Capítulo 4: Poderes

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Sonreí.

- Que inteligente Alex, pero la verdad es que se traspasaron parcialmente,  tiempo y telequinesia, hasta donde se claro, los demás se "impregnaron" en los de mi especie, los descubrieron los originales, los de la primera familia y bueno tenía que pasar, los asesinaron a todos, uno por uno, por tener algo que ellos no comprendían ni podían controlar, esperando que se les traspasara su poder, no fue así, nadie sabe que pasó con ellos. Quedamos tres, y de ellos dos uno sabe quien soy...realmente. Ahora tu sabes la historia completa.-
Alex abrió los ojos, aterrado. Me senté ágilmente frente a él.

-¿Cómo haces eso?- preguntó en un hilo de voz.

Levanté los hombros con indiferencia.

- ¿Por qué me lo contaste?-preguntó Alex con verdadera curiosidad. Dude un poco, en realidad no sabia por que, supongo que estaba en mis cinco minutos de idiotez y bueno tal vez necesitaba que alguien me escuchara. Me acerqué a él mientras las palabras se formaban con rapidez en mi cabeza.

- Por que se que tu me puedes dar respuestas y hablabas con tanta arrogancia...- que necesitaba ponerte en tu lugar, hacerte entender que no eres ni por mucho el mejor- al parecer eres alguien muy importante aquí si te dieron a ti el privilegio de darme el "recorrido". Haría que la mujer de voz chillona hablara pero estoy segura de que ella es humana- Alex río.

-Se llama White, es la propietaria de este terreno, se supone que solo con su permiso pueden pasar los vampiros-enarcó una ceja, el temor seguía en sus ojos y aumentaba cada vez que se daba cuenta de algo.

- Se supone.

- Eres más peligrosa de lo que aparentas- sonrío con timidez e inocencia y me miró- me gusta, aunque también me aterra. Oye no es que estar sentado no me guste pero se me va a aplanar el trasero, ¿crees que podrías...? Ya sabes no puedo llamar la atención de las chicas sin un buen trasero.

Reí, después de todo, no era tan malo pero no me fiaba de él, solo había una persona a la que le tenía confianza pero no sabía donde estaba...ni siquiera si estaba.

-Bien pero es hora de las preguntas y te pido que seas sincero- le mire a los ojos-Te puedes acostar si quieres.

-Gracias- dijo y se extendió en el suelo, luego dobló sus brazos y coloco sus manos detrás de su cabeza, típica pose sexy que, aunque no lo quisiera admitir, le quedaba muy bien. Aunque no entendía por era mejor, su trasero seguía aplastándose... - mucho mejor. Y bien ¿qué quieres saber?

- ¿Qué es aquí?¿Cuántos vampiros hay y por qué?- dije.

-Es una universidad, un internado, para personas adineradas, ya sabes casi siempre su sangre es exquisita, alimento sobre todo. Somos 12 vampiros en total, amigos míos, los que quedan. White creó el colegio hace diez años, yo llegué hace seis y mejoré la escuela, después de lo que paso hace un año parece que estoy condenado a vivir aquí, es el único lugar seguro.- un rastros de tristeza invadió sus ojos pero lo alejó al instante, tan rápido que pensé que tal vez solo lo había imaginado.-Los chicos son nuestro alimento, pero también nuestra responsabilidad, si alguien muere atraería la atención y eso no sería nada bueno, sobre todo por la clase social en la que nos encontramos.- contestó. Medite un momento sus palabras, razonando cada una por si había algo implícito.

-¿Los que quedan?

-Eh, si... nos han estado cazando

-¿Quiénes?

-Humanos- ¿QUÉ?- no solos claro, hay alguien ayudándolos, un brujo tal vez.

-¿Cuántos son? ¿Desde cuando?

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