Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]

Capítulo 8.

VIII
L'amaro ricordo.

---¡Oh! ¡Benny! ¡Juguito!---- no había llevado mucho tiempo desde que Beckman había salido en compañía de Limejuice, sin embargo para Shanks que les sonreira con dulzura a ambos mientras movía su mano dando a entender que los esperaba parecía ser lo contrario, en esos momentos Uta era cargada por Yasopp quien al ver al dúo que volvió tomo con suavidad la mano de la bebé para moverla en señal de que también los esperaba.

Ambos tomaron asiento y volvieron a la normalidad, de momento, Ben sabía mejor que nadie que no debía de mencionar los acontecimientos ocurridos aquella noche, porque después de todo ambos estaban ebrios, a eso se le sumaba que Shanks lo había confundido con Mihawk, lo único que tenía similar con aquel hombre era el color de su cabello pero en si, no sabía si esa era la verdadera razón, pero por ahora debía tener esa idea clara en la mente.

Algo que aprendió a lo largo de los años, siendo un amante de las mujeres, era que debía pensar siempre lo contrario para que de esa manera lo que en el fondo lo que deseaba se hiciera real, se le hacía tan sencillo hoy en día conquistar a las féminas, pero sería complicado cuando el corazón del pelirrojo por años le perteneció a quel hombre.

Aquel grupo había desayunado de una forma entusiasta, todos hablaban y reían dejando un buen ambiente en el local. Cuando acabaron pidieron la cuenta y entre todos reunieron la cantidad, aunque claro, como de costumbre unos daban más que otros.

Ben fue hacia la mujer de cabello verde oscuro para pagar mientras los demás salían, como los chicos adoraban a la bebé está vez el turno de cargarla fue de Hongo, Shanks se giró para esperar a su amigo, pero como sentía que estaba tardando volvió a entrar, fue ahí donde lo vio sonriendole a la mujer quien sonrojada se cubría la boca, estaba apenada.

Trato de enfocar su mirada para dar con su nombre, fue difícil pero lo logro, Makino, era un nombre precioso en una mujer tan hermosa, por alguna razón se sentía ahora vacío, conocía a su mejor amigo y sabía mejor que nadie que era un hombre fascinado con la belleza femenina, era algo que siempre escucho de él, amaba a las mujeres, amaba su voz, sus ojos, sus delicadas curvas, el aroma de sus cuerpos, amaba tanto aquellas bellezas que era apodado en varias ocasiones por sus amigos como un aventurero. Miro a sus manos por unos momentos, eran diferentes a las de una mujer, eran más grandes y gruesas, pero de inmediato negó rápidamente para salir del local, ¿Qué estaba pensando? Era su mejor amigo y ahora mismo estaba cumpliendo su capricho de que fuera padre, no podía negarle nada, mucho menos coquetear con las bellezas que se cruzarán frente a él.

Camino con algo de desánimo pateando una piedra que estaba frente a él, quizás uso demasiada fuerza ya que al hacerlo está golpeó directamente a un perro quien salió corriendo mientras aullaba de dolor.

---¡Lo siento!--- se disculpo apenado con el pobre animal que había salido corriendo mientras sus amigos lo veían, parecía que toda esa energía positiva que irradiaba el pelirrojo desapareció cuando entro al establecimiento, cosa que los dejó bastante inquietos. En esos momentos Shanks miraba al piso por lo que cuando alzó la mirada para ver a sus amigos ellos rápidamente miraron hacia otro lado, como si trataran de aparentar que no lo veían.

---¿Porqué están tan callados?--- escucharon la voz de Ben quien venía saliendo con una bolsa de papel, parecía que compro algo---, es raro verlos a todos ustedes tan callados.

---terminaste pronto ¿Conseguiste su número?---le respondió Shanks provocando las miradas sorprendidas de sus amigos, la única que no notaba el ambiente era Uta, ella solo estaba jugando con la ropa de Hongo.

---no, solo volví porque quería comprar algo que vi en el menú.

---"¿¡De verdad le dió una explicación!?"--- y por primera vez en sus vidas los pensamientos de aquellos hombres se volvieron uno sólo.