Mi Turno

Mi Turno. 18.

"Mira que bebé tan hermoso... Parecido a su papá, pero también parecido a mí, yo soy tu abuela... Si estuviera con mi hijo y mi esposo, sería el más feliz, solo por poderte abrazar..."

Me levanté de golpe, mamá... Ya es justo y necesario que te haga justicia, Sicheng necesita pagar por lo que nos hizo, a todos, a mamá, le quitó a un hermano, a mamá Jae, le quitó un hijo al cual ama todavía, a papá le quitó a su esposo y a mi me quitó a mi mamá, impidiendo que Eric te conozca, nos ha quitado a un ser inocente y bello, me quitó a mi mamá.

- Señora RenJun...- cerré mis ojos de pura frustración, maldita sea contigo, Jaemin.

- Dime- grité, solo me levanté de la cama para empezar a arreglarme.

- Su abuela está aquí- ni siquiera me cambié de ropa, salí corriendo de mi habitación para ir por mamá Jae, solo que en las escaleras me topé con el esposo de Jaemin.

No le presté atención, bajé corriendo y en cuanto lo vi, me acerqué a él para abrazarlo, tenía mucho tiempo sin verlo, el me correspondió el abrazo y me miró con miedo y un poco de lástima.

- Esa marca... ¿Quién te dañó así?- vi a Jeno detrás de nosotros con cara de dolor y resentimiento hacia el mismo.

- ¿Cómo está? Por favor vamos a ver a mi hijo- me siguió hasta la habitación de Eric, no dijo nada, solo se acercó al bebé, que dormía plácidamente.

- Renjun, podrás engañar a todos, pero tal como mi Yuta, nunca podrán engañarme a mí, son tan iguales, no se quieran hacer los fuertes conmigo- lo miré con una sonrisa, sin decir nada.

- Ma-ma mamá- volteó a ver a mi hijo y lo tomo en sus brazos.

- Pero si ya dijo su primera palabra, el bebé crece cada día más, espero que no te parezcas a tu madre, él no debe de guardarme secretos, sabe que voy a descubrirlo- mi bebé se rió de lo que le decía y empezó a hablar con él de la misma forma, juguetonamente.

- Juro que no le oculto nada...

- ¿Cómo es que tienes una marca de ese tipo en tu piel? ¿Quién te hizo eso tan despiadado? Es con fierro caliente tal como se les marca a los ganados en las tierras ganaderas para reconocer al ganado de su mando, eso es malo, es inhumano, RenJun, esto fue mucho más lejos de lo que pensaba- miré un punto fijo, recordando la marca y como me la hicieron.

- ¿Dónde estamos?- me sonrió y se bajó del auto en cuanto lo estacionó.

- Voy a darte un regalo, mi amor- se acercó a mí, abrió la puerta del auto y me bajó.

Me llevó atrás de la casa, a un establo y empezó a desnudarme, y vi como un tipo horno, con un fierro en él y me empecé a desesperar, y a llorar más fuerte, no, por favor, que no sea lo que me estoy imaginando.

Me quedé mirando el horno y el fierro que no sentí en qué momento me puso un grillete en la muñeca izquierda.

- NO NO NO NO, POR FAVOR JENO, NO, TE LO SUPLICO, NO LO HAGAS POR FAVOR, NO LO HAGAS- el me puso el grillete en la muñeca derecha.

Y se dirigió al horno, tomó un trapo y agarró el fierro ardiendo, y se dirigía hacia mí y mi miedo y desesperación se hicieron más grandes y fuertes.

- Feliz cumpleaños mi amor, con esto, todos sabrán que tienes dueño- lloré más fuerte.

- NO POR FAVOR, SEÑOR JENO, SE LO SUPLICO, NO LO HAGA... AGHHHH!!!!!- hice mis manos en puños y apreté mis dientes después de soltar el grito.

Cerré mis ojos con fuerzas, me ardía a morir, los dedos de mis pies los apreté y los doblé, empecé a llorar de la manera más amargamente posible, por el dolor y la humillación que me acaban de hacer. El Señor Jeno retiró el fierro de mi cadera izquierda.

- Eso ya pasó, hace 5 años pasó, ya no tiene importancia ahora- mi abuela me miró con decepción, pero no sé si hacia a mí o hacia él.

- Le pido perdón a mi hijo Yuta, por no cuidarte como se debía, tienes toda la razón, ahora ya para qué pregunto, lo que sufriste lo hiciste solo, nadie te ayudó y te apoyó, también te pido que me perdones, hijo- mis lágrimas se me escaparon y abracé a mi abuela.

Él no tiene la culpa de nada, nadie se debe sentir culpable, solo Jeno, y aún así sigo con él, porque mi cuerpo y mi mente me exigen huir de su lado con mi hijo, pero mi corazón no me deja ir y dar un paso para avanzar, no puedo.

Recordar que le hice mucho daño a mi esposo... Que por tomar demás, le hice una maldita marca a Renjun, que ese día se repite en mi cabeza, que en mis sueños intento detenerme pero no logro llegar a tiempo.

No me justifico, porque lo que hice no tiene ni una justificación, me condeno totalmente, porque lastimé a quien más amo, sobretodo es quien me dio un hermoso hijo.

- Señor Lee, el Señor Ji, está aquí, pide hablar con usted- asentí.

- Hazlo pasar por favor- dejé de lado mis pensamientos para atender al papá de mi esposo, pero él, nada más al entrar me dio un puñetazo en la cara, lo miré sin comprender por qué me golpea.

- Eres un maldito infeliz y un enfermo mental, no puede ser que yo te haya dado a mi hijo en charola de plata, mi hijo... Lo mandé directamente a las sucias manos de su violador, hiciste de su vida un infierno, Jeno, incluso se quiso quitar la vida y ahora es que comprendo porqué- no le contesté, él como padre tiene toda la razón.

- Hansol...- sin esperarlo de nuevo, ni siquiera lo dudó y volvió a darme otro puñetazo.

- TE ATREVISTE A MARCAR A MI HIJO COMO SI FUERA UN ANIMAL, ¿CÓMO DEJÉ QUE ESTO PASARA? TE DI A MI HIJO, SIN SABER QUE TU LE ROBASTE LA INOCENCIA Y PUREZA DE TODO SU SER Y ALMA, TE ASEGURO QUE SÍ LE HUBIERAN ECHO ESO MISMO A TU HIJO, ESTARÍAS IGUAL O PEOR QUE YO, RECUERDA QUE TODAVÍA TIENES UN HIJO DONCEL, UN BEBÉ, JENO- negué, porque aunque sé que lo que hice está muy mal, protegeré a mi hijo con todas mis fuerzas.

- Eric no va a pasar por eso, Hansol, es tu nieto... No desees esto para mi hijo, que también es hijo de tu hijo- volvió a golpearme aún más.