Que pasaría si Camila Bustillo y Bautista Arce descubrirían que las personas con las que siempre decían querer no son los correctos, cambiando por total a lo que acostumbraban.
*-¿Llegarían a ser felices?.
*-¿Se quedarán tranquilos Luisana y Felipe...
“Tu boca es poder contra mis males. Con tus manos benditas sanas mi alma. Tú cuerpo es mi agonía y mi remanso… ”
❥ ఌꨄ ఌꨄ
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
* * *
NARRA CAMILA
Pronto las charlas dieron por terminadas en la oficina y el director de la agencia intuía qué pasaba algo más porque amablemente aceptó mi renuncia a seguir trabajando con Simón, mi contacto se lo daría a otro Booker y comenzaría a trabajar con él la otra semana. Aquella facilidad no era lo que buscaba, pero me terminó mejorando el día.
Llegando a las afueras de mi departamento en un mal estacionamiento del taxi, me bajo sin más que agradecer y pagarle al chofer a pesar de su mal y lento servicio. Guardo mi efectivo y camino por la plaza situada al frente del departamento en busca de meterme a la ducha de mi habitación y después no salir más de la cama.
Eran poco más de las dos de la tarde y el ruido de niños jugando y sus mamás cuchilleando sobre la vida de nuevos inquilinos con dinero, inunda en el silencio de hace unos pequeños segundos. En lo que voy pasando y sin perder tiempo, tomo mi celular para pasar desapercibida por ellas, no me veía llamar su atención y ser otro punto más de sus ojos críticos. Sin embargo, luego de mis intentos por hacerlo, una camioneta negra y con lunas polarizadas, se detiene ruidosamente cerca del camino, haciendo que la atención de todos a unos metros se centre en mí y el ambiente cambie cuando de esa camioneta baja Coco, el novio de Micaela.
No tardo en reaccionar y seguir adelante. Apenas lo conocía y ya iniciaba a desembocar mala onda.
Camila: ¿Qué te hace venir de esa manera? — pregunto deteniéndome frente a él sin tener problemas de intimidarme por la notable diferencia de estatura. Coco toma mi mano hasta arrastrarme lejos de la atención que nos rodeaba —. ¡Pero soltame!, ¡no te conozco del todo, y no te di confianzas de poder tocarme!.
Coco: No siempre tenés que tener ese humor ¿verdad? — se ríe. Suelta una gran carcajada qué me deja perpleja, como si se estuviera burlando de mi. Incluso algunas personas voltean. —. Perdón linda, no quiero que te asustes pero enserio tengo que llevarte conmigo a la camioneta.
Camila: ¿Me estas jodiendo?, ni loca me voy a subir ahí, está bien que conozca a Micaela pero no creo que ella te mandaría a llevarme de esta manera ha donde sea que quieras — me suelto como puedo de la bruta fuerza que sujetaba mi mano.
Coco: Sobre Micaela, ella no tiene nada que ver y..., ¿ves la camioneta? — señala con su cabeza al lado derecho de nosotros, observo en su dirección —. Adentro está la persona que quiere hablar con vos.
