Capítulo 14.

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XIV
[I giorni della giovinezza.]
La promessa e il cuore spezzato.

----tenemos que irnos, Shanks, será mejor que te vistas y te escondas.

Esas fueron las últimas palabras que escucho por parte del mayor antes de llevarse a su hermano menor quién le dio un cálido beso en los labios para luego alejarse mientras arreglaba sus ropas.

---volveré mi petirrojo--- y al igual que el más alto, también encucho unas cálidas palabras por parte de su pareja.

Eso era algo que usaba solo entre ellos dos, algunas veces lo llamaba por su nombre cuando estaban en privado, la gran mayoría sería por su apellido, pero el mayor secreto era aquel sobrenombre tan cariñoso donde Mihawk hacía no solo alusión al color de su cabello sino a lo que el simbolizaba para él, la libertad y eso eran aquellas preciosas aves carmesí. Sin embargo se vio obligado a hacerle caso a las palabras de Crocodile, se vistió y luego de esconder sus cosas en una pequeña caja que tenían ahí, bajo de la casa para esconderse entre los brazos de los adultos.

Roger estaba preocupado, ya que no se dio cuenta en el momento cuando el hermano mayor del Dracule entro al patio para llevarse a su hermano, Rayleigh aún no llegaba de hacer las compras por lo que eran solo ellos dos en la casa. El adulto acariciaba sus cabellos, ya que para esos momentos estaban ambos sentados en el sofá, aquel pequeño estaba manteniéndose tranquilo, quería creer que todo estaría bien ya que en ningún momento el hermano mayor de Mihawk lo trato mal, únicamente se llevó a su hermanito.

Sin embargo la tranquilidad para su corazón duró poco, escucho unos golpes en la puerta para luego pasar a ser gritos, mismos que fueron controlados por la llegada de Rayleigh. Por alguna extraña razón su mente no podía recordar claramente lo que decían aquellos adultos, sin embargo algo que se quedó grabado en su cabeza para siempre fueron las palabras de aquellos dos adultos de cabellera negra.

---ese maldito mocoso pelirrojo enfermo a nuestro hijo, nuestro hijo era normal y asistía a las clases, hoy nos enteramos que faltaba de forma constante para venir a ver a ese asqueroso sitio.

---los de su tipo no son más que una enfermedad causada por las hormonas.

---señores por favor, les pido el debido respeto porque están en mi casa y no puedo permitir que le hablen así a un niño, Shanks en ningún momento hostico a ese niño, él venía por su cuenta, jamás lo obligó--- decía con voz serena Rayleigh---, así que les pido que no tengan esa mentalidad, ellos se aman.

Lo próximo que escucho fue un golpe seguido de maldiciones, para ese momento Roger se levantó y fue hasta la puerta, no tuvo la suficiente paciencia como su amigo por lo que de la misma forma le regreso aquel golpe con fuerza al padre de Mihawk, Shanks pudo ver todo desde el sofá con una expresión de sorpresa en el rostro, los adultos gritaban pero él no podía escuchar, al poco rato sus ojos se llenaron de lágrimas para luego solo caer en la oscuridad.
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Cuando despertó estaba en su casa, Roger, Rayleigh y sus padres estaban en la sala hablando, los Akagami les agradecieron por haberlo traído a casa, no estaban molestos pero si preocupados. Para ese momento Shanks no tenía ganas de nada, así que solo cubrió su cabeza con la almohada para nuevamente caer dormido.
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----estan locos--- soltó Roger para luego mirar las galletas que había dejado la madre del pequeño, quería seguir actuando en su papel serio pero al final el hambre lo venció y termino comiendo.

---no tienen que preocuparse, en parte es nuestra culpa, les dimos la libertad de ir a nuestra casa y al ser dos jóvenes creo que...se emocionaron--- miro Rayleigh al padre de Shanks---, de haberlo sabido...no...

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora