El porro

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Jules:

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Jules:

Era un nuevo día de clases, había una dualidad de emociones por parte de todos, entre la emoción por le baile y el recuerdo de Molly Edwards, el padre de Elliot, un compañero en clase de biología, nos contaba que su padre estaba metido en el caso, y que había sido casi imposible reconocerla de no ser por una tobillera, el cadáver llevaba demasiado tiempo y ni se sabía exactamente la causa de  eso. Las cosas parecían ir bien, parecían haber tomado el rumbo correcto, las cosas con Eddie iban más que bien, y es que hace mucho tiempo que no me sentía así de bien en la vida,  él llegaba en las mañanas y me tomaba de las manos, nos escondíamos o nos corríamos de algunas clases y nos íbamos a tener sexo casual en la parte trasera de su furgoneta, estaba haciendo cosas de las cuales mamá moriría de un infarto, pero ella no debía por qué saberlo, tampoco podía saber que Eddie había estado conmigo en casa, más de una vez, y probablemente no sabía quien era Eddie, pero si lo conociera, estaría lejos de ser ese príncipe azul nivel Steve Harrington que ella siempre me había buscado, y era triste saber, que Eddie Munson, sí era mi príncipe, y anhelaba tanto vernos como un príncipe y una princesa en ese baile de fin de año.

Aquello era una cursilería, pero yo, Jules Henderson, probablemente sí vivía en base a las películas de amor y princesas, y soñaba con eso, con Eddie era lo más cercano a, a pesar de que era mi plan, mi proyecto.

Estábamos en filosofía, Eddie estaba a mi lado,  debíamos hacer un trabajo y fui yo quien decidió ir a la biblioteca a buscar un libro que nos ayudaría, así que simplemente caminé hasta allá, y me fui a los últimos estantes, estaba concentrada buscando la portada que recordaba era la que nos servía, cuando de pronto, escuché una voz, que conocía, y que no quería que fuera él.

— Tanto tiempo, Jules...— era Albert, también estaba buscando sus libros de mierda, con los que se creía intelectual.

— Hola— me limité a decir, no fui capaz de mirarlo a los ojos, no sólo por el hecho de nuestro pasado amoroso, sino porque algo no me cuadraba con él y con lo de Molly Edwards. Iba a pasar por su lado, pero él tomó de mi brazo y me ofreció esas sonrisas que antes solían derretirme, pero que ahora me daban pánico, ese estaba lejos de ser mi lugar seguro, el mío estaba con Eddie, con su sonrisa, con su aroma, con sus brazos que me hacían sentir que realmente me amaba, con él estaba todo tan oscuro, tan siniestro, me sentía desnuda y desprotegida, como cuando Sue Gilligan me lanzó los frijoles.

— ¿Por qué te vas tan pronto? ¿Ya no te gusta hablar conmigo? ¿O a tu noviecito metalero le molesta?— me preguntó con burla, yo bufé, odiaba que siempre intentara sacarme en cara a Eddie, como si algo malo pudiera existir en él, y probablemente era un amor casi idealizado, pero prefería a que un chico como Eddie me rompiera el corazón, a un pervertido como Albert Hanson.

—Eso no te importa— lo miré a los ojos— Ahora déjame pasar, que estoy en algo importante.

— ¿Te da miedo estar conmigo?— me preguntó malicioso— ¿Ya no confías en mí verdad?— tomó mis dos manos con fuerza.

bigger boys and stolen sweethearts (Eddie Munson) TERMINADA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora