Capitulo 24: Oportunidad (F)

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–¿No le dije que no viniera al pueblo?–reprochó sentándose frente a mí.

–También dijo que no me preocupase de nada esta semana.

–No sé en qué estaba pensando–bajó la voz–porque encima vino a un lugar de mala muerte.

–No está tan mal... en tanto no sepan quién soy.

Negó con la cabeza y tomó el tarro del cual estaba bebiendo, acto seguido, lo olió y probó un poco. Torcí el gesto disgustada, a pesar de que era algo estúpido ya que estaba un lugar que bien podía ser nombrado como la mayor pocilga del reino.

–Es algo fuerte ¿no crees?–dijo, más como afirmación que como pregunta.

–Ayuda a controlar la...

–La sed–completó–, lo sé, pero no quiero que la controles así. Tienes que aprender a hacerlo sin usar alcohol ¿ Qué harías si tienes sed, humanos cerca de ti y no hay una botella con la cual puedas calmar tu instinto?

–¿Correr?–pregunté sonriendo de lado.

–¿Y si alguien necesita de tu ayuda?–rebatió.

–Touché–contesté rendida, desviando la vista hacia mi asquerosa bebida, la cual aparte ligeramente.

–Entonces...–comenzó, atrayendo de nuevo mi atención–, no tienes nada que hacer ¿o me equivoco?– Nuevamente baje la vista, era demasiado orgullosa para admitirlo. Al ver que no contestaría a su pregunta continuó hablando– apuesto a que nunca has visitado tu reino como es debido, princesa, ¿le gustaría pasar los pocos días que aún quedan de su semana libre conmigo?

Levante la mirada de golpe, sus ojos grises irradiaban una alegría anormal en él que, de cierta manera lograron irradiar un sentimiento que en ese momento no supe identificar. No dude en decir que si por qué, uno, ¿cómo decirle que no si me miraba así?; dos, en realidad no tenía nada ni nadie con quien salir a dar un paseo o simplemente pasar el rato; y tres...

¿Quién iba a imaginar que, ni siquiera dos días después ambos confesáramos lo que sentíamos a pesar de que ya lo sabíamos?

¿Quién iba a imaginar que al finalizar la semana había olvidado mi agonía gracias a él?

¿Quién iba a imaginar que después de esa increíble y ensoñadora semana todo comenzaría a ir mal?

Peor de lo que nunca hubiese imaginado.

Por que todo lo que sube tiene que bajar.

Y no podía estar menos preparada.

...

–¡Katelyn! ¡Princesa Katelyn!–gritó Molly al tiempo que corría hacia dónde Brian y yo nos encontrábamos, aunque no llegó hasta allí ya que ambos recorrimos el tramo que aún le faltaba en menos de un segundo– Gracias.

–No tenías que gritar para que te oyera–le recordé con una sonrisa.

–¿Disculpe? Oh si, si, claro, lo olvide, yo... quisiera hablar contigo...

—Seguro ¿qué necesitas?

Molly se aclaró la garganta y le dirigió una mirada rápida a mí acompañante.

–...a solas–elevé una ceja pero antes de que pudiese decir algo Brian me sujetó la mano.

–No te preocupes, seguro es algo importante–murmuró cerca de mi oído, sonreí inconscientemente.

–Bien pues, te sigo–pronuncié, soltando la mano de Brian. Molly asintió con la cabeza y comenzó a andar. Por mi parte voltee hacia él y sin que lo esperase le besé...había tanto que quería expresar en ese beso...

Antes de que Molly llegase, Brian me había dicho que las brujas lo habían solicitado hacia un par de días y ya no las podía evitar, más si quería garantizar mi seguridad. Le propusé acompañarle a lo cual no se negó rotundamente pero después de que Molly me solicitó para discutir algo aparentemente importante supe que iría ese día, lo cual me puso terriblemente ansiosa.

–Tranquila–murmuró mientras acomodaba delicadamente  un mechón de mi castaño cabello tras mi oreja–, regresaré, no te librarás de mí tan fácil.

Sonreí con tristeza–¿Lo prometes?

Sus brazos me envolvieron en un cómodo abrazo al que no tarde en responder, cuando lo deshizo murmuró cerca de mi oído– Lo prometo– y acto seguido besó mi frente.

...

Me tendió un libro que tenía pinta de ser bastante antiguo, a pesar de que comprendía algunas de las letras en la página podría decir que en realidad solo entendía un diez por ciento. Todo lo demás eran unos extraños símbolos que se asemejaban a los de la daga.
Miré a Molly confusa ¿qué significado tenía aquello?

–Podemos volver a ser mortales... completamente normales.–soltó sin más, dejando que la noticia me golpeara como aquella rama de la cacería. Mi quijada cayo sin siquiera poder evitarlo. Escruté los ojos de Molly en busca de ese brillo que delatase que era broma pero no lo hallé. Ella había hablado en serio.

En otras circunstancias tal vez hubiese aceptado de inmediato pero para ese momento ya me había adaptado casi en su totalidad a mi nueva condición y en realidad no me disgustaba. Sin embargo, no era sólo eso lo que se interponía en mi decisión. Aunque no quisiera admitirlo frente a Molly, Brian era el que afectaba mi decisión, para mí , la elección era entre ser mortal de nuevo o Brian, pero mi corazón ya había elegido.

–Necesito...yo...uh...necesito pensarlo pero te ayudaré a preparar todo si es lo que quieres

–Quiero ser normal Kate. Hay tantas cosas que deseo hacer sin tener que preocuparme de que mis poderes arruinen todo, si lo hicieran...–sus labios formaron una fina línea–Kate, tú lo entendiste pero ellos no lo harán, hacen que tema por mi vida por ser algo que no entienden, ni yo lo entiendo por qué no lo elegí. Así como tú no elegiste transformarte pero en este libro está la respuesta–sus ojos se iluminaron–Katelyn, en esta hoja está la elección, yo sé que voy a elegir pero ¿ y tú? ¿Realmente crees en el amor eterno?

Fue como si me diera una bofetada. Habría preferido no pensar en ello pero era una realidad que, después de todo, no podía evadir para siempre. No me gustaba pensarlo, me desagradaba ponerme a imaginar que pasaría años después en nuestra relación, ¿Brian seguiría amándome o se aburriría y allí terminaría todo? Y yo ¿sería capaz de hacer lo mismo?

–Tengo que pensarlo–mi voz sonó más fría y cortante de lo que hubiese querido. No me importó que estuviésemos en mi habitación, había salido de allí lo más rápido que mis nuevas habilidades me permitieron directo al establo, sabía que allí no me buscaría nadie.

Mientras me recargaba en una de las esquinas las lágrimas comenzaron a caer. No importaba que tan fuerte fuera físicamente, mentalmente me sentía destrozada. ¿Qué pasaría si lo que había dicho Molly era cierto? ¿Y si esta era mi oportunidad para recuperar mi vida y la estaba desperdiciando por alguien que probablemente, después de algunos años, me trataría con indiferencia?

Pero, ¿y si no lo hacía?... ¿Valdría entonces la pena?

¿Vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora