NUEVOS COMIENZOS

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31/12/2001(Pasado) .

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NARRADORA
Luego de la destrucción del hogar, “rincón de luz” o lugar  para huérfanos; entre ellos, grandes y pequeños, finalmente decidieron tomar rumbo hacia la casa de Chiche, una vecina con la que crearon una amistad perdurable al tiempo, ofreciendo amablemente vivir junto a ella mientras conseguían un lugar mejor. En cuánto a Chiche, ella no encontraba problema, su casa no era tan grande, pero era una mujer divorciada y en soledad, y el espacio de dos habitaciones restaban perfectamente para que chicas y chicos repartan éstas.

Su convivencia avanzaba, y los días pasaban. El fin de año había llegado.

Planificaron hacer una celebración por ello, afuera de la casa de Chiche, para comenzar de la mejor manera.

Las chicas; Camila, Luisana, María, Olivia y Tali se estaban arreglando para aquella ceremonia.

Tali: ¿Será que me veo bien con esto chicas? — pregunta mostrando un vestido azul demasiado corto —. ¿Cierto que ya soy una mujer grande?.

Luisana: Aún no terminanos el año y tampoco cumplís otro, así que cállate y ponete un vestido de tu edad.

Camila: Lu, no la jodas — murmura. Se acerca a Tali y sujeta su mano para darle una vuelta —. Estás preciosa, pero esto... — señala su vestido —. Está muy corto.

Tali: Cortas están de vista, esto me queda bien.

Camila: Tali... — advierte

Tali: ¡Está bien!, voy a ponerme otra cosa, son unas envidiosas.

{...}

La habitación se llenaba de parloteos  y la noche se oscurecía más. Las chicas avanzaban y corrían de un lado a otro; sin embargo el espacio no dificultaba poder avanzar. Tenían un solo placard, donde compartían y distribuían su ropa ya que de cualquier otra manera no tenían mucho para guardar.

Luisana: ¿Vos que te vas a poner Cami?— se voltea para verla desde el tocador —. Yo necesito un buen peinado para impresionar a Bautista.

Camila: No, aún no sé que ponerme, pero con la ropa que tenemos  me acomodo para esta noche, aparte a Felipe le gusto aunque esté con una toalla.

Maria: ¿Una toalla?  — pregunta mientras se dirige al placard y segundos después saca un vestido negro, escotado en la parte delantera del cuello y parte trasera de la espalda—. Te lo compré, pensando en que no tenías nada para esta ocasión Cami.

Tali: ¡Claro!, ¡¿ella si se puede poner eso y yo no?! — se cruza de brazos—. ¡No es justo! — grita.

Camila: Gracias Maria, pero, ¿de donde sacaste este vestido vos?, apenas tenemos dinero—. dice sujetando el vestido.

Tali: Seguro se lo pidió a Chiche.

Maria: No nenita, yo estuve ahorrando con lo que pude vender en lo de las pulseras que hice en el hogar, vos siempre hiciste muchas cosas buenas por nosotros, te mereces esto, así que ponételo dale.

Camila: Sos una genia, te quiero. — sonríe yendo abrazarla.

Últimamente la relación entre Maria y Camila se había fortalecido. Camila se comportaba y actuaba cómo una mamá para los más pequeños de su grupo, y aunque estos se mostraban reacios al afecto de ella, Maria necesitaba cierto trato.

DESCUBRIR EL VERDADERO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora