Que pasaría si Camila Bustillo y Bautista Arce descubrirían que las personas con las que siempre decían querer no son los correctos, cambiando por total a lo que acostumbraban.
*-¿Llegarían a ser felices?.
*-¿Se quedarán tranquilos Luisana y Felipe...
«Clavando su espina en cada rincón, llena mi ser de un oscuro estigma, que anula mi paz y siembra el tormento... »
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* * *
NARRA FELIPE
No podía dormir. En medio de un insomnio debido a que mi cabeza era el principal problema, generaba cada minuto más, un sin fin de preguntas.
Pero, ¿qué pasaba si la persona a la que amas, te engaña con alguien que conoces?. ¿Tu mejor amigo? ¿Tu peor enemigo?. ¿Qué se siente cuando ni siquiera tienes que hacer una búsqueda exhaustiva y dolorosa en la vida de esa otra persona porque ya sabes exactamente qué aspecto tiene?. No solamente ser cruelmente reemplazado por otra persona sino que además tener la desgracia de conocer al objeto de las indiscreciones de su amante.
Llevábamos Camila y yo tres años juntos hasta que tornamos a distanciarnos por mis inseguridades y celos que creó Simón. El peor sujeto que se pudo haber cruzado en nuestros caminos. Seguíamos viviendo y durmiendo juntos, mientras yo no trabajaba en boliches, incluso había hospedado en nuestra casa a María, quien siempre ella consideró como su hermanita. Todo iba bien y tenía las posibilidades de recuperarla si no fuera por su rechazo a convertirse en mi mujer. Me culpaba por no saber cuidarla, y ahora, cuando me enteré que me había engañado con Bautista mientras aún seguíamos juntos.
¿Sospechaba que algo estaba pasando?.
Creí que ella y al que consideraba mi mejor amigo, eran muy unidos. Como con la mayoría de amistades que se llevaban y querían como hermanos. Confiaba ciegamente en su amistad y estaba seguro de que jamás iba a suceder algo entre ellos. Y ella era mi novia, Bautista estaba con Luisana; les confiaba todo.
De pronto, recibir las indirectas de Simón, y las amenazas de Coco para que fríamente muestre fotos de ellos dos en una íntima relación, hizo que me sintiera como alguien que no servía. Todavía recuerdo perfectamente ese momento: Luisana rota, y la inmensa verdad en medio del frío que hacía ahí adentro. Luego cuando dispuse seguir a Luisana para enfrentar a Bautista y confirmar que no estaba solo, sino que Camila y él habían terminado de follar en su oficina de trabajo. Además, de la humillante mierda en la que se encontraban cuando entré a su oficina para golpearlo. Ella estaba toda roja y su cabello desordenado, aún así se aferraba a él para que yo no le hiciera daño. Fue difícil para mí escucharla decir que nunca me amó.
Era una tortura mental. Necesitaba parar de hacerlo. Pensar en ellos era sumamente agotador.
Me despojo y rápidamente junto mi billetera y las llaves de mi moto. Iría por aire fresco y algunas cervezas. Salgo del cuarto de huéspedes suponiendo que todos estarían durmiendo. Todas las luces estaban apagadas pero me sorprendió escuchar por aquel pasillo un llanto sin cesar a través de la habitación de Titán. Siento curiosidad por saber si es Luisana la que se siente mal. No todos los días uno se entera que es engañado. De todos modo aquel suceso extraño era difícil de asimilar.
