Mi Turno

Mi Turno. 25.

Cuando sentí que ya mis fuerzas no iban a poder dar más, escuché un solo sonido, el llanto de mi bebé fue fuerte y se escuchó como si no tuviera nada de vergüenza al llorar.

En cuanto me dieron a mi hijo en mis brazos, todo el dolor que sentí, por un instante desapareció, sonreí tanto que cuando me quitaron a mi hijo, quise llorar, pero no lo hice, el bebé sí lloró pero tenían que revisarlo.

A mi me hicieron otras cosas, cuando terminaron me llevaron a una gran habitación, estoy molido por todos lados, me duele hasta el alma, siento que no puedo estar con mi hijo mayor y abrazarlo.

Tengo miedo de que Eric se sienta un poco desplazado por el bebé, quiero que mis hijos se lleven como Mingyu y yo, pero no se si pueda.

- Amor... Es un varón, RenJun, me has dado un varón, gracias mi amor- solo le sonreí con orgullo.

- Creo que...

- Eso no quiere decir que Eric será un niño dejado de lado, mi hijo será uno de los niños más destacados, por su belleza e inteligencia, estoy orgulloso de él, haré lo imposible por hacer que Eric nunca se sienta celoso- asentí con la cabeza, sin decir nada.

Jeno me ayudó a bañarme y vestirme, me ayudó a acostarme de nuevo, para esperar a nuestro hijo, pasaron unos 20 minutos para que nos trajeran a mi hijo, y en cuanto me lo dieron, buscó rápido mi pecho, así que empecé a darle de comer, sonreí por la gran desesperación que tenía.

- Tranquilo bebé, te vas a ahogar, no seas desesperado- sonreímos al verlo comer, mi bolso estaba al lado mío, iba a estirar mi mano para tomar la carpeta con los papeles, pero tuve una visita inesperada e indeseada.

- Felicidades, RenJun y papá, otro niño, y saludable, vaya suerte la tuya RenJun, y perdón, pero no mereces ser madre, una persona que se mete con el padre de su mejor amigo, no merece nada- me dediqué a solo amamantar a mi hijo y no decir nada.

- Jaemin, por favor, basta, tienes un nuevo hermanito, porqué siempre atacas a mi esposo?- negué, ya soporté mucho, ya me harté de Jaemin.

- Sonará muy duro y cruel, pero Jaemin, me ves siendo feliz, teniendo dos hijos, por los cuales daría mi vida, y no sabes la sensación tan bella de verlos crecer y que me digan mamá, algo que tú, jamás lograrás escuchar, Dios te castigó, por haberme tirado de las escaleras para que Eric no naciera- no presté atención a mi alrededor.

- JAEMIN...

Salieron de mi habitación, solo mi bebé se quedó, estaba dormido, mientras mi recién nacido, seguía comiendo. No me importa nada más que mis hijos; Jeno volvió a entrar y lo miré serio.

- Jeno, debes proteger a mis hijos, mira- le mostré unos documentos que mandó a hacer Jaemin- Jaemin, tu hijo está esperando tu muerte o la está planeando pero en cuanto ya no estés con nosotros, nos piensa dejar en la calle- la cara de Jeno se transformó en decepción pura.

- ¿Porqué me hace esto? Le he dado todo, cada uno de sus caprichos se los he cumplido. ¿Que es lo que he estado haciendo mal con Jaemin?- aunque me gusta mucho esta situación, no me puedo alegrar, no si Jeno está así.

- Porque te casaste conmigo, porque tú y yo, tenemos dos hijos, es por eso Jeno, me odia, y también odia a mis hijos- Jeno, con el corazón dolido, se fue de nuestra habitación. Lo siento mucho, es para proteger a mis hijos de Jaemin.

- ¿Qué es lo que haces a mis espaldas, hijo? ¿Tratando de matar a tu propio hermano?- me miró con decepción, él me mira con arrepentimiento.

- Si lo hice y lo volvería a hacer, con tal de que mueran los dos, porque tú sabías que él era mi mejor amigo, y no te importó, aún así te metiste con él, no lo perdono por eso porque además de meterse contigo, se metió con el que es mi esposo, antes de casarnos- mi papá me miró enojado, llevó sus manos a su cintura y después me dio una bofetada fuerte que rompió mi labio inferior.

- No voy arruinar que mi hijo haya nacido hoy, vete a tu casa, Jaemin, ve y no vayas a la casa porque no quiero verte- sentí horrible, pero no le dije más nada, quise gritar pero ya sabe lo que hice, no tiene caso.

- Lo bueno es que Renjun no sabe que mi bebé aún vive- limpié mi labio con un poco de papel y me dirigí a mi auto para irme a la casa de los Park.

Me dispuse a conducir con cuidado, la cabeza me duele, mi recuerdo de ese día me hacen sentir que hice mal, debí matar a Renjun con mis propias manos, y desaparecer el cuerpo antes de que empezaran a buscar, lástima, no lo pensé antes.

En cuanto llegué a la casa de los Park, me recibió mi suegra, con demasiada preocupación, según él.

No le contesté, subí directamente a mi habitación para ver a mi hijo, le dí la orden a la criada que se fuera y así lo hizo, se fue dejándome solo, mirando por la ventana que el día es hermoso y yo ya quiero que acabe pronto. Odio a Renjun y a Eric, ellos me robaron todo.

- Nació el hijo de tu padre, un varón por lo que escuché, que pena que yo no tenga a mi hijo varón conmigo, ya que su madre es negligente, pero aún tengo a mi hijo mayor y al menor, ¿no es maravilloso eso?- miré a Jisung, su sonrisa era grande.

- No sé de qué hijo mayor hablas, por lo que sé, Eric es hijo de mi padre, no tuyo- sonreí al ver que su sonrisa fue desapareciendo.

Se acercó a mí y me tomó muy fuerte de los brazos, mirándome enojado, su rostro lo delata, siento su odio.

- No es mi culpa, ¿no soportas la idea de Renjun en los brazos de mi padre? Pobre de ti, miras a Eric decirle papá a otro hombre, y tú no figuras nada en su vida, pobre diablo patético- me dio un empujón y se fue de la habitación muy furioso, me da igual.

Jisung es el menor de mis problemas, ahora lo que me importa es estar muy cerca de mi hermano menor, hacer al pobre de Eric muy inseguro, darle la preferencia al varón y no al doncel.

Necesito que me encuentre un aliado para su beneficio, necesito ponerlo en contra de Eric y Renjun, necesito que me vea como su único aliado.