Capítulo 9: Ilusiones

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Capítulo 9

Ilusiones

ALESHA

Luego de haber firmado su sentencia con el vampiro al romperle la nariz en medio del comedor, pasaron muchas cosas.

Nora casi le devuelve el golpe, lo cual seguro hubiese dejado un hueco en su cráneo, pero Jaehyeon se movió increíblemente rápido y la detuvo a tiempo, llevándosela inmediatamente del lugar con más sangre en la cara que antes.

Tuvo una cita con el rector a la cual no prestó atención. Habló sobre cómo la violencia está prohibida, que no eran infantes, y que tiene prohibido intentar cazar vampiros en el establecimiento porque iba en contra de los valores de Aeternum, aunque ella fuera Van Darte y que tenía que acoplarse. A Nora ni la llamaron, era la víctima ante los espectadores.

Taesung, convenientemente, tenía que salir en la noche en un viaje a Corea para pasar una especie de entrenamiento especial con su familia. Le ofreció ir con él pero uno: los Kwon no adoraban a Alesha; dos: nadie que no fuera Kwon puede entrar a sus espacios porque es «confidencial»; tres y la que más le disgustaba: Alesha pasaría el fin de semana en su casa para conseguir la información del salto para Jaehyeon, tenía que salir el sábado temprano.

Así que tuvo una reunión con Taesung y Jaehyeon para acordar cómo la protegerían de un posible ataque de Nora, quien vivía al final de su mismo maldito pasillo.

Los dos chicos decidieron —sin consultar a Alesha— que se quedaría en la habitación de Jaehyeon por si acaso Nora, de alguna, forma lograba romper el hechizo de su habitación y entraba para —claramente— matarla. La magoi no estaba de acuerdo, porque mientras en su cuarto estaba protegida con magia, en el de Jaehyeon Nora podía entrar libremente.

Jaehyeon decidió que ella se pusiera una camisa de él para ocultar su olor en su habitación.

¿Pero qué pasa si Nora viene a tu habitación?, fue una pregunta que hizo y el mayor lo sacudió diciendo que la mandó a una especie de retiro espiritual con un tal Mendo.

Le dijo que ahí estaría segura hasta que tuviera que salir a España en la mañana, y ella le creyó, Taesung también le creyó. Cómo no lo harían. Honestamente, luego de que el kumiho los mirara a los ojos y asegurara que estaría segura le temblaron un poco las rodillas y dijo que sí.

Luego de un gran abrazo y un «te ruego que te cuides, no hagas nada imprudente», el menor se fue con un hechizo de transporte y la dejó en el cuarto de Jaehyeon. Usando su camisa, cabe recalcar.

Y ahora estaba aquí, con una camisa de Jaehyeon que le llegaba por los muslos y olía a colonia cítrica, en su habitación viendo sus decoraciones mientras él descansaba en su cama. Tenía cierto temor en mirarlo a los ojos ya que, pese al contexto que les llevó a la situación, se sentía extrañamente íntimo. Alesha luchaba cada minuto con las ganas de oler la condenada camisa de Jaehyeon que tenía puesta.

—¿Quién es? —señaló a un hombre de piel oscura que acompañaba al chico y Nora en una foto. La única foto en todo el lugar.

—Mizhar —respondió sin ver, enfocado en hacerle mimos a su familiar. Una especie de tigre.

—Imagino es líder del —entrecerró los ojos ¿Podría ser un clan si solo había dos vampiros y un... zorro?— clan.

Jaehyeon soltó una pequeña risa —¿Qué te hace pensar eso?

Ella se encogió de hombros —No se ve como Nora —joven, pensó—, claramente no podría ser líder de un clan.

—Admito que no puedo rebatir esa lógica.

Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora