–Ya, ¡tranquilo!–reí.
–¡Me ha dado un gran susto! Se que es la princesa pero, por favor, no me pida imposibles –replicó, arquee una ceja.
–Drake, solo fue un pequeño golpe, nada grave.
Él torció la boca. Oh no.
– ¿Qué tan grave?
–Kate, estuviste inconsciente día y medio.
–¿Qué? Es imposible, eso no...–suspiré. Demasiado tiempo que ni siquiera noté que pasó.– Sutil manera de decirlo ¿eh?
Soltó una risilla.
–Hay algo que quiero enseñarte ¿recuerdas el collar que te obsequie?
–Drake, sé que me di un fuerte golpe pero no tanto, además aún lo traigo puesto. No lo olvidaría tan fácil ¿sabes?
–Lo sé – sonrió con timidez–es solo que no sabía como empezar. El punto es que, al igual que tú, tengo uno también, solo que invertido. Se supone que se complementan...– un poco de color rosado se posó en sus mejillas <<tranquilas hormonas, somos fuertes, aunque se vea tan atractivo, tierno y...¡concéntrate!>> – como el blanco y el negro, significan una amistad muy fuerte –<<espero que no se estanque en amistad>> aunque en realidad nada podía pasar <<maldita jerarquía>> – y...Kate...yo quiero decirte algo...tal vez después no quieras hablarme, tal vez arruine nuestra amistad con lo que voy a decir, aunque espero que no, pero es que ya no puedo contenerlo ¿sabes cada vez me es más difícil ocultarlo...Kate...
–¿Si?–dije con esperanza, mi corazón latía más rápido mientras que sentía una especie de electricidad recorriéndome, era inevitable, a pesar de el hecho de que nuestra amistad se viera en riesgo, eso me asustaba pues no quería perder lo único que tenía con él.
–...Kate...–inspiró profundo–...¿recuerdas cuando te dije que había una persona que me atraía?
–Si– contesté esforzándome en que la decepción no se reflejara en mi voz.
–Lo que sucede es que esa persona er...
–¡Princesa Katelyn!– brinqué levemente en mi lugar, sobresaltada por el grito, maldiciendo en mi mente a la persona que interrumpió-. No sabe el alivio que sentí cuando me enteré que se encontraba bien. Le juro que hubiera llegado en cuestión de segundos pero me encontraba cazando. En el momento en que llegó la noticia inmediatamente me dirigí a toda la velocidad que me fue posible hacia aquí.
–Gracias por su preocupación, príncipe Laine– esbocé una sonrisa cansada y el me la devolvió pero, opuesta a la mía, su sonrisa era vivaz y no se, había algo más en ella que se me hacía familiar pero no lograba reconocer. Pero Drake si lo hizo, o tal fuera que le había molestado el que lo hubiera interrumpido (en cuyo caso lo apoyaba) pues lo miró fríamente y bufó. Sean lo miró sorprendido ya que, al parecer, no se había percatado de su presencia.
-Lo lamento, no sabía que tenía visitas alteza- dijo saliendo de su alegría inicial.
-No exactamente, él cuidaba de mi.
-En ese caso- se dirigió a Drake- yo la seguiré cuidando, puedes retirarte.
-En realidad, príncipe Laine- dijo Drake con un deje de desprecio que solo yo noté debido a que lo conocía- no hace falta que lo haga, incluso había estado platicando con su alteza segundos antes de que usted entrara.
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¿Vampira?
Vampire¿Alguna vez te has preguntado si los vampiros existen? Y si lo hacen, ¿por qué no hay pruebas verídicas? Yo tengo la respuesta en una sola palabra: existieron. Diría que esta es mi his...