—Pero ¿qué es lo que harás? —pregunto de brazos cruzados. Dylan deja de beber su vaso de agua y lo deja con furia en la mesa, pero sin llegar a quebrarlo.
—Allie, por favor, no más preguntas.
—Maldita sea es que no puedo creer que… ¿sabes qué? no lo diré.
—No, por favor continúa, amaría que lo digas y no quedarme como un tonto tratando de resolver el rompecabezas luego.
—Ey, no se hablen así ¿qué les pasa? —cuestiona Élise terminando el café para los tres. Nos lo deja en la mesa y los dos tomamos al unísono—Está fuera de tema, pero, se ven graciosos tomando café a la misma vez ¿es algo de su dinámica? de acuerdo, me callo, lo siento, pero, no se hablen mal, eso sí no lo puedo tolerar.
Dylan y yo nos miramos por unos segundos y comprendo la razón de sus palabras, es secreto. Él camina, se queda frente a mí y besa mi frente.
—Te veo luego, amor. —escucho su voz decir.
—¿A-Ahora? —suelto un suspiro involuntario a la vez que me da la espalda.
—Sí, ya es mi hora de salida. —se gira leve hasta que le logro ver los ojos azul cerúleo de nuevo. Sus dedos toquetean la tela de su camiseta en mi cuerpo, sube la mirada—Te amo.
Él sale de la cocina. Mis pies van a la entrada de la casa y ya no lo encuentran.
—¡Allie! —llama Élise yendo tras de mí—Allie, cariño, ya se fue ¿qué intentas hacer?
La miro y le digo con la mirada: ir tras él. Ella me lee la memoria ya que dice:
—Tranquila, hace esto con frecuencia, vendrá, no te preocupes. Entiendo que no te agrade mucho, en verdad lo entiendo, te puedes sentir hasta perdida en el mundo, pero aquí me tienes
Asiento y la abrazo, es un abrazo en el que de verdad me siento sujetada por alguien. Élise sugiere que volvamos adentro para terminar de desayunar, en eso Stefan llega a la cocina.
—¿Se dieron cuenta que Dylan se fue? ni siquiera me dijo: "Stefan me iré y te veré en cuanto llegue" Dylan no es de irse nada más —Élise se muerde el labio y desvía la mirada al mesón, sin decir ni una palabra, y yo tomo de mi café haciendo caso omiso a lo que Stefan dijo— ¿por qué tan callada, Allie? ¿Dylan te dejó sin fuerzas?
Le doy un codazo en las costillas, él se retuerce de dolor.
—¿Tienes que decir ese tipo de cosas por las mañanas?
—¡Uf! ¿qué te sucede, por qué me miras como si me quisieras matar? ¿se te metió el demonio? —a vista que no le respondo, él se gira a su novia—Amor ¿me lo puedes explicar?
—No hay que explicar nada excepto Dylan se comportó extraño hoy, más callado de lo usual. —explica Élise por mí.
—Ese ya es tema nuestro, les pido que no involucren, lo vamos a resolver. Stefan ¿qué harás hoy?
—No es que tenga un plan, pero seguro estaré un poco ocupado ¿por qué preguntas?
—No sé cuánto durará Dylan en el lugar en dónde está. Pensé que podíamos hacer algo divertido, después del almuerzo o si estarás ocupado estas horas, podría ser al anochecer.
—Hoy es luna llena, no es que sea peligroso, pero hay que saber lo que se hará en la noche porque hay algunos rituales que se hacen cada cierto tiempo. —interviene Élise.
Luna llena, entonces hoy de seguro pasará algo. Termino de desayunar mis tostadas y voy a mi habitación a bañarme y cambiarme de ropa. Pasan las horas, hora del almuerzo y Dylan no llega. Intento enviarle un texto, pero es inútil.
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EL VÍNCULO ETERNO ©
ParanormalAllie Jensen, de dieciocho años, es una estudiante de primer año en la Universidad de Massachusetts Boston. Ella, junto a sus mejores amigos: Stefan y Sarah conocen a un muchacho: Dylan Martin. Allie y Dylan se vuelven amigos con el pasar de las se...