Capítulo 13.

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XIII

[I giorni della giovinezza.]

Un brutto segreto.

Desde aquel día cuando menos se daba cuenta, barras de chocolate aparecían, ya fuera en su uniforme, mochila o incluso su lugar, en un inicio trato de averiguar cómo lograba Mihawk que dicho dulce estuviera intacto durante tanto tiempo, pero le era difícil ya que aquel chico sabía guardar secretos y de la misma manera como la duda crecía, el tiempo volaba, finalmente llegó el tan ansiado viernes, día donde la práctica de kendo fue suspendida tal y como dijo el pelirrojo.

Todos los alumnos de dicho club salían felices, mientras que el resto de los clubes escolares se quedaban atrás, Shanks con una alegre sonrisa en los labios se despidió de su amigo con un ademán de mano, Ben hizo lo mismo para que Yasopp al notar al pelirrojo imitará la acción al ver que se iba en compañía de Dracule.

Ambos caminaban en silencio total, algo sorprendente viniendo del pelirrojo ya que era él quien siempre comenzaba la conversación, fue por esta razón que los ojos ámbar de joven se posaron en su amigo con la intención de que la misma presión de su mirada lo obligará a hablar, pero Akagami solo mordió sus labios ejerciendo presión contra sus dientes mientras giraba su rostro en otra dirección. Al paso de unos cuantos minutos llegaron a la tan ansiada casa, fue en ese momento donde hablo Mihawk.

----llegamos, ahora dime ¿Porqué el silencio?

---es que...no sabía que decir...

---raro en vos--- aclaro su garganta el más alto---, quiero decir...estoy tan acostumbrado a oírte hablar que, es raro para mi que estés en silencio---. Para ese momento los ojos del pelirrojo se abrieron de golpe, para él era una enorme costumbre de que las personas le dijeran que hablaban mucho y para que guardará silencio por un breve momento lo ignoraban, era incluso algo normal para él, al grado de que creyó que sería cómodo para aquel muchacho que guardará silencio por aquel trayecto rumbo a la casa de Roger.

No lo quería decir en voz alta pero estaba demasiado feliz, porque ahora sus palabras tenían un significado especial para alguien, caso contrario a su primer amigo, ya que en la cuidad pasada donde solía vivir un vecino y amigo del colegio de manera constante solía decirle que era irritante, además de que con gritos le exigía silencio, así era su forma de ser y no le molestaba los modos de aquel joven que respondía al nombre de Buggy.

Seguramente aquel chico de cabello azul estaría mirando con una expresión bastante cómica ahora mismo a Mihawk, pero eso no importaba de momento, porque estaba demasiado feliz con las palabras de la persona que amaba. No pudo evitarlo, se llevó ambas manos a su pecho, ambas temblaban suavemente y a su vez estaban sudando, el amor era algo vergonzoso.

---¡Oh! ¡Shanks!--- sin embargo se vio obligado a reaccionar ya que Roger venía llegando en compañía de Rayleigh---, pensé que llegarían más tarde pero que bueno que están aquí.

---¡Roger!--- sonrió para acercarse a él---, él es...

---Dracule Mihawk, un gusto--- hizo reverencia y continuo hablando sin levantar la cabeza---. Shanks me ha contado muchas cosas de usted, se ve que le tiene aprecio y tanto usted como el señor Rayleigh deben ser unas buenas personas.

---me halagas muchacho, el gusto es mío--- sonrió ampliamente permitiendo que el joven de cabello negro levantará la cabeza---, nosotros los vamos a dejar solos, también les dejamos unos refrescos y botanas en la casa del árbol--- cubrió su boca riendo levemente.

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora