Capítulo 15.

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XV
Sicurezza tra le tue braccia.

Ben volvía de la tienda, había comprado tanto agua, como varios dulces para que Uta probará, además de que le compro una barra de chocolate a Shanks, si no mal recordaba siempre le gustaron los chocolates, pero le era difícil hoy en día comerlos por la bebé, ya que si lo veía comiendo algo le pediría, además de que el pelirrojo al ser tan débil con los niños terminaría dándole dicho dulce a la niña, causando que tuviera un exceso de energía y para ambos sería decirle adiós a la noche de sueño.

Mientras caminaba completamente tranquilo noto con su mirada a su amigo de pie con la niña en brazos, pensó que era normal, hasta que lo vio temblar.

---¡Shanks!--- le gritó para correr hasta él donde por suerte lo tomo entre sus brazos evitando que cayera al piso con la niña entre sus brazos--- ¿Qué te pasa?, ¿Estas bien? ¡Shanks!

----volvio...Mihawk volvió...él... volvió.

---Shhh, Shhh--- le indico que guardará silencio, tomo a la bebé en sus brazos para después dejarla sentada en el pasto, se colocó la cangurera y finalmente acomodo a la bebé en dicho aparato---, ven...vamos a casa--- dicho esto acarició los cabellos del más bajo y rodeando su brazo en la cintura ajena lo ayudo a caminar, durante todo el trayecto le susurró frases para calmarlo, intentaba que su amigo se tranquilizara pero, aunque fue difícil al final lo logró.

Ya una vez en el hogar de ambos, Ben dejo a la bebé en el piso para que pudiera andar libre jugando con todos los juguetes que le llevaron sus amigos cuando fue su "fiesta de bienvenida" la pequeña estaba bastante entretenida en el piso de la alfombra mientras mordía un sonajero con forma de un gato azul sin orejas que le había regalado Lucky, según él "Uta le robó las orejas a Doraemon." Mientras la pequeña estaba ignorante en su mundo el mayor se encargó de Shanks, aquel pelirrojo ahora no era más que un completo manojo de nervios, estaba sentado en la silla del comedor mientras se abrazaba a sí mismo a su vez que se mecía de un lado a otro tratando de calmarse, solo Dios sabía que fue lo que ocurrió aquel viernes que no asistieron a clases, ya que al lunes siguiente Mihawk había desaparecido de la cuidad mientras el más bajo solo era un alma en pena, perdido y sin emoción alguna después de aquella partida sin explicación.

Ben nunca odio a Mihawk, en su lugar lo veía como a un muchacho bastante extraño que de vez en cuando usaba un acento algo extraño que se le hacía "chistoso" mismo asentó al joven de ojos ámbar le disgustaba porque era consciente del efecto que causaba, caso contrario con Shanks porque aunque se reía de su manera de hablar, jamás se enojó con él. Sin embargo era consciente de que a su amigo siempre le gusto y aunque era curioso entorno a lo que ocurrió para que se fuera aquel muchacho estaba seguro de que tenía algo que ver con los sentimientos de su amigo, pero jamás le pregunto más que nada por respeto.

---aquí--- dijo con voz suave llamando la atención de su amigo quién miro que frente a él había una taza de té de limón---, necesito que te calmes o vas a asustar a Uta.

---gracias Beck--- dijo con un hilo de voz para tomar entre sus manos la taza y llevarla a sus labios donde bebió aquella cálida bebida.

---¿Qué te dijo Dracule?---preguntó finalmente---, estabas hecho un montón de nervios cuando te encontré, dímelo e iré a golpearlo.

---no exageres---rió suavemente para dejar la taza en la mesa y luego mirarlo---, solo dijo que le parecíamos una linda pareja y me felicitó por la bebé, en ningún momento lo vi de frente creo que, piensa que fue algo así como con un vientre alquilado por el color de su cabello.

---mitad rojo y mitad blanco---pensó---, espera... ¿Me dijo viejo?

---lo siento--- dijo mientras se levantó de golpe llamando la atención de Beckman---, tengo que salir o haré algo estúpido.

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora