Capítulo 5: Dormitorios

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-Oye, no tienes que despegarlos- dijo Alex con una sonrisa- por favor.

-No te bese por que quisiera,era necesario-sonreí con malicia- de todas formas ese beso nunca pasó.

- ¿De qué hablas? Claro que si, yo...-su sonrisa se esfumó - no lo harías.

-¿Qué te hace pensar que no?- dije con una sonrisa burlona.- agradece que es lo único que no recordaras.

-Pero ¿y si es lo único que quiero recordar?- mi rostro se suavizó, pero yo no, me acerqué a el y le dije.

-No recordaras el beso, ni lo cerca que estuve de ti- y me levanté.

-Bien, llegó la hora de irme.-dije- ¿Me enseñas por donde?

-Tengo dolor de cabeza- dijo ignorando mi pregunta mientras ponía sus dedos en el puente de su nariz. Rodé los ojos.

-Sobrevivirás- contesté- llévame a la salida.

-¿No te quedas?

-No,- me recargue en la puerta- las escuelas no son lo mío.

Asintió y trato de ponerse de pie. Reí, había olvidado ese pequeño detalle.

-No me puedo levantar- gruño.

-¡Ay no! ¡Qué lástima!, quería que me acompañaras a la puerta.-dije con tristeza fingida.

Alex me miró enojado y trato de levantarse, soltó una maldición por lo bajo y me miró suplicante, a lo de que respondí con una sacudida de mano, despidiéndome. Salí del auditorio dejando la puerta abierta.

-No me puedes dejar así, se que me oyes-bufó, cada vez se oía mas desesperado- vamos...

-Tranquilo, no te voy a dejar aquí, ¿no crees que sería raro? No soy tonta- dije tranquilamente. Alex abrió los ojos como platos, porque en un instante pase de estar afuera del auditorio a estar sentada a lado de él.

-No hagas eso- dijo jadeando. Reí.

-Puedes levantarte- Él lo hizo, caminó, se sentó, se volvió a acostar y luego se paro de nuevo. Levanté una ceja.

-¿Qué? Hay que estar seguros- se excusó y me miró- ¿no quieres terminar de ver la escuela?

Lo pensé un momento, ya me había alimentado y en realidad no tenía mucho que hacer. Me levanté y fui hacia la puerta, Alex me vio desde el otro lado.

-¿No vienes?- pregunte, sonrió ampliamente y en un segundo estuvo a mi lado.- Eres muy tardado ¿te lo habían dicho?

-No cuenta si lo dice una- ahora su rostro denotaba confusión- una...¿por qué no puedo decirlo?

-Porque te lo prohibí- Sacudió la cabeza.

-¿No te han dicho que eres una manipuladora?- dijo imitándome.

-Nadie se ha quejado, además hay muchas personas así, incluso peor.

-Lo sé, pero lo aumenta el hecho de que seas una- dijo decidido- una...

-¿Una...?- lo incite a seguir. Soltó un gruñido.

-Te odio- dijo. No pude aguantar la risa, tenía mucho que no hacía eso y en realidad extrañaba lo divertido que podía ser.

-Cállate y sigue el recorrido- dije entre risas. Alex me miro malhumorado.

Llegamos al área de los dormitorios, era un edificio aparte, conectado por medio de un pequeño puente.

-Los dos últimos pisos son los de lujo. Y todos los demás son los normales por así decirlo.

-Y supongo que tu estas en los de arriba.

-Último piso, si- contestó.- la mayoría tiene compañeros, generalmente dos por habitación, las del primer piso son igual de amplias que las de lujo por lo que allí se hospedan tres personas por dormitorio.-asentí, en realidad no me interesaba.

- ¿Los vampiros están en los de lujo?

-No todos, solo tres de ellos, los demás prefieren mezclarse- si como no, mezclase- ,¿quieres verlos?

-En realidad yo...-no tengo nada mas que hacer-si,¿por qué no?

-Bien, te enseño uno de los normales y de los de lujo- dijo mientras señalaba una puerta, toco las bolsas de sus pantalones- el problema es que no traigo las llaves ...¿no tendrás un pasador?

Rodé los ojos, mientras él buscaba algo con que abrir la puerta simplemente puse mi mano en la puerta y gire la perilla, esta cedió. El muy genio ni siquiera se dio cuenta de que estaba abierta.

-¿Vas a pasar?- Alex volteó y abrió un poco la boca.

-¿Estaba abierta?- dijo un poco confundido.

-No- contesté con suficiencia, ocultando el hecho de que si, en realidad estaba abierta.

El dormitorio no era muy grande pero vaya que era elegante, había dos camas con sus respectivos escritorios, también una pequeña mesa debajo de donde estaba la ventana, esta tenía dos sillas y aparte estaban los clóset. Al parecer era de unas chicas pues había pósters de chicos por todos lados. Además la mayoría de sus cosas eran rosas, torcí el gesto. Salí del cuarto y me asomé por un ventanal que había en el pasillo, desde ahí se veía el estacionamiento y un paisaje lleno de árboles.

-Te enseñare las de lujo - dijo Alex a mis espaldas, tal vez solo lo imagine, pero me dio la impresión de que tanto rosa también lo había ostigado- ¿Carreras hasta el ultimo piso?

-Sabes que te ganaría hasta con los ojos cerrados.-esperé a que contestara pero no oí nada, idiota, seguro ya se había ido, me di la vuelta, allí, confirmando mis sospechas, estaba el pasillo vacío.

Corrí hasta el penúltimo piso, si, hasta que recordé que Alex no era el único vampiro allí. Camine a partir de ahí hasta que alguien me detuvo y esa sensación volvió, exhale aliviada, por poco me ve corriendo.

-¿Por qué no estás en clases?- dijo una voz masculina mientras me jalaba del brazo haciéndome quedar frente a él y claro, me recorrió con la mirada.

-Mis ojos están aquí arriba- gruñí señalándolos- además, podría preguntar lo mismo pero la verdad es que no me interesa, así que suéltame.

-Eres nueva ¿no? ¿Qué haces aquí?- dijo como si yo no hubiera hablado.

-Viendo los dormitorios-miré su mano-ahora suéltame.

Sus ojos brillaron con malicia.

-Te enseñare mi cuarto entonces-dijo y me jaló antes de que pudiera contestar ¿por qué me estaba sucediendo esto tan seguido?

Me empujó sobre su cama, solté un quejido, y luego fue a cerrar la puerta, volteó y saco los colmillos mientras se iba acercando a mi, este si que tenía hambre. Enarqué una ceja y me cruce de brazos.

-¿Qué se supone que deba hacer? ¿Gritar : ¡hay un vampiro! ¡Sálvenme!?- sonreí, esperando ver su cara de desconcierto. Sin embargo él se abalanzó sobre mi, pero para cuando llego a la cama yo ya no estaba allí, me encontraba recargada en una de las paredes, el vampiro me miro confundido.

-¿Eres una bruja?- preguntó con cautela. Reí.

-No, soy algo mas...-sonreí con malicia-complicado, ahora tengo que irme, quiero ver los dormitorios.

Caminé hacia él, mientras me miraba con una mezcla de cautela y de miedo. Ni siquiera se había tomado la molestia de moverse.

-Nada de esto paso, ah y no seas tan grosero y descarado ¿entendido? - ¿Qué? A veces cuando tienes un poder como el mío, el sueño de que las cosas se hagan a tu modo pasa a ser realidad, no digo que lo haga siempre pero en ocasiones...

-°-°-

Siento mucho la tardanza, la escuela me quita mucho tiempo, sinceramente admiro a todos l@s escritores que actualizan cada semana e incluso dos veces a la semana. Mis respetos.

Pero bueno aquí esta el capitulo, perdón que este un poco aburrido pero no tenía mucha inspiración.
Y ya están muuuuuy cerca mis exámenes finales así que pronto estaré publicando los capítulos muchísimo más seguido.

¿Vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora