DESCUBRIR EL VERDADERO AMOR

CONOCER II - +18

"Cuando sentimos interés hacia una persona, nuestro cuerpo instintivamente busca el contacto, la «coquetería». Se parece mucho a cartear una arma de seducción a quién será nuestra próxima «conquista»" .

* * *

NARRA FELIPE
En mi mente los pensamientos iban de un lado a otro, especialmente alarmándome de no perder a Camila. Quería arreglar las cosas con ella, quería tenerla de nuevo, al menos eso haría. Súbitamente no le avisé de mi salida tan temprana, no quería molestarla. Quizás, una de las cosas para cambiar, era darle su espacio, tal y cómo ella anhelaba.

Había rechazado un contrato, para un boliche totalmente nuevo, "CLUB ARAOZ" . Él encargado, me había ofrecido una tarifa de gran cantidad, pero preferí elegir la segunda opción de - ganarme guita a ganarme a mi propia novia. Por lo que había pensado antes. Iba buscando la dirección de Bautista, requería de su ayuda en este momento.

A eso de las seis de la mañana, desperté de mis pesados sueños, con la clara decisión de bancarme todo. Era arduo ver que ya no la tenía durmiendo al costado superior de la cama, sea, vestida en una pijama sexy, o desnuda.

Incito inmediatamente borrar ofuscaciones, y me conduzco al baño para tomar una rápida ducha.

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Concluí en no pedirle a Camila la ubicación de Bautista. Cómo tirar dos pájaros de un sólo tiro, iría a la casa de Titan para que él me lo diga, y pediría también su ayuda. Durante mucho tiempo venía considerando en tener alguna alianza de compromiso por lo que de ante mano, busqué una adecuada joyería en particular. Ya era hora de hacerlo, la amaba mucho y con todo lo que pasó, fui consciente que quería quedarme con ella, siempre.

Aparqué mi moto cerca de la casa de Titan, por lo que me dirigía a tocar su puerta. Vislumbré a lo lejos a dos tipos un tanto insólitos, claro, lo decía por su forma en la qué me me observaban. Su aspecto era raro de por sí. Uno de ellos era un morocho, alto y fornido. Por atuendo, llevaba todo rasgado, en algunas partes, tanto en su remera y pantalones, cómo si hubiera tenido alguna clase de pelea, al igual que el otro tipo, sólo que éste era moreno. Dejo de mirarlos nerviosamente, para tocar el picaporte de la puerta, rogando que salgan abrir rápidamente. Por suerte a los segundos aparece Titan.

Titan: ¡Felipe! , por lo visto madrugamos. —me saluda con un apretón de manos para hacerme pasar.

Felipe: En realidad venía a preguntarte por Bautista, pero preciso la ayuda de mis dos amigos.

Titan: ¿Y eso a qué se debe?—pregunta. —Por tu cara, pasó algo con Camila, ¿me equivoco?.

Felipe: No me llenes de preguntas, pero sí, todo tiene que ver con ella, estoy echo percha—murmuro.

Titan: Entonces me lo decís en el patio, Olivia y yo estábamos tomando el desayuno ahí.

Felipe: ¿No le joderá?.

Titan: No, ella ya no es así.—sonríe.

Sigo a Titan por el pasillo, con la mirada puesta al frente. Camino detrás de él mientras me guía hasta las dos puertas corredizas transparentes que hay al fondo conectado al patio trasero. A pasos estaba instalada una mesa, sillas y bancos. En una de ellas estaba Olivia quién al mirarme, posó un ceño fruncido.