Capítulo 1.

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I
Le cose che mi preoccupano di te.

Amar a la vida es bastante complicado, lo sabía mejor que nadie, normalmente las personas no suelen tener buenas intensiones con aquellos rayos de esperanza que llegaban a la tierra, esas personas de puros sentimientos siempre acababan mal, es por ello que siempre se dedicó a cuidarlo.
¿Cuándo fue que todo comenzó? Lo recordaba como si fuera ayer, le dio una última calada al restante de su cigarrillo que estaba por terminarse, después de acabar con él tendría que salir del área de fumadores para firmar los documentos de adopción, el amor te hace hacer cosas estúpidas, pero su caso ¡Fue el peor de todos! Ben Beckman estaba por firmar unos documentos junto a su mejor amigo Akagami Shanks para adoptar un bebé.
¿Como acabo así? Ha, si, ya lo recordaba, su problema inicio desde que ese torbellino pelirrojo llegó a la cuidad.
Hace varios años atrás, cuando solo era un estudiante normal de secundaria que tenía una rutina normal, asistía a clases, las chicas se le declaraban, enamoraba a muchas por ser el capitán del equipo de arquería y tenía citas con las mujeres que le llamarán la atención, muchos lo llamarían como "niño precoz" pero no le interesaba, su madre había fallecido al darlo a luz y su padre al ser un ejecutivo importante rara la vez estaba en la casa, por lo que las reglas le daban igual siempre y cuando su promedio académico no se viera afectado.
Cierto día mientras salía de casa rumbo al colegio se dio cuenta que la casa que estaba alado había sido comprada por una familia de pelirrojos "Akagami" era el apellido de la familia, vaya colmo en la vida, no quiso tomarle importancia, por lo que reanudó su caminata.
Cabe a resaltar que su vida tenía solo tres colores, blanco, gris y púrpura, por lo que todo con el pasar de los días, la monotonía y el andar del tiempo le hacían perder el interés.
--¡Oye! ¡Yo también voy a esa escuela!, Me llamo Shanks ¡Vamos juntos!--pero en cuanto ese joven lo tomo del brazo, su mundo cambio.
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--buenos días jóvenes, el día de hoy tendremos un nuevo alumno, su nombre es Shanks, por favor sean amables con él--dijo el profesor Kuma con una voz tranquila, este profesor era simplemente mágico ya que incluso los alumnos más atolondrados lo obedecían, no era alguien que les diera miedo o autoritario, por el contrario era amable y flexible. Cuando el nombrado entro a la habitación, sonrió ampliamente saludando a todos como si fueran amigos de toda la vida, era muy extraño sin duda alguna--, Ben, vi que llegaron juntos ¿Podrías mostrarle después la escuela?
--esta bien maestro.
El joven pelirrojo solo pudo sonreír para después tomar asiento junto al chico de cabello negro quién prestaba atención a la clase.
Al finalizar Ben caminaba siendo seguido por Shanks, el pelirrojo asentía a todo lo que le comentaba en relación a los lugares de la escuela con una fina sonrisa en los labios--bueno, ya que haz sido el primero, seremos amigos.
--dudo que me des la opción de elegir...
--bueno, puedes ser mi amigo o mi super mejor amigo~
--¿Existe diferencia?--lo miro arqueando una ceja.
--la diferencia es...--Ben había seguido con su caminata, pero noto que el pelirrojo se había quedado atrás, con duda giro su cabeza hasta que lo vio correr en su dirección para después saltar, cayendo casi de forma milagrosa en sus espaldas y para evitar caer se balanceo un poco hasta que lo tomo por las piernas para tener equilibrio--¡El afecto!
--no me digas que eres uno de esos raritos...
--¿Eh~? ¿Uno de esos? Sabes, sería muy triste que mi nuevo mejor amigo sea un intolerante que piensa que el amor que se debe dar o recibir depende de lo que está entre las piernas de una persona, el amor viene del alma, nosotros los humanos nos enamoramos del alma, tú ¿Amarías a una mujer que es hermosa pero es cruel con los animales y las personas?
--lo que acabas de decir fue bastante sabio...
Shanks sonrió--lose, así que espero que tú no te quedes estancado con ideas erróneas, ¿Está bien Ben?
--si.
--ahora, ¡vamos! Llévame a la cafetería yo te invitaré algo por hoy.
Dichas estás palabras el joven de cabellera negra camino aún con el chico pelirrojo en su espalda, pero por primera vez ese mundo de tres colores cambio ante sus ojos, ya ni siquiera escuchaba a las malas lenguas.
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---Ben, date prisa, la señora está esperando---dijo Shanks con una sonrisa al mismo tiempo que movía su mano, fue ahí donde noto que, una vez más de quedó vagando en sus pensamientos.
--sigo sin comprender cómo me convenciste de hacer esto...si se dan cuenta que no somos pareja y que los papeles son falsos nos va a ir peor.
--Lucky es un chico con suerte, esos documentos de matrimonio nadie sospechará--sonrió--, además estoy muy solo, una hija no es mala idea.
--los niños no son objetos de compañía Shanks.
--me ayudará a madurar.
--¡Primero debes madurar después tener hijos!--el único adulto en mente suspiro al mismo tiempo que con sus manos frotaba su rostro--¿Qué mierda te paso? Desde que volviste de esa boda tú...
--shhhh~ nada de palabras, la niña es preciosa, me enamoré de ella desde que la vi--noto la mirada acusadora de su amigo por lo que elevó ambas manos--, no, no de esa forma, no me mires así por favor. Solo te pido una ayudadita más, ¿Si?
--esta bien...pero si llega la policía me desaparezco ¿Entendido Shanks?
--se que nunca me vas a dejar solo--sonrió--, nunca lo hiciste desde ese día que ocurrió...ya sabes...
--no hablemos de eso--se acercó, Ben miro a los ojos de su amigo, cuando llegaba ese tema de conversación ese brillo desaparecía, odiaba verlo así, por lo que acercó su mano acariciando sus cabellos que rara la vez peinaba, con una sonrisa juguetona se encargó de despeinarlo para después atraerlo a su hombro donde lo dejo por unos instantes--, vale, pero si esa señora pregunta yo voy arriba pero tú le das el apellido, ¿Entendido?
---si mi comandante--rió.
Ambos platicaban en camino a la oficina, al llegar un mujer mayor les entrego la documentación al mismo tiempo que hacía preguntas de rutina, cabe a resaltar que la razón por la cual dejaron a Shanks adoptar fue porque comenzó diciendo "será discriminación si me niegan adoptar", aquella mujer no sabía ni que hacer, mucho menos cuando llegó Ben como su "pareja"
--muy bien, ¿Qué apellido usará la niña?
--Akagami, por supuesto, como yo.
--si apellido es ¿Akagami? Usted ...un pelirrojo
--si, ese es mi apellido.
--¿Esta seguro? Creo que el apellido de su esposo es mejor.
--Uta Beckman suena muy aburrido, Uta Akagami suena genial, eso la destinará a la grandeza.
Mientras el pelirrojo hablaba con ademanes de grandeza aquella mujer no pudo evitar mirar a Ben, quién de inmediato le hizo la señal de que prosiguiera con los trámites, antes de que firmara el hombre de cabellos negros la mujer dijo--lo siento mucho--acompañado de una reverencia, era claro que ella comprendió lo complicado que era una vida junto al pelirrojo, pero no importaba, estaba más que acostumbrado a su forma de ser, lo conocía mejor que nadie, sabía que era un torbellino imparable de emociones, un hombre que una vez que se propone algo no para hasta obtenerlo, así que velo aquí, un hombre heterosexual con su amigo bisexual, usando documentos falsos para poder adoptar una bebé de no más de 4 meses de nacida, misma niña que perdió a sus padres en un accidente.

Ambos fueron guiados a los cuneros dónde estaba la niña con el cabello mitad rojo, mitad blanco, era extraño, no pudo evitar pensar que él acabaría con el cabello blanco o gris cuando más viejo, si veía detenidamente a esa niña, sería como una mezcla de sus cabellos, era cierto, Shansk no mintió la niña era preciosa por lo que una sonrisa salió de sus labios.
--¿Y bien?--lo miro sonriendo a lo que se sonrojo por aquella mirada--, te lo dije Ben, ella es hermosa, apartir de hoy, demos todo de nosotros para criarla bien.
--si--lo miro de nuevo--, espera ¿Qué?
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--¡¿Qué diste mi dirección para que vayan a visitarnos los del orfanato?!--Ben tenía unas enormes ganas de ahorcar a su amigo por haberlo metido en más líos, según lo que le dijo fue que solo lo necesitaba al momento de firmar los documentos, pero ahora debían vivir juntos por si en cualquier instante una trabajadora social llegaba a darles una visita--¿Sabes cómo es mi casa?
El pelirrojo solo podía refugiarse en la bebé al mismo tiempo que hacía un puchero--si, por lo menos creerán que somos una pareja sexualmente activa que se sabe cuidar con tantos condones que tienes...¿Porqué me miras así?
El hombre suspiro--bien, supongamos que tenemos que vivir juntos por un periodo de tres visitas de la trabajadora, si tengo espacio pero no las cosas para que una bebé viva ahí.
--no te preocupes Beny cariño
---no me digas Beny y mucho menos cariño...
--ahora mismo nuestros amigos están en tu casa llevando todo para la bebé.
---¿Todos?
---todos.
--bien Shanks, ¿crees que un montón de borrachos en la casa ahora es buen ambiente para la niña?
---¿Qué tiene de malo? Tendrá a papá fumador y papá alcohólico, será bueno que se haga a la idea.
Las cosas que más preocupaban a Ben en cuestión a su amigo era lo extremamente relajado que era, además de que nunca le veía el lado malo o negativo a la vida, por lo que, la adopción ahora no parecía tan buena idea, sin embargo debía dar todo de él para poder apoyarlo, porque su mayor miedo, era que se repitiera el accidente. Ese accidente que le provoca pesadillas hasta el día de hoy.
Ese accidente donde ese rayos de luz, casi desaparece a la merced de unos ojos ámbar.

Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora