tzuyo salga puede recogerte. 

Lisa agradeció encontrarse con personas buenas en su camino, sonrió emocionada de sólo pensar que podría toparse con Jennie, lo haría, estaban pisando el mismo piso, estaban en el mismo país. 

Se levantó de la cama y comenzó a cambiarse, claro que sólo tenía el repuesto que traía puesto desde que llegó. Cuando Jisoo regresó por ella, le dijo que Tzuyu pasaría por ella a casa, Lisa estuvo de acuerdo, así que ambas partieron. 

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