Tras la muerte de Jeno, Jaemin descubre que lo dejó sin nada, pero lo que más le duele es que su "hermano" Eric, haya heredado lo que a él le corresponde.
Y no se quedará de brazos cruzados.
Renjun, no dejará que se metan entre él y sus hijos, los d...
- La patrona está furiosa, así que ni se les ocurra soltar malas noticias, pobre del patrón, él se está llevando la peor parte, lo peor de todo es que esta vez si tiene razón la patrona- todos ven y oyen, pero si le preguntan no saben nada, por su bien, no saben nada.
Dentro la habitación estaban gritando dos personas, bueno, nada más uno de los dos solamente.
- ¡TANTO AMOR Y QUÉ LA CHINGADA MADRE, AQUÍ ME JURABAS AMOR, Y ALLÁ TE REVOLCABAS CON LA PUTA ESA, YA SE TE OLVIDÓ TU HIJA, Y LO QUE PASAMOS, TENEMOS 6 HIJOS, DE LOS CUALES A PARTIR DE HOY NO LOS VOLVERÁS A VER, Y TU AMANTE Y BASTARDO O BASTARDA, SE VAN DE MI CASA, QUE NO SE TE OLVIDE QUE ERES SOLAMENTE UN SIRVIENTE DE MI FAMILIA Y MÍO!- el hombre no se movía y tampoco alzó la cabeza.
- No me apartes de mis hijos, Yuchan, ellos lo son todo para mi, tu y mis hijos son lo que mas me importa- el doncel soltó una carcajada sarcástica, muy característico de él.
- Se que tengo la cara de pendejo, pero no lo estoy, agarra tus cosas, te vas de mi casa, con todo y tu puta, no me importa la hora que sea- el hombre se veía imponente ante los demás, pero a lado de su esposa, era un cachorro.
- No quiero irme de tu lado- Yuchan se acerca a su todavía marido y lo mira con desprecio.
- Definitivamente me crees pendejo, y no te tengo que decir que a tu nueva casa llegará la demanda de divorcio- y es ahí donde el hombre solo levantó la cabeza, para ver a su esposa, quien en su rostro no se veía ni una emoción.
- No podemos divorciarnos, Yuchan, yo te amo, eres mi vida, esa muchacha es solo un desliz, nada más, no quiero perder a mi familia- la cara del doncel se iluminó.
- ¿Qué tan dispuesto estás para que yo te perdone?- el hombre se arrodilló a los pies de su esposa.
- Estoy dispuesto a todo con tal de que no me dejes, hago lo que quieras, lo que me pidas haré- lo miró, como si fuera lo más bajo del mundo.
- Sehyoon, voy a mandar lejos a tu puta y a su engendro, tú serás mi puto esclavo, ¿quedó claro?- con eso, se marchó de esa habitación.
- Roberto, lleva a los niños a la casa grande, y no dejes que ni uno salga, si Inseong, pregunta por mí, dile que yo estoy en una misión y su papá tiene trabajo- un hombre alto y fornido solo asintió.
- Si Señora, lo que ordene, ¿necesita la compañía que me pidió?- el doncel lo miró con seriedad, poco a poco se fue acercando a su mano derecha.
- Lee Geumhyuk, búscalo y traelo a mí sin decirle el motivo, en cuanto entre a mi habitación, te vas y no dejes que nadie se acerque- el hombre fornido asintió y fue acatar las órdenes de su patrona, sin chistar.
Corrió hasta alcanzar al hombre que es el guardaespaldas del Señor, uno nunca sabe como un doncel o mujer se desquita de una infidelidad.
Para Roberto, es fácil saber que si una mujer o un doncel llega a perdonar la infidelidad, es por dos razones, una, porque ya se vengó o dos, porque se va a vengar, nada para esos géneros queda impune.
- Geumhyuk, la patrona necesita que la vayas a ver a su habitación, urge demasiado que vayas- el hombre de ascendencia coreana, miró al hombre nacido en México.
- ¿Para qué o qué?- El mexicano sólo alzó los hombros desentendido.
- No lo sé, pero si te tardas tanto, no sé lo que pueda pasarte- el hombre alto de ascendencia coreana, se limitó a seguir al mexicano que lo guió hasta la habitación de su amor platónico.
Caminó con un entusiasmo enorme, su corazón latía a mil por hora, mira a todos lados, mira con cautela para que su patrón no lo vea, una vez dijo que estaba enamorado de la Señora y su patrón lo golpeó y prohibió que su mirada se posara en su esposa. Desde ese día nunca volteó a ver a la Señora.
Pero ahora que la amante a salido a la luz, él también tiene una oportunidad de luchar por la patrona, por tener la dicha de ir a los aposentos de Yuchan Kang, sin temor a morir.
- Entra, la patrona te espera- con un movimiento de cabeza, Geumhyuk le afirmó a Roberto que entrará.
Y así lo hizo, entró, con cuidado para no asustar a la patrona, con cuidado se fue acercando a la figura que está en la ventana, con solo una bata.
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- Mi patrona, ¿desea que este humilde haga algo por usted?- el corazón de Geumhyuk palpita fuerte, mira a la persona que es dueña de sus deseos y su cuerpo reacciona a él solamente.
- Lee, sé que eres leal a Sehyoon, pero quiero que pruebes tu lealtad hacia a mi, porque yo soy dueño de todo esto- Geumhyuk asintió.
- Usted dice rana y yo salto, patrona, ¿qué tengo que hacer?- Yuchan se fue acercando al hombre parado cerca de la cama y posó sus manos en las del hombre, dirigió esas manos a su muy pequeña cintura.
- Prueba tu lealtad hacia mí, haciendo que suba al cielo y baje al infierno, en cuestión de segundos- sin esperar más Geumhyuk, cargó a su patrona y llevó su espalda hacia una pared, dejando su cuerpo entre la pared y el cuerpo del hombre fornido.
Sus labios se fusionaron en un beso tan demandante y caliente que ambos necesitaban más que un beso; el va a ser el único en la cama de Yuchan, no habrá duda de eso.
Mientras tanto Sehyoon estaba muy mal en otra habitación, quería hablar con Yuchan, pero no permitía que él entrara, camina de un lado al otro, se siente desesperado por saber que de llegar a perder a sus hijos, lo mataría por completo, no desea que su familia se destruya por una aventura.