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"Avanzar en dirección sin un rumbo fijo, ni concreto, cuando se trata de personas, y más si se trataba de las personas que solías poseer. No hallas aquello que se supo disponer en algún momento. Simplemente las pierdes".

* * *

Continuación...

NARRA CAMILA

Lo miro confundida, preguntándome en que momento me ha seguido. La poca gente que hay en el vestíbulo camina a nuestro alrededor, algunos salen del salón de ceremonias, pero nada de eso me importa porque nosotros estamos en nuestra propia burbuja. Quiero decir algo, gritarle que se vaya, que me deje en paz, lo que sea. Pero nada sale de mis labios, estos están firmemente sellados.

Él sólo me mira.

Quiero convencerme de que estoy enojada porque ha sido Bautista quien me ha seguido dejando a Luisana para venir a verme. Pero mi corazón no me permite engañarme a mi misma. Sé que estoy algo más feliz por ese hecho.

Camila: ¿Qué haces? - susurro.

Bautista: ¿Ya te ibas? - pregunta acercándose a mí y soltando mi brazo.

Camila: No, solo salí a tomar aire fresco, volveré en un rato.

Ya no me está tocando, pero aún así tiene aquella mirada intensa, empiezo a sentir escalofríos y no tiene nada que ver con el aire acondicionado del vestíbulo lujoso del hotel.

Bautista mete las manos en los bolsillos de su pantalón.

Bautista: ¿Bailarías conmigo?.

Aquella pregunta formulada en un tono íntimo me deja un poco confundida.

Camila: ¿Por qué? - pregunto con el ceño fruncido -. Creí que tenías una buena compañera de baile a tu lado.

Ni bien digo las palabras me arrepiento, y no por haberlas dicho
en un tono plano, como si no me importara porque quiero hacerle creer que no lo hace, sino porque Bautista ve a través de mis palabras. Me analiza intensamente, mirándome de arriba abajo con una sonrisa socarrona.

Intuye que estoy celosa. Puede que lo esté, pero no se lo dejaré ver.

Bautista: ¿Estás celosa? - pregunta. Ruedo los ojos. Doy un paso al costado y luego avanzo para irme de vuelta a la celebración, pero Bautista se planta rápidamente delante de mi obstaculizando el pase -. No tan rápido, aún no me has contestado si bailarías conmigo.

Me lo pienso. No quiero parecer una novia celosa y mandarlo a la mierda por el simple hecho de haber bailado con su verdadera novia. Yo no soy así. Así que asiento lentamente.

Camila: Bueno - digo como si nada. Para acentuar mis palabras me encojo de hombros y camino pasándolo, a la espera de que me siga y sin querer ver su sonrisa de suficiencia. Él me sigue detrás, colocando una mano en la parte baja de mi espalda. Quito su mano de allí en un movimiento rápido justo antes de entrar.

La música suave y en vivo crean un ambiente relajado entre los invitados. Muchos de ellos ya están bailando, disfrutando de la música, y algunos conversando en las mesas y esquinas del salón. Diviso a Maria aún en la pista de baile junto a él tipo desconocido, ambos se mecen al ritmo de la música. De muy cerca, veo a Olivia bailando con Titan, pero ni Felipe ni Luisana dan rastros ni señales en ningún lado o rincón del espacio. Lo cual me está exasperando de nerviosismo.

Mientras yo me sigo preocupando por eso, Bautista jala de mi mano y me lleva a la esquina más alejada, casi cerca a la puerta para correr por cualquier incidente, distanciados a metros de todos ellos. No es muy difícil ignorar la corriente eléctrica que me recorre el cuerpo cuando su pecho y el mío se juntan. Bautista baja su otra mano a mi cintura rozando el hueso de mi cadera con un movimiento sutil.

DESCUBRIR EL VERDADERO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora