Capítulo 11: Primer salto

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Capítulo 11

Primer salto



⚠️TW: Descripciones gráficas de violencia. Quemaduras.

ALESHA

—Este es su primer viaje —Jaehyeon tenía los brazos cruzados sobre su pecho y la punta de su bota daba rítmicamente contra el suelo. Suspiró y frotó sus ojos con su mano, hablando sin quitarla de ahí—. Bien, escúchenme porque necesito que presten atención.

—No somos unos niños, Jaehyeon —rebatió Alesha, rodando los ojos y el chico apretó los labios.

—Tienes diecinueve años. Y con esa actitud, para mí lo eres.

El día de hoy, precisamente, Alesha no soportaba su voz ni su presencia. Luego de someterla a ir en contra de su familia a tal riesgo de que la descubrieran traicionándoles... justo después de ni siquiera tener las bolas de interponerse cuando Nora la lastimó y humilló de tal manera; quería ponerle una infusión mágica en su té para darle una lección, pero el muy maldito seguro se daría cuenta.

—Perdón —puso una mano en su pecho—, no acostumbro sonreír si me están forzando a algo.

Jaehyeon extendió la palma de su mano que tenía una pequeña cicatriz y la agitó en el aire, recordándole el juramento que habían hecho.

—Okay, okay —Taesung la hizo retroceder un paso, tomándola del brazo y haciendo un gesto para dar la palabra al kumiho.

Jaehyeon soltó aire nuevamente, dedicándole una mirada un segundo más larga y guardando sus manos en sus bolsillos —Lamentablemente, los datos que Alesha consiguió son los del veinticuatro de agosto de mil novecientos dos. Lo cual es un día bastante... atribulado, tanto como lo puede ser cualquier cacería, supongo —seguía agitando su pierna y mordisqueaba un cuerito de su labio inferior que si no lo dejaba sangraría ahora. No creía llegar a ver este momento pero Jaehyeon lucía... nervioso.

El kumiho se había encargado más temprano de disfrazar a Taesung y Alesha; con un toque de su flauta ambos vestían ropas y peinados de época. Taesung un pantalón marrón con tirantes y una camisa blanca; Alesha por su parte usaba un vestido victoriano básico, de clase media baja podría decir y no demasiado incómodo, era bueno para correr, supuso.

Tenía el estómago revuelto, se suponía que debían ayudar a esta gente a salir con vida de ahí pero no tenía idea de cómo lo harían. Y vivir una cacería desde dentro... mierda, ni siquiera había asistido a una como cazadora, mucho menos como presa. ¿Debía usar magia para defenderse si algo pasaba? ¿Qué pasaría si alguien de su familia la capturaba? No manejaba conocimientos del tiempo como Taesung, pero no tenía que ser Kwon para saber que un error en este viaje desencadenaría desgracias para su vida presente, si es que volvía.

La voz de Jaehyeon inundó sus oídos sonando como si una nube de ruido bloqueara su voz hasta que lo miró nuevamente, volviendo al momento, y las palabras fluyeron una vez más. Aunque no era como que deseara escucharlas.

—Tienen totalmente prohibido que Nora los vea o no saldrán con vida de ahí, especialmente Taesung —el mayor lo señaló y notó al chico tragar fuerte. Perfecto, Nora; quiso rodar los ojos—. Con respecto a mí —chasqueó la lengua, dejando caer sus brazos a sus lados y chocar con sus piernas en un tac seco— agh, mierda ¿no pudiste encontrar otra fecha? conseguiste unos veinte registros en esas copias y el único que habla de nosotres es este ¿Acaso no leíste primero? —le reclamó directamente a ella, saliendo de su retahíla de tema.

Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora