Capítulo 1: No hables con el zorro

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Capítulo 1

No hables con el zorro

ALESHA

Los asientos de cuero eran suaves, cómodos para el viaje de casi dos horas hacia el gran edificio antiguo que se veía cada vez más cerca. Alesha pasó sus manos por su pantalón, como un reflejo para bajar un poco los nervios que sentía por este nuevo comienzo.

La mayor parte de su vida había estado dentro de España, una gran parte encerrada en una mansión llena de adultos que no le prestaban mucha atención, lecciones que no le gustaban y gritos por parte de cualquiera que la viese. Y Taesung, él siempre estaba ahí. Ahora era enviada a otro país, hacia una academia lejos de su familia, para estudiar algo que le apasionaba.

Era demasiado bueno para ser verdad.

Alesha sabía que detrás de esa decisión no había amor ni cariño por parte de su familia. El estar aquí y no en algún país de Europa, como Francia, era una decisión que le gritaba lo que pensaban de Alesha. Ninguna de esas cosas era algo bueno. Los Van Darte provenían originalmente de tierras nórdicas y solían consolidarse en su mayoría en el continente europeo, variando sus principales locaciones actualmente entre Rusia, Francia y donde residía su núcleo familiar, España. Sin embargo, venir a este lugar en otro continente se volvía una nueva oportunidad para demostrarles que el apellido que tan pesado le caía en sus hombros, sí podía llevarlo, sin importar estar lejos de sus raíces.

El auto se detuvo frente a las puertas de la academia, Alesha bajó y el frío se le metió por dentro de la chaqueta, algunas pequeñas trenzas que caían de su recogido en su cabello violeta le golpearon el rostro con la fuerte brisa, pero se mantuvo frente al edificio, era pequeño a comparación de otras academias mas no dejó de robarle el aliento a la bruja. Su nueva casa de estudio consistía en un castillo antiguo, se notaba el paso del tiempo en él, pero se veía estable y absolutamente hermoso, le dejaba una sensación de que aquellas paredes retenían más historias que su tiempo de estudio le bastaría para investigar.

La Academia Internacional Aeternum se encontraba en Venezuela, específicamente en un estado pequeño y frío llamado Mérida, ideal para la vivienda pacífica de seres lilurianos. Alesha hizo su investigación sobre el lugar desde unos meses antes, para familiarizarse con la zona, ya que nunca había salido del territorio europeo de la dimensión mágica de Lilura.

El edificio se ocultaba en lo profundo de un bosque llamado Bosque Pino, a los lados del Valle de Mérida. Toda la construcción era invisible al ojo humano, al igual que todo en Lilura.

—¡Lesha! —Taesung caminó directo a ella, mientras las grandes puertas color negro se cerraban tras él. Alesha le sonrió y se abrazaron— ¿Qué tal tu viaje?

—Estuvo bien, dormí la mayoría del tiempo —Alesha agradecía que Taesung estuviera con ella. Era nuevo para ambos, acostumbrados a estar encerrados en casa, estudiando, y siendo el miembro menos querido de la familia. Eso era algo que les había unido desde que se conocieron, hacía unos trece años, nadie más podría entender mejor su situación. Alesha nunca estuvo realmente sola gracias a él.

Era cultura entre los magoi educarse en casa, ya que las familias solían trabajar con especialidades: magia del amor, adivinación, magia de las sombras, magia verde y otras ramas; estaban las familias más importantes que se especializaban en cosas más exclusivas, como la familia Kwon, que actualmente era la más poderosa entre los magoi, dominaban la magia del tiempo.

Magoi era otro término común para referirse a la raza de brujos, originario de las épocas de prácticas de hechicería en rituales romanos y griegos. Era el nombre que se utilizaba para el grupo de practicantes de magia en Lilura.

Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora