Capítulo 13: Regalos (F)

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-¿Estas lista?-preguntó Molly, al final no me fue posible evitarla para siempre.

Me miré en el espejo, traía puesta la ropa para la caza y una daga en mi bota, la experiencia así me lo había dictado. Las palabras de Andrew revoloteaban en mi cabeza, ¿qué pasaría si su advertencia era verdadera? ¿O acaso era falsa? Después de todo ¿qué tanto podía confiar en un prisionero?

-Solo físicamente-dije sin ánimo.

A pesar de todos mis esfuerzos y amenazas para hacer cambiar de parecer a mi padre sobre el castigo no lo había logrado, por el contario, una vez más, mi padre me demostró lo firme que podía ser en sus desiciones.

-Saldrá bien, estoy segura de que no tendrás que cazar- Suspire, Molly me vio con lástima-.  Además allí estará el príncipe -dijo tratando de subirme el ánimo. Reí con desgano, no se podía subir lo que no existía.

La caza era en ese día y no me podía  sentir mas desdichada: primero, odiaba cazar; segundo, Drake iba a estar allí, y tercero, la advertencia de Andrew (de la cual no sabia como sentirme). Mis sentimientos eran un lío, pero si algo sabia acerca de ellos es que en esos momentos la felicidad había sido desechada.
Deseaba poder escapar, esconderme durante el tiempo que durase la caza, pero sabía que si lo hacía el castigo empeoraría. Y no quería conocer la creatividad de mi padre.

Tocaron a mi puerta, dos golpes, con dos segundos entre ellos. Una vez pregunté el porque esa forma de llamar así, solo a mi puerta, lo único que conseguí fue un "tiene su significado, lo sabrás cuando llegue el momento". Así que su significado lo ponía yo y lo cambiaba dependiendo de la situación, en ese momento significaba <<ya es hora>> y lo aborrecía solo por eso.

Abrí la puerta, puesto que era la más cercana a esta.

-¿Es hora?- pregunté, aun sabiendo la respuesta.

-Falta muy poco, alteza.

Asentí. Me asomé al pasillo, nadie se hallaba allí a excepción del chico frente a mi, al cual jale del brazo e introduje a mi habitación y cerré la puerta.

-Molly

-Drake- dijo ella con un asentimiento.

-¿Y bien?- pregunté.

-¿Su alteza?- contestó a modo de pregunta.

-Me llamo Kate- dije- ¿qué más viniste a decirme?

-En realidad te llamas Katelyn- rodé los ojos, Drake sonrió- ¿Cómo sabías que venía a decirte algo más?

Me encogí de hombros. Había cosas que se me daban naturalmente, el ver más allá de lo superficial era una de ellas y gracias a eso mi padre me había enseñado a cazar. Un arma de doble filo.

-Bien, aunque en realidad- me mostró la palma de su mano, sobre ella un dije unido a una cadena, ambas cosas de color plata-. Vine a darte algo...para la suerte.

¿Cómo demonios lo iba a olvidar si seguía haciendo este tipo de cosas? Si seguía ...enamorándome.
Extendió la cadena e hizo ademán de ponérmela. Me acerqué y le di la espalda, con una mano jalé mi cabello.  El collar se sintió frío al tacto con mi piel, sus manos, por el contrario eran cálidas, sus dedos se movían con agilidad en la parte posterior de mi cuello, enganchando la cadena. Cuando hubo terminado de ponerlo tomó mi cabello y lo acomodó en mi espalda. 

El dije estaba finamente trabajado y, al contrario de lo que pensaba, el centro era de oro y los bordes de plata, ambos metales parecían fusionarse. A todo esto se le unían piezas delgadas y curvas que parecían de cristal, sin serlo, que recubrían ciertas partes del dije. La cadena estaba trabajada con la misma delicadeza, era toda de plata pero, al igual que al dije, en algunas zonas tenía las piezas que asimilaban el cristal.

¿Vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora