Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]

Capítulo 17.

XVII
Un amico e un amante.

---¡Pero que idiota!--- escucho Ben la voz de Uta quien entraba molesta mientras pisaba con fuerza en el piso, por lo que mientras dejaba el periódico en la mesa se inclino un poco sobre la silla para poder ver a la niña quien al llegar a donde estaba el adulto coloco sus manos en su cintura para luego mostrar un puchero, ----¡Luffy es un idiota!--- se quejó.

----bienvenida--- sonrió como si tratará de restarle importancia a el asunto sobre su nueva pelea con aquel niño de sombrero de paja, mismo sombrero que le regaló Shanks al pequeño en su cumpleaños pero el secreto detrás de ese regalo era otra historia, ya que usualmente solían pelear, a veces por como dibujaban, otras por quien comía más y la gran mayoría por quien ganaba o perdía, era normal que discutieran para al día siguiente actuar como si nada hubiera pasado--- ¿Qué te ocurre?

----¡Luffy dijo que le gustó! ¡Es un idiota! Los amigos no se pueden gustar--- infló sus mejillas para luego cruzarse de brazos.

---oh, es eso, es normal en los niños fijarse en las niñas bonitas--- la miro ocasionando que su hija se sonrojara---, no te enojes Uta aunque Luffy haya dicho que le gustas eso no quiere decir que pueden dejar de ser amigos, creo que fue muy valiente en decirte cómo se siente.

---¿Porqué?

---bueno, verás, no todas las personas tienen el valor para expresar sus sentimientos y eso ocasiona que pierdan a esa persona, así que creo que eso ha sido el acto más valiente que puede hacer un niño, está bien si te enojas pero mínimo debes de ser cortes y decirle que solo es un amigo.

---¿Eh? Solo le pegue en la cabeza, le dije idiota que no lo quería y me fui.

Ben suspiro para luego acercarse más a la niña, se inclinó y la abrazo--- vale, está bien ya después yo veré qué pasa ¿Quieres comer?

Uta lo miró ---- ¿Donde está papá?

---bueno, Shanks salió, hoy iba a cerrar su contrato con la editorial y van a publicar su libro ¿Quieres ir a comprar comida y venimos acá? Así lo sorprendemos.

---¡Si!--- sonrió alegre la niña--, quiero comida de Makino, vamos al restaurante de Makino.

---se lo mucho que te gusta la comida de ahí, desde que eras bebé íbamos a comer ahí---la miro con una sonrisa---, bien ahora ve por tus cosas para que salgamos.

---¡Sip!

Dichas estás palabras la niña fue a cambiarse, al estar vestida bajo con una sonrisa en labios para tomar la mano del adulto quién de inmediato emprendió el camino hasta el restaurante que estaba cerca del centro de la cuidad. Recordaba claramente como dieron con ese lugar por azares del destino, no es como que lo conocieran muy bien, eran todos una bola de ebrios en busca de comida y la suerte los dejo ahí. Al final mediante los años ese lugar de volvió su "guarida" porque incluso a la pequeña le encantaba la comida que había en ese lugar.

Al llegar el lugar estaba un poco vacío, a excepción de dos personas que estaban pidiendo algo de comer, Ben enfoco su mirada solo para notar que ahí estaba su jefe en compañía de su hermano menor y abogado de la empresa, aquel alto hombre de cabello negro con un habano en los labios se giro levemente al sentir la mirada sobre su espalda, usando sus dedos saco el puro de su boca exhalando aquel humo con una expresión neutral en el rostro.

---buenos días Beckman--- saludo el hombre.

---buenos días jefe.

---estamos fuera de la empresa y del horario muchacho --- informó para luego girar su mirada a la niña quien lo miraba sonrojada, así que le dedico una suave sonrisa---, buenos días a ti también preciosa---. Uta en respuesta, se escondió tras su padre con el rostro enrojecido.