—¡Allie, volviste! —exclama Isobel al verme entrar y me abraza tan fuerte de la emoción, como si hubieran pasado años—¡qué gusto volver a verte, la familia te extrañó!
—Qué bonito escuchar eso, yo también los extrañé.
Isobel guarda espacio y suspira mientras nos mira a ambos, luego, su mirada se posa en Dylan y la palma de su mano impacta en su mejilla, y él se cubre el daño hecho por ella.
—¡Y tú eres un idiota! ¿¡cómo la pudiste dejar ir!?
—Primero, auch, segundo, sí, estoy consciente de que fui un idiota al dejarla ir, es por eso que fui a buscarla. —admite Dylan con la mano en su pecho—No había necesidad de abofetearme ¿o sí?
—Eso no lo responderé, al menos aprendiste lo que no hay qué hacer.
—Isobel, cariño, no seas tan dura con Dylan.
—Por favor, tú hubieras hecho lo mismo en mi lugar. —Isobel camina hacia Ashley y la toma en sus brazos—En fin ¿qué van a desayunar?
—Oh, ya desayunamos, gracias. Tenemos trabajo por hacer así que... supongo que nos vemos más tarde. —agarro a Dylan del brazo y lo arrastro conmigo hacia la salida de la cocina.
—De acuerdo... ¡nos vemos! —los saluda Dylan al salir—Allie, Allie, auch, cuidado.
Miro atrás y lo dejo libre. Mis uñas le dejan irritado el brazo.
—Amor, lo siento ¿quieres que traiga hielo?
—No, descuida, está bien, pero antes de que nos vayamos debo contarte algo sobre una llamada que recibí.
—Oh ¿de qué se trata? —lo miro extrañada ¿qué será?
—Cuando te estabas duchando, sonó tu teléfono, el contacto decía: capitán Devlin, respondí y me contó sobre el caso de Gabriel Espinoza, ya fue a juicio y le dieron la sentencia, estará en prisión un largo tiempo.
«Ya está pasando. El momento que tantos meses esperé, ya está pasando.»
—Es una estupenda noticia, la estuve esperando por mucho tiempo. —sonrío y lo abrazo—Gracias, Dylan.
—Es un placer. —responde—Ahora, vamos al auto, hoy será un día pesado.
Los rayos de luz vienen a mi rostro como besos de ángeles. Luego de una hora de viaje admiro el paisaje de cerca, es increíble: el campo con pasto verde y un lago azul a unos pasos y a su vez hay una hermosa cascada, qué recuerdos. Dylan me pasa una espada y él se coloca a mi lado.
Me agarra firme la mano con la espada y me enseña como moverla y también como mover mi cuerpo con ella.
—Ya que sepas coordinar tus movimientos con tus pasos lo demás es fácil. Siempre mantén la vista arriba y concéntrate en tu enemigo y en lo que hace. Una pequeña demostración. —agarra otra espada y la alza, me cubro con la mía y con la fuerza que tengo, giro a un lado. Dylan aprieta mi cuerpo al suyo por detrás, mi respiración corre y yo interpongo mi espada con la suya, evitando lo que sería "juego terminado"—Nada mal. Tu respiración se aceleró ¿te asusté?
—Yo diría que un poco, te veías determinado.
—La determinación es importante y también la disciplina. Tienes que tener en claro tu objetivo al luchar: Matarlos, así sea difícil para ti. Ya que no vas a ver al demonio y decirle 'hola' ¿cierto? —aleja el arma y me deja voltearme.
—Decirle 'hola' hará que me mate más rápido, sería inútil.
—¿Por qué eres tan inteligente? digo ¿cómo es que Dios me permitió tenerte?
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EL VÍNCULO ETERNO ©
ParanormalAllie Jensen, de dieciocho años, es una estudiante de primer año en la Universidad de Massachusetts Boston. Ella, junto a sus mejores amigos: Stefan y Sarah conocen a un muchacho: Dylan Martin. Allie y Dylan se vuelven amigos con el pasar de las se...