Capítulo 18: Miedo (F)

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–¡Drake!

–¡Y sin avisar! ¡¿Cómo se supone que te voy a cuidar así?!

–¡Se cuidarme sola! Que no te engañen las apariencias. Tu mejor que nadie deberías saber que no soy solo una inocente e indefensa princesa

–¡¿Tú crees que no lo sé?!– respondió cabreado– Eso no significa que estés a salvo ni que me voy a dejar de preocupar por tu seguridad.

...

Lo sabía, tenía en cuenta que irme así, sin decir nada, para poder explorar la cascada me traería problemas. A pesar de haber salido con éxito: cuando el sol apenas comenzaba a alumbrar un poco la zona, fui por mi yegua, cuidando que ningún guardia se percatara, lo logré. Logré llegar a la cascada pero me fue imposible comprobar mi teoría, no había manera de que atravesará el flujo de agua sin resbalarme en el camino o provocarme una lesión grave. Así que tome asiento frente a la cascada y allí me quedé, observándola. Tratando de idear algo para poder llevar a cabo mi hazaña.

El sol ya iluminaba perfectamente cuando lo vi, a pesar de la constancia del agua, cada cierto tiempo un espacio entre sus moléculas dejaba ver un poco de lo que había detrás de la corriente y lo que observé me dejo asombrada. Unos segundos fueron suficientes para comprobar mi teoría, el agujero me permitió ver algo verde y no, no era musgo, pues, a pesar de lo lejano que se veía, el sol alumbraba esa porción de vegetación y no desde yo lo observé, si no desde otro lugar. Me quedaba claro que había un lugar detrás de la cascada y que haría todo lo posible para llegar a él.

Un ruido me sacó de mi concentración. Me incorporé con agilidad al mismo tiempo que tomaba mi daga cautelosamente. Algunas ramas y hojas secas crujieron, según imaginé, cediendo paso a alguien.

–¿Hay alguien allí?– pregunte, nerviosa. Pero no obtuve respuesta. Escruté con la vista cada espacio de aquel bosque, al menos de lo poco que se encontraba en mi campo de visión. Un grito me sobresaltó, pero me relaje al ver la silueta de Drake corriendo hacia mi con los brazos abiertos, dispuestos a envolverme...

...

Exasperada giré sobre mi eje, dándole la espalda. No quería seguir con la discusión. Inhalé profundamente, calmándome, me sorprendí al ver que aún tenía la daga entre mis dedos. De repente escuché mi nombre, cercano pero aún lo suficientemente lejos.

–¿Le dijiste a alguien más?

–No, no quise meterte en problemas–contestó Drake, frunciendo el ceño y fijando la vista hacia dónde había provenido el grito–. Pero al parecer no soy el único... llegaste tarde niño bonito– dijo molesto, bajando la voz.

–Compórtate–Bufé, él no dijo nada y se acomodó a mi lado. Sonreí levemente, no iba decirlo en voz alta pero me agradaba que Drake estuviera allí, que se hubiera preocupado por mí.

Cuando estuvo cerca, Sean (por que de él se trataba) bajó de su corcel y se dirigió a nosotros. Me miró con alivio y a Drake con un poco de confusión.

–No sabe cuánto me alegra que esté bien, princesa. Aunque sí iban a pasear podrían haber avisado. Gracias por cuidarla– dijo dirigiéndose a Drake, éste le miró con sorpresa pero asintió–. Por poco aviso a mi guardia.

–Si no avisaste, ¿qué les dijiste entonces?–pregunte antes de si quiera pensar lo que decía, no quería delatarnos.

–Que la princesa había salido a dar un paseo, protegida claro, y que posteriormente le alcanzaría. Lo cual acabo de hacer así que dudo que alguien venga a buscarnos.

Sentí que me había quitado un peso de encima, solo Drake sabía lo que en realidad había pasado mientras que Sean por otra parte creía que había salido bajo el cuidado de Drake. Era un lío pero no importaba ya que todos habíamos salido ilesos de mi pequeña caminata... o al menos eso había pensado.

Volví a escuchar aquellos ruidos de los que me había percatado antes de que Drake irrumpiera, ellos también lo oyeron. Drake se tensó y puso una mano sobre la empuñadura de su espada. Esta vez el temor comenzó a embargarme ya que se suponía que nadie más se hallaba allí. Nadie venía a buscarnos y cuando una silueta se asomó de detrás de los altos árboles toda la calma que había recuperado se fue más rápido que la luz. Los recuerdos asaltaron mi memoria, aquella persona la conocía, estaba, literalmente, viendo al chico de mis sueños y no podía sentirme más aterrada. Mi mundo se había reducido a él y yo.

–¿No le dije que ahorraría tiempo con ese sueño? Ahora, mi querida Katelyn ¿me permite devolverle el favor?

••Fin del flashback••

Ya sé, el capítulo está muy corto:( pero necesitaba acabarlo así jaja

Espero que les haya gustado ¿tienen ideas sobre lo que va a ocurrir?...
Muchas gracias por sus votos y comentarios :) intentaré que el próximo capítulo sea mas largo, saludos.

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