Capitulo 11:Regreso

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Salimos del apartamento una hora después de que se hubiera planeado todo.
Después de todo había tenido que llamar a Alex, aunque fue un tanto difícil localizarlo ya que no poseía su número; tuve que buscar el instituto por medio de internet, llamar y conseguir que lo pusieran al teléfono ( lo cual fue una verdadera odisea ya que era aproximadamente la una de la mañana).

-¿Quién habla?

-Soy la chica de hace dos días.

-Disculpa, creo que tendrás que ser un poco mas especifica, por motivos de seguridad.

Fruncí los labios. ¿Cómo decirlo sin que se supiera que era yo? No podía decir algo sin pensar, no era el único que podía estar oyendo la conversación y ya por si solo el hecho de que me pusiera en contacto sólo para hablar con él era extraño. Suspiré.

-¿Te suena "ni en tus mejores sueños"?- se oyó un respingo a través de la línea

-No podría olvidarlo tan fácil ¿sabes? Puedo contar con los dedos de una mano las chicas que me han rechazado. - me imagine en su frente una palabra: EGOCÉNTRICO-. Pero tranquila te puedo sacar de ese grupo- dijo con picardía. Sean me veía con una ceja levantada al tiempo en que cruzaba los brazos.

-Ajá, necesito tu ayuda...-desvié la mirada, incómoda.

Habíamos conseguido habitaciones, no sabíamos cuales pero al menos teníamos un lugar en el colegio. Y eso me preocupaba. Alex había accedido a ayudar con todo lo necesario, pero cuando menciono las habitaciones dijo que no había cambios en las asignaciones, y me preocupaba que no me hubiera dicho con quien iba a estar.

...

Aparqué el auto en el estacionamiento del colegio. Lo más lejos que pude, no quería que se repitiera lo de la última vez, tener que alejar a muchos chicos que lo veían como si de comida se tratara fue algo complicado.
Me debatí entre sacar o no las maletas, al final decidí no hacerlo, no quería llamar la atención con eso. ¿Alumnos de nuevo ingreso que llegan inesperadamente en la madrugada? Si, totalmente normal.
En todo ese corto momento Sean no había hecho más que rodear mi auto. Un predador rodeando a su presa. Supe que iba a ser más difícil alejarlo a él que a los alumnos llenos de hormonas.
Había quedado con Alex de vernos en el mismo lugar donde lo había dejado hace unos cuantos días, y se suponía que eso sería en cinco minutos.

-¿Estas segura de que es por aquí, Kate? Se ve muy...tenebroso cha cha chaaan

Sonreí.

-Segura, ahora cállate no queremos que alguien indeseado venga.

-Mandona-murmuró Sean, le pegué en el hombro, ambos tuvimos que tragarnos la risa.

Estábamos en el sitio indicado desde hacía diez minutos y por ningún lado veía a Alex. Comencé a preocuparme ¿y si alguien más sospechaba de esto? Aunque no le culparía pues era bastante raro pero ¿qué pasaría si fuera alguno de los originales? Miré a Sean, con su teléfono en mano y una cara que denotaba frustración pura. Había pensado que se debía al retraso, eso hasta que vi su pantalla ¡¡estaba jugando Candy Crush!!

Estaba a punto de reclamarle pero oí como crujían algunas ramas, me tensé, Sean se puso en "modo ataque", se acercó más mí. Espalda contra espalda teníamos completamente abarcado el campo de visión. Su mano se entrelazo con la mía, me hizo sentir segura. Silencio.

-¿Quién eres?- gruñó Sean.

-Yo debería preguntar lo mismo ¿no crees? Después de todo, soy el encargado aquí.

Oí una risa desdeñosa de parte de Sean. Sin embargo no cambió su posición, por mi parte me gire, viendo ahora lo que Sean pues la voz que había hablado era de nuestro anfitrión.

-Alex- dije a modo de saludo.

-Tú- respondió.

Sacudí la cabeza, tenía que inventar un nombre. Por que mi nombre lo decía todo sobre mi, yo formaba parte de la historia y a pesar de que los escritos me mantuvieran "viva" yo ya estaba muerta para el mundo. Y eso protegía mi identidad. 

-Uhm entonces las habitaciones...

-Claro, claro, traigan sus maletas y no hagan nada de ruido.

Sean lo miró con recelo.

Habíamos cruzado todo el edificio y llegado a el área de habitaciones sin complicación. Por lo que recordaba, nos dirigíamos a las de "lujo".
En la habitación solo había una cama vacía. Mire a Alex confundida.

-Dormiremos aquí- bueno la vista era bella, espera... ¡¿dijo dormiremos?!

-¿Dormiremos?

-Exacto, o como lo llames ya que no dormimos en realidad, tú- dijo Alex señalándome- te quedaras en esa cama y tú- señaló a Sean, mirando nuestras manos, aún entrelazadas- en el piso.

Deje una de mis maletas en la cama, en realidad esta tenía casi el mismo tamaño que la de mi apartamento. Sean pareció darse cuenta de lo mismo y le dio un ligero apretón a mi mano, sabía lo que se venía.

- De hecho no es necesario Alfredo- reí quedamente-. Puedo quedarme en la misma cama que ella.

-Es Alex- dijo molesto- y creo que ella se sentiría más cómoda sola... o conmigo- agregó pícaramente.

Rodé los ojos y me acomodé en un lado de la cama, sabia quien iba a ganar esa pequeña pelea. Últimamente Sean se había comportado un poco sobre protector, algo muy extraño en él.

- Crees, ¿eso crees?¿acaso la conoces bien? ¿Eh? Por que estoy mas que seguro que en este momento soy el que sabe todo sobre ella -sentí un pinchazo de dolor, él había agregado "en este momento" y yo sabia lo que significaba. Drake era el que me conocía casi completamente pero...

-¿Y tu qué? No tienes idea de las cosas que sé.

Sean soltó una carcajada.

-No me digas- sonrío burlonamente, triunfante, ya tenía su último argumento-. Entonces dime su nombre.

Uhhh. Fije la mirada en mis manos entrelazadas. Como esperaba Alex no contesto. No podía.

Sentí como la cama se movía, signo de que alguien se había acomodado del otro lado. Levanté la vista, Alex se había recostado en su cama y tenía un libro en las manos. Sean me dedicó una sonrisa orgullosa e hizo ademan de que iba a dormir. La única luz que iluminaba vagamente la habitación era la de la mesa de noche de Alex. No había dormido desde que Sean y yo nos reencontramos y pensé ¿qué mal puede hacer que duerma? Error.

Por que los vampiros no duermen y yo no pensé en mi excusa para ello.

¿Vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora