Capítulo 9: Recuerdos

380 22 0
                                    

Abrí los ojos, mi ventana estaba tapada por una fina cortina, a través de ella vi el cielo nocturno y poco arriba del borde inferior del marco las luces de la ciudad. 

¿Cómo había llegado a mi cama? Entonces todo lo que había pasado aquel día llegó de momento, tan de golpe que de no haber estado acostada, hubiera terminado en el suelo, me punzó la cabeza, Drake, Sean,...¡¿Sean?!

Me senté, mis ojos buscando desesperadamente, hasta que se posaron en una silueta acomodada en el otro extremo de la cama, su cabello estaba desordenado y se veía tan relajado, cómodo y extrañamente, tierno. Una sonrisa tonta se posó en mi rostro, allí, dormido, se encontraba aquella persona que amaba y que pensaba que tal vez no volvería a ver. Sin embargo, me regañe a mi misma por ese sentimiento y es que entre más creciera más me dolería si algo le pasaba. Odiaba ser débil, por ello me encantaba lo que era, pero con él cerca me volvía tan frágil como las semillas de un diente de león y su presencia podía ser el soplo que las desprendiera.

Me acosté de nuevo, no me había dado cuenta del cansancio que se había acumulado en mi, no sabia cuanto tiempo había estado inconsciente, no sabia... pero lo haría, en la mañana, casi me lo prometí, mire su cara y sonreí, unas ganas terribles de abrazarlo se apoderaron de mi pero las reprimí con pesar, no lo despertaría, no entonces.
Además, si lo hacia cabía la posibilidad de que lo golpeara ¡el muy idiota se durmió mientras yo estaba inconsciente!

---
••Inicia flashback••

Salí de la cocina mirando a todos lados, escapando, aún no tenía idea de como le diría a Molly todo lo que había pasado anoche, necesitaba tiempo.

No sabia donde se encontraba así que me dirigí al único lugar al que sabia que no se iba a acercar, el área de entrenamiento. Afortunadamente no la encontré, o, mejor dicho, no me encontró.

Me recargué en un muro, desde ese lugar podía ver el entrenamiento y era difícil que me vieran a mi, al menos desde cierto ángulo. Mis ojos recorrieron el campo y se detuvieron en él, suspire con pesar. Aquel guerrero que entrenaba a diario era mi secreto y eso destruía una parte de mi, sabia desde antes que nunca iba a pasar nada mas allá de la amistad, no se podía, pero cuando él me dijo que le ayudara, que le diera consejos de como conquistar a alguien, el alma se me cayó a los pies.

Y sin embargo allí estaba, a pesar de cuanto había intentado convencerme de que no me gustaba, siguiendo cada uno de sus movimientos que entonces me parecían perfectos, con su nombre revoloteando en mi cabeza... Drake.

Entonces empecé a ansiar la caza, y es que en el baile aquel príncipe me había hecho olvidar por un tiempo.
Las ansias me empezaron a carcomer lentamente, me sorprendí cuando caí en cuenta de lo que quería, quería volverlo a ver... y justo cuando mi mente viajó a otro lugar esa voz tan familiar la jaló de vuelta, de regreso a la realidad, tal como la noche anterior.

-¿Qué hace aquí, alteza?- me erguí.- ¿supervisando otra vez?- guiñó un ojo.

-Ehm- aclaré mi garganta- sí...

-Ajá...- rascó su nuca- yo...-sonrió, nervioso, ay no aqui venia algo, no sabia como sentirme, a pesar de que las mariposas revoloteaban en mi debido a su sonrisa torcida, aquella que ponía cuando estaba nervioso y que me hacía sentir como una niña con un dulce- pedí permiso para ir a su caza y me fue concedido.

¿Vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora