Epílogo

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Epílogo

«Ardet nec consumitur»



ALESHA

El anillo de Alexander reflejaba la luz del sol a través del diamante, creando mil constelaciones coloridas en todo el cuarto. Aún le costaba creer que realmente lo tuviera en sus manos, que fuera algo palpable y no solo la ilusión de una recompensa.

Cerró la puerta del cuarto polvoroso tras de sí. Dentro de poco finalmente se reuniría con su hermano, iría en su búsqueda, le devolvería su anillo de poder y volverían a ser una familia. Solo Alesha y Alexander, el único Van Darte que realmente necesitaba a su lado.

Encaminó sus pasos a la sala de reuniones, encontrándose con su prima Sylvana en el camino, quien admiraba la pared de «trofeos» que Alesha detestaba siquiera mirar. Así que caminó rápido para esquivar las partes disecadas de víctimas que le daban la sensación de constantes almas en pena.

—Felicidades —dijo Sylvana, sin despegar sus ojos de una cola blanca en el centro de la pared—, por tu victoria.

—¿Todos piensan igual que tú? —volteó a ver a su prima. Sylvana sonrió, dándole la espalda para ir al otro lado de las escaleras.

—A tus padres no les gusta esperar.

Alesha bufó y siguió hasta empujar la pesada puerta de madera. Sus padres y Victor la esperaban en uno de los sofás, dejando el individual para ella. Su calurosa bienvenida a casa.

—Extrañé tus cartas, madre —se sentó—. Las que no recibí después de que casi muero, pero estoy bien, por si aún te lo preguntabas.

—Estábamos sumamente ocupados, hija —su padre le sonrió—. Pero nos llenó de mucha dicha saber que todo salió bien.

—Especialmente tu hazaña con ese monstruo —agregó su madre, con ojos fríos que no igualaban su intento de expresión maternal—. Corriste con mucha suerte.

—Lo sé —respondió. No lo admitiría, pero sentía el corazón en los oídos. Estaban solos los cuatro, era el momento perfecto si querían hacerle daño.

No había tazas de té, papeles o armas sobre la mesita, así que el punto de la reunión parecía únicamente ser conversar. Cada segundo muerto que pasaba le carcomía la paciencia. Joder, ¿se iba a morir o no?

—Queremos hacerte una propuesta —dijo su madre.

Ah, aquí está el truco.

Alesha se recostó del espaldar, de brazos cruzados. Tras su silencio, Viktor continuó.

—Consideramos que no te hemos dado el trato correcto estos últimos años-

—¿Toda mi vida?

Viktor siseo una maldición por la interrupción y Alesha sonrió para sus adentros —Cuando nos enteramos de lo que hiciste con el monstruo que atacó tu academia, nos dimos cuenta de que tal vez no te dimos el crédito que merecías por tanto esfuerzo para con la familia.

—Y queremos involucrarte más —su madre se estiró para halar el brazo de Alesha y tomar una de sus manos, a pesar de la resistencia que opuso su hija—, que trabajes más de cerca con nosotres.

Trabajar más de cerca luego de que destruyera a su preciado experimento solo podía significar una cosa: Querían tenerla vigilada.

En parte había un lado positivo, pues si bien esto significaba que no acabarían con su vida, de alguna forma la veían como una amenaza. ¿Cómo es que de repente la pobre Alesha puede defenderse? Se estarían preguntando.

Porque sus malditos cerebros ignoraban los años que pasó estudiando para compensar lo que no podía darles a nivel físico. Porque su necesidad de encajar la enseñó a aprender de plantas y pociones, y porque su maltrato la hizo acumular tanto rencor que ahora se manifestaba en su propia magia.

La querían más cerca para entender en qué fallaron.

Y ella no debía dejarles ver cómo despertó de su negligencia, ni cómo se había desprendido del ideal de tomar con orgullo el apellido Van Darte.

Así que se inclinó hacia adelante, con su mejor expresión de felicidad, y apretó las manos de su madre.

—¿En serio, mamá?

La mujer asintió, luciendo orgullosa —Por supuesto.

—Lo físico no es tu fuerte, lo entendemos —agregó su padre—. Tenemos grandes planes para ti en el área intelectual, con las pociones, justo como te gusta.

—Y podrías contarnos un poco más de cómo destruiste a esa cosa —agregó su madre—. Nos encantaría escuchar todos los detalles, no todos los días nuestra niña realiza una hazaña.

Estiró sus labios sin sentir que nada llegara a sus ojos. Era un nido de escorpiones.

Podría faltarle entendimiento en porqué su magia reaccionaba sola, pero se aseguraría de comprenderlo, tome el tiempo que tome, para conscientemente usarlo a su beneficio.

Pero todo esto le servía. Sería su hija perfecta, la Alesha que siempre quisieron y que ella siempre soñó con ser.

Les haría creer que tenían el control mientras eso le permita acercarse al centro de lo que realmente planean. No le dirían nada sobre la criatura, eso era claro, pero podía usar esto a su favor de muchas otras formas.

Los roles cambiarían en este tablero de juegos y ahora era Alesha quien tendría el control.

—Les prometo que les haré sentir orgullo —aseguró, con emoción del rostro para afuera. Creada solo para el entretenimiento de esas tres venenosas personas.

Porque les demostraría que ella era mucho mejor.

Y que su veneno era mucho peor.



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Esto es un sueño JAJAJAJAJ oficialmente, realmente, definitivamente TERMINAMOS EL PRIMER LIBRO. ES EN SERIO, NO LO ESTAMOS IMAGINANDO. LOGRAMOS MATERIALIZAR ESTA HISTORIA 😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭

Definitivamente no habría sido posible si no fuera por ustedes. Sus comentarios tras cada capítulo nos movían y daban motivación para seguir dándole cuerpo a esta lluvia de ideas llamada historia.

De verdad, muchísimas gracias. Gracias por tomarse el tiempo de leer, de comentar, de hacer teorías y fanarts. Gracias por tomarle cariño a Zemblania y a sus personajes.

De todo corazón, les queremos mucho.

Esta historia tiene mucho para dar. Hemos planificado tantas cosas que ni se imaginan.

El segundo libro ya está en proceso, no os desesperéis. Viene una pausa corta, pues haremos primero una edición general aquí.

-Vhan&Rhin💛💜

Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora