Capítulo 22.

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XXII
Per Forza, le scarpe non si adattano.

¿Alguna vez has sentido el miedo? Es una sensación extraña que recorre el cuerpo de todos los seres vivos, saber que eres presa de lo desconocido, que en cualquier momento lo puedes perder todo, un dolor indescriptible mezclado con la confusión, es una extraña mezcla de sentimientos encontrados que obligan a las víctimas a escapar o mínimo intentar luchar por sobrevivir.

Aquel pelirrojo había ido a la habitación de su hija, la niña ya se había bañado, además de haber visto su programa favorito para luego correr contenta a su habitación donde su padre la esperaba, la arropó con cariño para luego leerle un cuento, seguido de ello beso su frente y con una sonrisa nerviosa salió de la habitación. Escucho al pasar por el baño como el agua corría, seguramente Ben se estaba bañando por lo que corrió a su habitación donde al entrar se encerró con llave.

"Él no sería capaz" fue lo que se repetía constantem en su mente, no quería creer que su amigo esa noche intentaría tomarlo por la fuerza, pero sabía que una vez que elegía a su presa para que pase la noche bajo las sábanas con él, siempre terminaba atrapandolas, incontables mujeres habían estado disfrutando el movimiento de sus caderas y él no quería ser el siguiente en su lista, esa razón se debía a Mihawk.

Sin embargo se había dicho así mismo que si permitía que Beckman fuera más lejos habría una posibilidad de que comprendiera todo, pero ahora ya no estaba tan seguro de esa teoría, fue por esa razón que cambió sus ropas por su pijama y se metió bajo las sábanas, seguro de que una puerta, además de estar bajo las cobijas sería más que suficiente para protegerlo.

Mientras dormía soñó con aquellos días de juventud antes de que llegará aquella persona a su vida, pasaron inumerables aventuras durante ese tiempo, recordaba que no había sido fácil para el dejar a su primer mejor amigo en la otra cuidad, ya que mudarse siempre era difícil, después conoció a Ben porque al chico de cabellera negra le habían encargado que le mostrará la institución y fácilmente pudo congeniar con él, lastimosamente nunca supo los sentimientos del muchacho porque siempre lo vio rodeado de hermosas mujeres, durante ese tiempo también se volvió a encontrar con Roger, aquel hombre que le dio un gran regalo para ser valiente, mismo regalo que imito aquel niño que se enamoró de su pequeña, que curiosa eran las cosas. Poco a poco a su mente llegó Mihawk, estaba seguro de que si no hubiera sido por él habría caído rápidamente en la locura de la soledad, porque aquel joven fue con el único que pudo congeniar de la misma manera, ya que sufrían de lo mismo.

Sin embargo comenzó a sentir que le hacía falta el aire por lo que algo asustado abrió los ojos solo para ver a Ben besándolo, aquella impresión fue tal que lo empujó ocasionando que se alejará de el, no sabía en qué momento había comenzado o mucho menos como entro a la habitación si hasta hace poco la había cerrado con seguro. Miro a su lado el reloj notando que eran 12:00 de la mañana, estaban en plena madrugada por lo que algo asustado lo miro.

---tengo la llave de todas las puertas de la casa--- le respondió como su pudiera leer los pensamientos por lo que, sin darle más tiempo volvió a besarlo.

El más bajo trato de romper con aquel contacto, sin embargo el moreno lo tomo por las muñecas, sujetándolo y colocándolas sobre su cabeza de forma que lo inmovilizó, la necesidad de respirar era mayor por lo que detuvo aquel beso respirando agitado, quiso continuar solo que ahora beso la punta de su nariz y bajo lentamente, quería besar cada parte de su cuerpo para demostrarle cuando lo amaba pero si lo soltaba seguramente escaparía, esa fue la razón por la que ya iba preparado, así que uso una de sus corbatas con las que iba a trabajar para atar sus manos en la cabecera de la cama.

---¿¡Qué hiciste!?---reclamo sorprendido Shanks al notar como estaba inmovilizado, él no era alguien que le gustará ese tipo de cosas al momento del sexo, le ponía nervioso ser incapaz de moverse, Mihawk en una ocasión quiso intentarlo pero cuando vio sus ojos llorosos se detuvo, pero esto era una parte de él que desconocía su amigo, fue por ello que sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas mientras su labio inferior comenzó a temblar por el nerviosismo,---- B-beck... suéltame por favor...

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora