CONSTANTES INTERRUPCIONES

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" Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces "

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NARRA BAUTISTA

Vuelvo a bajar la vista a los múltiples papeles desperdigados en el escritorio mientras analizo mi caso.

Lo escucho resoplar y elevo apenas un poco la vista. Se ha acostado por completo sobre el sofá qué reposaba al lado de la puerta

Bautista: ¿Es necesario que te repita qué no podes subir los pies en el sofá? — murmuro, él se encoge de hombros antes de darle otra calada a su cigarrillo.

Mi oficina ya comienza a tener ese mal olor. Odio los cigarrillos y él también lo hacía, pero aún así, no entiendo ver escapar el humo de su boca.

Recargo mi espalda en el asiento rindiéndome porque no puedo concentrarme.

Bautista: ¿Por qué estás aquí? — entrelazo mis dedos y él vuelve a encogerse de hombros.

Felipe: La tenía clara, pero mi parecer cambió cuando tu novia trató de convencerme en el camino que no era buena idea.

Bautista: No importa, decilo — arqueo una de mis cejas y él me observa de reojo. Le da otra calada a su cigarrillo antes de lanzarlo por la ventana. Sé que por ahí no pasan personas, pero si lo hace acá no le importaría hacerlo en cualquier otro lugar. Paso una mano por mi cabello hastiado —. ¿Qué haces aquí? — repito cuestionando con cierta molestia contenida.

Felipe: Necesito un favor — dice. Dejo caer mi cabeza contra el respaldo con la mirada clavada en el techo.

Bautista: ¿Qué es?

Felipe: Necesito que me ayudes a sacar conclusiones acerca de Camila — responde, suelto un ligero resoplido —.Quiero respuestas.

Bautista: ¿Y.., qué se supone que tenga que ver yo? — mueve su cabeza cuando mis ojos se clavan en los suyos y se encoge de hombros antes de comenzar hablar.

Felipe: ¿Qué sucedió, con Camila? —. Y entonces parece que las cosas cambian, sus hombros se hunden y suelta un gruñido tirando de su cabello suavemente.

DESCUBRIR EL VERDADERO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora