Jules es una abeja reina de las buenas, se enamora del freak y él es demasiado hermético como para asumir que se ha enamorado de una princesa de secundaria amante del drama
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Narra Eddie:
— Deberías agradecerle a esta chica que agota con tan sólo su voz de... — no pudo seguir terminado por lo irritado que estaba— Iremos a la casa de Albert Hanson, creo que esta chica nos sacará de quicio si sigue en este plan— los dos oficiales de policía se miraron— Hey— llamó por la puerta y ahí apareció ella, con sus ojos azules brillantes, con ojeras, realmente pensaba en lo mucho que se la pasaba sufriendo por mí, todas las noches y eso me partía el corazón. Mi tío Wayne me había visitado en la mañana, casi se va a los golpes con un policía, pues él, al igual que Jules, confiaban plenamente en mí— Puedes pasar a ver unos minutos a tu noviecita— se refirió como noviecita a mí, por mi cabello largo. Yo sólo resoplé, aburrido de todos.
Jules entró como si estuviera desesperada, se sentó frente a mí y me abrazó fuerte.
— No puedo creer que te tengan acá— tomó mi rostro. me besó, fue un beso tierno— No sabes como te extraño— sus pulseras caían por su brazos delgados, yo le sonreí.
— Todo va a mejorar, mi amor— suspiré y ella se aferró nuevamente a mí.
— No te mereces esto— ella apreciaba mi rostro, como si no me viera hace más de un año— Yo he confesado todo, todo, papá y mamá me odian, porque aparte de que no soportan el que estemos juntos, les dije sobre mi aventura con Albert. Soy el demonio hecho una chica.
— Entonces somos dos demonios— la miré con tristeza.
— Los odio a todos, odio a todos en este pueblo— ella me hablaba con tanto dolor y yo no podía creer como es que habíamos pasado de tener problemas adolescentes, a tener problemas reales y problemas serio— No quiero volver a estar lejos de ti por mucho tiempo—besó mis manos— Lo que han hecho ha sido terrible. Nadie de los que están afuera ha sido capaz de hablar de ti, estoy enojada con todos Eddie, no son sólo mis padres. Alice y Kurt, ellos...ellos prefirieron callar, porque no confiaban en ti, mis propios amigos, esos quienes compartieron contigo, quienes te aprendieron a conocer, te han dado la espalda y de paso a mí—ella suspiró.
— Hey, no te enojes. Tienen miedo, y no han sabido cómo llevarlo— tomó mis manos— Y tú eres increíblemente valiente, eres la mejor compañera que pude pedir. No sabes lo seguro que me siento a tu lado.
— Irán a revisar las cosas de Albert Hanson, sé que van a encontrar algo, nada bueno debe haber allí, en esa casa que gracias a Dios, jamás en la vida, conocí— Jules me miraba con una chispa de esperanza, y eso en parte me hacía sentir mejor— Los resultados de la autopsia de Molly aún no están listos, pero créeme que pronto se va a destapar este maldito volcán. Cuando eso pase, se va a hacer justicia por ti, mi amor— besé su frente.
— No sabes lo bien que me hace verte— acaricié su rostro tan angelical, ese que me traía loco. La amaba, Jules era mi chica, no había otra para mí, esa era la que me tenía guardada el destino.
