XIX
La sincerità di un cuore spezzato.Desde que era joven siempre fue un amante de las mujeres, incluso sus amigos bromeaban con el diciendo "donde pones el ojo, pones la bala" y no era de menos aquella frase con relación a él y eso era porque siempre terminaba conquistando a la mujer que él quisiera, ya fuera por la calle, una fiesta o incluso un bar, de alguna forma u otra terminarían en su cama con él entre sus piernas.
Estaba inquieto, al mismo tiempo que desorientado, ya no estaba en edad para volver a sus andares de despertar en cuartos ajenos u hoteles de mala muerte, no podía recordar con claridad lo que pasó la noche anterior, esa fue la razón por lo que colocando suavemente su mano temblorosa sobre las sábanas blancas las levantó para observar a su amante de una noche, mínimo quería verle la cara para luego escapar. Aunque grande su sorpresa fue al darse cuenta que aquella mujer que dormía a su lado, era Makino.
No comprendía nada, ¿Cómo era posible? Aquella mujer se había hecho su amiga con el tiempo, ya que junto con Shanks la visitaban de manera frecuente para comer en su restaurante, incluso en más de una ocasión se planteó a sí mismo que ella era la única mujer con la cual jamás se metería, es más, desde que comenzó aquello del falso matrimonio, había dejado atrás la vida del mujeriego, había comenzado a cambiar solo por Shanks.
Verla ahí, desnuda mientras respiraba tranquilamente lo dejo en shock por unos instantes, sin embargo debía ser un hombre y aclarar las cosas, por lo que acercando su mano la movió para que despertará.
---Makino--- la llamo con la voz tranquila sin embargo estaba preocupado ---. Despierta...
La mujer hizo caso al llamado por lo que abrió los ojos, pero al ver al hombre frente a ella se terminó cubriendo con las sábanas, avergonzada de su desnudez----, buenos días Ben-san...----. Fue lo que le dijo tratando de actuar serena pero era todo lo contrario.
---no quiero sonar grosero, pero me gustaría saber lo que pasó...
---lo supuse, estabas muy ebrio--- suspiro,---- verás llegaste al restaurante cuando estaba apunto de cerrar, te veías muy mal, estabas ebrio y desorientado, no sabía qué hacer por lo que te traje a casa para después comunicarme con Shanks, así él te llevaría a casa.
---dios mío --- susurro llevandose las manos a la cabeza.
---busque tu celular pero no lo encontré, después comenzaste a hablar cosas que no entendí...al final solo te acompañe para que no estuvieras solo, una cosa llegó a la otra y bueno... aquí estamos.
---lo siento, estaba ebrio...no debí ¿Te force verdad?--- la mujer negó con una suave sonrisa.
----para serte sincera, me haz gustado desde hace algún tiempo, pero siempre te vi tan feliz y enamorado de Shanks que...fui egoísta esa noche soy...yo la que debe pedir perdón.
---no, está bien...yo habría hecho lo mismo o mejor dicho, yo hice lo mismo, me aproveche de Shanks y permití que me dejará ir lejos apesar de que no estaba en sus sentidos, abuse de él permitiendo que en su imaginación fuera yo la persona que más amo, no es correspondido y mirame aquí.
Para ese momento eran dos corazones que comprendían sus sentimientos, era normal empatizar con este tipo de situaciones cuando conoces el dolor ajeno porque en algún momento de tu vida lo sentiste recorrer tu cuerpo, Makino sabía lo que se sentía el amor unilateral por lo que, posando sus manos de manera suave sobre la espalda del hombre de cabellera negra trato de confortarlo, pero era difícil ya que llevaba cargando con esa herida de tantos años.
En el fondo deseaba tan solo haber hecho su movimiento antes, tal vez de esa forma aquel pelirrojo lo habría visto de manera distinta.
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Ya por la tarde, cerca de las 3:30 la puerta de aquella casa se abrió, Ben había vuelto después de una "larga caminata" ya que con esa excusa salió del hogar, en cuanto Uta lo vio le sonrió alegremente para abrazarlo siendo correspondida por el adulto, sin embargo en sus ojos solo se podía reflejar la tristeza, Shanks era consiente de esto por lo que mantuvo la distancia cuando su amigo ingreso al hogar, sin embargo rápidamente reconoció el aroma que emanaba de su compañero, era claro ahora el porque no llego a dormir, pero él no era nadie para juzgarlo porque en más de una ocasión en las veces las cuales llego tarde al hogar no fue por haberse entretenido, sino por revivir las pasiones con su amante en aquella vieja casa del árbol.
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Le piccole cose che amo di te. [Finalizada]
FanficLo había visto llorar tantas veces, había escuchado sus lamentos, sus risas y sus corajes, sin darse cuenta ya era parte él. El tiempo pasa, y las amistades se tornas distintas, quería protegerlo de todo y todos, después de todo, su amigo era un ama...