Tras la muerte de Jeno, Jaemin descubre que lo dejó sin nada, pero lo que más le duele es que su "hermano" Eric, haya heredado lo que a él le corresponde.
Y no se quedará de brazos cruzados.
Renjun, no dejará que se metan entre él y sus hijos, los d...
- Hoy saldré con mi familia, por favor, Celeste, no me pases ni una llamada, hoy no estaré disponible para nadie- mi secretaria asintió, así que apagué mi teléfono.
Solo saldría con Renjun y Eric, a mi hijo mayor no lo invito por su forma de ser y a mi hijo menor, porque ya se fue a otra escuela, en otro país y no me siento bien por eso.
Mi hijo estaba teniendo una actitud y un comportamiento agresivo, me dio miedo de que pueda llegar a lastimar a Eric, tenía miedo de que por estar enojado llegase a golpear a Eric, y ahí no sé cómo reaccionaría.
Me subí a mi auto en cuanto bajé del elevador, encendí el motor y esperé unos minutos para poder conducir con cuidado para llegar a mi casa.
Conduje por unas horas hasta que llegué a mi casa, cuando me adentré a mi hogar, vi a mi hijo siendo abrazado por mi hermano menor, quien le dijo algo que lo sonrojó y empezó a negar con la cabeza, pero mi mirada se fue a quien bajaba las escaleras, sentí que mi corazón palpita con fuerza, como la primera vez que lo vi.
Renjun baja con cuidado para que se pueda acercar a Eric quien se aferra a su cuerpo una vez que lo ve, sonreí por lo infantil que sigue siendo mi hijo, aún recuerdo que una vez me dijo que quería ser el único que esté en mi corazón, mi hijo sabe que él va a ser y siempre será mi prioridad.
- Mi pequeña gacela, ven aquí- sus ojos brillaron al verme, deseo que en mis días de vida, nadie se atreva a quitarme a mi hijo, porque eso sí que me destrozaría el corazón.
- Papá- corrió hasta mi, lo recibí en mis brazos besé su frente y seguía en mis brazos.
- Hay que irnos de una vez, YangYang, ve y dile a tu esposo que...
- No, Jeno, no iré con ustedes, tengo a mi hijo con un problema, quiero que me diga que es y en qué puedo ayudar para solucionar este problema- asentí y le dí un beso en su frente.
- Habla con Juyeon, el podrá ayudarte si lo necesitas- asintió y empezó a subir las escaleras, mientras nosotros salimos para irnos, en cuanto subimos al auto, RenJun me miró con cierto miedo y después su mirada cambió a ser un poco atrevida, y posó su mano en mi pierna.
Suspiré fuerte, mi hijo ni cuenta se dio, tenía sus audífonos puesto, pero con la mirada puesta en la ventana, su mirada parecía perdida en un mundo que me aterra pensar que está en el.
- Jeno, estás muy tenso, relájate solo un poco por hoy- no lo miré, mis ojos están pegados en la carretera y en el espejo retrovisor, sonreí pero asentí a las palabras de mi esposo.
Cuando llegamos al centro comercial, me bajé del auto para abrir la puerta del lado del copiloto para que Renjun se baje y después abrí la puerta trasera del lado izquierdo para que mi hijo se baje, aseguré mi auto y tomé las mano de mi esposo e hijo.
Empezamos a adentrarnos al centro comercial, mi niño está interesado en otras cosas ahora, pero al ver sus ojos brillar por ver una librería me hizo recordar que no se dormía si no le contaba un cuento, Eric es mi alma, la luz de mis ojos.
- ¿Jeno?- me volteé para ver quién me hablaba, eso ocasionó que mi hijo se soltara y se fuera a la librería, sentí un apretón fuerte en mi mano y ví a la socia minoritaria de mi empresa.
- Yeeun, hola buenas tardes, mira te presento a mi esposo Renjun Ji, y amor, te presento a Jang Yeeun, es una socia minoritaria de la empresa- Renjun no deja de apretar mi mano.
Lo miré sorprendido pero él sólo mira a mi socia con tanto odio como alguna vez me miró a mí.
- Un gusto, Señora...
- Señorita, por favor, Señora- Renjun se rio y asintió.
- Señorita, pero con permiso, nos vamos- me llevó hasta la librería, no me soltó hasta que entramos, no me miró, más bien se quedó callado.
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- Ya mandé todo a la ciudad, la bruja es la que llevará el mando patrona, el mapache no hará nada...
- Que él, haga lo que su hermano diga y ordene, díganle a la bruja que no se le permite ningún error- la patrona se fue hacia el interior de la mansión, miró a un chico que no aparenta su edad.
- Parka, ve con ellos, nunca dejes que se quiten las máscaras en el trabajo, si quieren pasear vigilalos- el doncel se puso tenso pero asintió.
- Patrona, me manda al abismo del que ya salí- ambos donceles se miran y no dicen nada por un buen rato.
- Ya saliste de ahí, ya sabes como salir y que camino tomar, son solo dos o tres años, New. Verás a tus hijos, será una cacería, tendrás la posibilidad de disfrutar un poco de tus hijos- el doncel de cabello marrón asintió.
El doncel que calló, salió sin muchos ánimos de la mansión, para irse junto a los hijos de quien lo rescató, le juró lealtad infinita, hasta el último día de su vida, por eso sabe que la patrona se preocupa por esos dos niños que ya se empiezan a involucrar en el negocio.
Roberto también es mandado como la niñera de esos mocosos, aunque a la bruja se le pone más presión al ser el mayor de todos, sabe que tiene que ser el doncel perfecto, sin sentir nada de remordimiento, sin culpa, no se le permite sentir nada, para no tener ni una debilidad.
Si Kang Yuchan supiera que si tiene una debilidad y esa va con él en su viaje, su guardaespaldas es su más fuerte debilidad, el otro es un sádico desquiciado lunático que lo único que mejor hace es desvirtuar a tontas niñas con ganas de poder y dinero, uno el mayor doncel y el otro el menor varón.
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