Capítulo 4.

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IV
Le cose di due uomini e un bambino.

Para Shanks era muy gustoso poder ver la sonrisa de su amigo, después de todo al ser tan unidos y llevar tantos años juntos era normal que verlo alegre le fuera contagioso, sin embargo le tomo algo de tiempo notarlo, Ben había admitido que también estaba encantado con la pequeña que ahora llevaba en brazos, no podía negarlo aquella bebé era encantadora, fue por ello que la eligió entre tantas posibilidades.
Se acercó a su amigo para acariciar los cabellos de la niña quien de inmediato le soltó un golpe en la mano para que la alejara y así refugiarse en los brazos de la persona que la cargaba, era sincero, se sentía ofendido. Acaricio el área donde su hija lo golpeó para luego oír las risas divertidas de las mujeres que espiaban la escena, las miro con recelo a lo que ellas reaccionaron alejándose del lugar, sin embargo aquella mirada "matadora" que les dió Shanks cambio de forma drástica a un puchero con unos ojos llorosos, esos a los que apodaba Ben "lágrimas de cocodrilo" porque siempre lo hacía para chantajearlo.
---¿Y ahora que paso?---, dijo el pelinegro.
---Uta me pegó, soy su padre pero te quiere más a ti...
---es porque yo actuó como su padre, no como un niño
----¿Qué estás insinuando Beckman?
---que aún eres demasiado infantil y eso que fuiste tú el de la idea de la adopción.
---si no querías adoptar conmigo debiste decirlo.
Ben miro a su amigo, era obvio que nuevamente estaba haciendo un berrinche, fue por ello que acomodo a la bebé cargándola en un brazo y extendiendo el otro le ofreció refugio al pelirrojo, Shanks cerro sus ojos y le dió la espalda, pero no le duró mucho ya que a los tres segundo lo abrazo---, jamás te dejaré solo, deja de hacer tus berrinches y vamos a comer---. Dijo al mismo tiempo que acariciaba su espalda, después de todo solo él sabía cómo reconfortarlo.
---pero si Uta te quiere más a ti... ¿Quien me quiere a mi?
---yo, yo te quiero---, lo miro---¿Feliz?
---si---. Sonrió.
---ahora ¿Qué haz traído para que coma?
---lo único que se hacer, sandwiches---sonrió orgullo para luego verlo--, ¿Decepcionado?
---lo que importa es la intención, gracias.
Ben con la niña en brazos se levantó apartando a Shanks, le indico que lo siguiera a lo que el pelirrojo asintio, ambos caminaron en silencio hasta el comedor de la compañía, siendo seguidos por las miradas de uno que otro curioso, al llegar tomaron asiento, el pelinegro no podía evitar sonreír mientras miraba a la bebé que tenía en brazos pero para poder comer se la entrego a Shanks quien de inmediato comenzó a jugar con ella.
---¿Cuánto falta para que vuelvas a casa?
---no mucho en realidad---tomo la mochila que le entrego su amigo para posteriormente abrirla y sacar su comida---, ocurrió algo en la casa ¿Verdad?
Negó---, claro que no mi amor ¿Por quién me tomas?
---preguntó porque te conozco mejor que nadie, dime la verdad y no me voy a enojar.
---pues para que lo sepas, nada malo paso, el único problema que tengo ahora es que, bueno Uta es un bebé.
---ajá...
---entonces aún no cumpleaños.
---continúa.
----y quiero organizar algo para ella, aún falta para su cumpleaños pero me gustaría hacer algo para que sepa que es bienvenida.
Mientras su amigo hablaba el otro estaba comiendo escuchándolo atentamente, sabía bien que la forma en la cual el pelirrojo demostraba afecto era esa, con un exceso de contacto físico, detalles hechos por el mismo y entre ellos estaban las fiestas sorpresa, jamas olvidaría todas aquellas veces desde que lo conoció cuando cumplía años, Shanks tenía la costumbre de meterse en su closet con un pastel, para cuándo el llegaba de cualquiera de las cosas que solía hacer fuera de su hogar, su amigo de una patada abría la puerta mientras gritaba a todo pulmón "¡Feliz cumpleaños Ben Beckman!" En un par de ocasiones incluso lo asustó tanto que se desmayo, pero con el paso del tiempo se acostumbro tanto que al momento de ingresar a su habitación mencionaba "espero y no rompas la puerta" por lo que él mismo la abria para que su amigo con una hermosa sonrisa como la luna creciente apareciera.
No era indiferencia, más bien costumbre.
Fue por ello que cuando lo miro asintio aún con la boca llena, trago y continúo---¿Qué tienes en mente?
---podriamos los chicos, nosotros y algunos vecinos venir... ¿No?
---lo de todos nosotros no está mal, pero dudo que los vecinos acepten ir a una fiesta de bienvenida para una bebé que fue adoptada por dos homosexuales.
---pero tú no...
Lo señalo---. Escúchame bien Shanks, se mejor que nadie mi orientación sexual, pero yo estaba decidido a ayudar, por lo que desde que firme esos documentos, te deje entrar a mi casa y comencé a cuidar de esa bebé para el mundo no pasó de un maricon, y no me molesta porque todo esto lo hago para ayudar a mi amigo.
---Ben...
---no me mires con esa cara de sorpresa, siento que estoy haciendo algo raro, ¿No lo recuerdas? Yo te lo prometí, no importa lo que pase, no importa que camino elijas yo siempre estaré contigo, si quieres publicar tu novela hazlo, si acabas en la calle yo te cuidaré, si regresas a dar consultas como un psicólogo yo te ayudaré a levantar todo, yo siempre estaré para ti Shanks.
Usualmente el nombrado era quien expresaba a no más poder sus sentimientos, por lo que cuando otra persona lo hacía refiriéndose a él le era bastante sorprendente, Ben no era alguien de muchas palabras, lo sabía por todos estos años pero cuando se dignaba a revelar como se sentía era incluso más intenso que él, si Shanks era un huracán de sentimientos, Ben era un tsunami que arrasaba con todo a su paso, bajo la mirada, el pelirrojo estaba sonrojado, estaba tan rojo que incluso su rostro se confundía con su cabello, no sabía a dónde mirar.
Ahora había un problema muy grande, su corazón estaba gritando.
A su mente llego como un relámpago una imagen agridulce de aquellos poderosos ojos que hicieron hace muchos años vibrar cada una de sus células mientras su corazón amenazaba con destruirse por la fuerza en la cual latía. Aquel hombre que conoció por accidente esa tarde de primavera en el parque de la cuidad. ¿Porqué cuando Ben era así con el, llegaba él a sus pensamientos? Ya ni siquiera era capaz de identificar su propio estado de ánimo por lo que cuando levantó la mirada noto como su amigo estaba igual.
Ambos estaban sonrojados.
---mierda---cubrio su rostro avergonzado el mayor---. Shansk no quiero que te vayas a equivocar ni nada, bueno es que ...mierda, me haces decir cosas sin pensarlo.
---e-eres... ¡Eres un tramposo Ben!---le reclamo avergonzado, no podía hacer mucho, ambos siempre terminaban hablando de más pero no era como para terminar haciendo una escena y menos con una bebé---, se supone que el romántico soy yo ¡Tramposo! ¡Me robas mi rutina!
---¿¡Acaso esto es una comedia romántica!?
---¡Entonces deja de actuar como doncella! ¡Se supone que el que actúa así, soy yo!
---¿¡Quien actúa como doncella!?
Se miraron, aunque el rubor en su rostro era obvio terminaron por reír, era tanta la costumbre que estos momentos no eran más que vagos, sin embargo al final eran guardados de manera especial en una caja aterciopelada, si, sonaba demasiado extraño pero era una manera en la cual, como si fueran fotografías, llegaban a su mente resguardandose para ser liberados en cualquier momento.
---bien, entonces, regresando a lo normal, ¡yo también te amo mucho Benny mi amor!
El nombrado suspiro para luego verlo con una sonrisa---, bien, se que contigo no se razona. Ahora ¿Qué planes tienes?
---¡Vamos a la playa!
---le hará daño el calor y el sol a Uta.
---¡Disneyland!
---lo mismo, además con tantas personas acabará muy sensible. Mejor hagamos una reunión en la casa, podemos hacer carne asada, ya vimos que se siente cómoda con los demás.
---tienes razón---sonrió---, ¿Cuándo la haríamos?
---¿Que te parece en dos semanas?
---¡Si!
.
.
.
El primero en irse fue Shanks, a la bebé le había hecho muy bien ver al mayor, por lo que Ben con más ánimos siguió trabajando, sin embargo varios compañeros bromearon con el diciendo que debía tomar tiempo libre extra para "amamantar" a su hija, claro que el hombre los ignoro y siguió con su rutina normal hasta llegada la hora en la cual su jornada finalizaba, después de eso se fue bastante tranquilo a su hogar.
Para su sorpresa una vez ingreso a la casa todo estaba en orden, Uta estaba en el piso recostada sobre una manta jugando con unos globos que tenía amarrados a los pies y Shanks terminaba de cocinar o más bien, terminaba de acomodar lo que compro para aparentar que lo cocino. Ben lo pensó unos instantes, después de hacerlo se acercó y coloco su mano en la cadera del pelirrojo acercándolo para luego decirle al oído con la voz ronca---, dime mi amor ¿Qué hiciste de comer?
Pero al ver el rostro completamente rojo de su amigo con una expresión de sorpresa se alejó a una velocidad sorprendente al mismo tiempo que se disculpaba.
---¡me tomaste por sorpresa!, ¡No hagas eso mientras pienso cosas!
---¿Desde cuándo piensas?
---muy gracioso Benny---lo miro.
Ambos se miraron por unos instantes al final terminaron por reír, al mismo tiempo que tomaban asiento para hablar y así planear todo lo que se necesitaba para la fiesta de bienvenida de su pequeña hija.
Ambos eran opuestos, eran dos hombres completamente diferentes pero apesar de ello, se entendían demasiado bien, era como si fueran la mitad que necesitaban en esos momentos.

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora