Capítulo 19
Noche inesperada
ALESHA
Respiraba profundamente, acostada en la cama de Taesung. Sin Taesung. Le había avisado que saldría con Jaehyeon, por lo que Alesha, después de terminar de estudiar para un examen de «Clasificación, cuidado y cultivo de hierbas I», decidió tomar una siesta. Estaba muy cansada y no había podido dormir bien estos últimos días.
Cuando ya estaba comenzando a dormirse, la interrumpieron unos golpes en la puerta. Alesha se levantó, molesta. Nora estaba del otro lado, toda su molestia se esfumó hasta quedarse congelada en su sitio ante la vampiresa. Ella tenía el rostro enojado y su propio teléfono extendido hacia la bruja. Un gato negro caminaba lento entre sus piernas.
—Jaehyeon te llama.
Alesha iba a preguntar, pero Nora le acercó aún más el teléfono, insistente. Lo tomó, la línea estaba abierta y escuchó la voz de Jaehyeon del otro lado. Luego de unas pocas palabras y un llamado de urgencia, sintió que se le cayó el alma a los pies.
Nora y Alesha caminaron por unos pasajes que parecían estar debajo de la academia, claramente secretos para el resto de los estudiantes, mientras que Markus volaba por el ras del techo, siguiéndolas. Alesha no había tenido tiempo de preguntar o cuestionar cómo sabía Nora de este lugar. Estaba clara de que le llevaría a Taesung, y era lo único que tenía en la mente en ese momento.
Caminaba casi trotando, exasperada de la lentitud con la que la vampiresa se movía. Cada segundo que perdían, era una oportunidad menos para encontrarlo vivo.
—Camina más rápido —tampoco podía adelantarse tanto porque no tenía idea de a dónde irían, perderse era lo último que necesitaba.
—No tengo ningún apuro —Alesha bufó exasperada. En estos momentos se había olvidado del miedo hacia Nora, o su olor a canela que se mezclaba con la humedad del lugar.
Después de lo que pareció una tortura, Nora se detuvo frente a una pared que parecía exactamente igual al resto. Hasta que golpeó dos veces una piedra y toda una sección de la pared se movió, dejando un espacio abierto hacia el bosque. Hacia Taesung.
El sol estaba pronto a ocultarse, el cielo pintado de naranja y la temperatura fresca, pero bajaría pronto. Tal vez a Nora no le afectara y Jaehyeon tuviera más resistencia, pero Taesung no resistiría a una noche en el bosque sin la ropa correcta, y mucho menos si estaba herido o al peligro de la muerte.
Al lado de ellas había un tronco gigante con un hueco en el centro. Nora, sin decir nada, comenzó a caminar dentro del bosque, la vampiresa no perdía la espalda recta y la fantasmagórica elegancia que siempre llevaba, andaba sobre la tierra húmeda y las raíces con facilidad, sin hacer ruido. Alesha, en cambio, se tropezó con unas piedras que no había visto.
Nora la juzgó con la mirada y siguió caminando, sin molestarse en ayudar.
Se encontraron con Jaehyeon en una zona donde los árboles estaban más separados y había varios arbustos con frutas rojas y flores. Jaehyeon tenía una arruga en la frente por las cejas fruncidas, y Soshim olfateaba unos frutos que habían caído cerca de los pies del kumiho.
Alesha corrió hacia él —¿Qué pasó?
—Estábamos saliendo del bosque y una criatura, como una serpiente gigante, salió de la tierra, se llevó a Taesung y volvió por donde salió —Jaehyeon sonaba genuinamente preocupado, tenía la cara brillante con una capa de sudor y el cabello despeinado, como si hubiese corrido antes de encontrarse con ella—. Era muy rápido y le perdí el rastro.
ESTÁS LEYENDO
Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]
FantasiLa vida de Alesha y Taesung les decía que habían nacido para perder, hasta que la llegada de Jaehyeon les muestra que para ganar a veces deben jugar sucio, incluso si eso significa hacerlo desde otras épocas. Los magoi deberán enfrentarse a los nuev...