Capítulo 16
La magia prohibida de Lilura
ALESHA
Caminó hasta una sala de estudio, la misma donde habían realizado el primer viaje. Esta vez, para el segundo. Alesha estaba nerviosa, por no decir otra cosa; si el primero había sido así de traumático, no se podía imaginar cómo se desenvolvería este, que Jaehyeon había considerado que «no estaban listos». Por supuesto que no lo estaban.
Dentro de la sala de estudio estaban las dos caras que ya esperaba ver, se había retrasado un poco por haber tomado la ruta más larga, evitando a Nora, que se ubicaba —convenientemente— en el pasillo por donde ella iba.
—Ya sé que voy tarde —habló antes que Jaehyeon la regañara.
—Ahora que estamos todos —el kumiho la miró con reprimenda y Alesha bajó los ojos antes que el rubor subiera por sus mejillas—, comencemos.
Para este salto, debía usar magia que la hiciera ser percibida como una Kwon. El verdadero reto era que la magia pasara desapercibida por el Jaehyeon del pasado. Les había explicado que las ilusiones eran su especialidad, y con tanto tiempo de práctica, sabía reconocerlas fácilmente. Pociones, hechizos, lo que fuera, había entrenado sus ojos y sentidos a descubrir cuando el hilo de la realidad era manipulado.
Le servía como una forma de defenderse de cualquier ataque, incluyendo Van Darte. Alesha sintió una punzada de culpa que enterró en lo profundo de su mente.
El día de hoy Jaehyeon vestía una falda negra larga con una camisa blanca y un chaleco negro, el color hacía que resaltara aún más el brillo en sus ojos —Encontré la solución. Usaré magia de sangre.
Alesha no tuvo que voltearse hacia Taesung para saber que tenía los ojos abiertos como platos. Ella se quedó en silencio un momento, parpadeando unos segundos mientras procesaba la información en su mente.
—Si esto es por lo de la taza, lo siento —la magoi se sentó junto a Taesung. Ambos parecían dos niños pequeños luego de ver una película de terror. Las expresiones en su rostro eran de horror puro.
—Acepto tus disculpas —Jaehyeon se les acercó —, pero hablo en serio.
Alesha se levantó y negó con la cabeza repetidamente, el pánico debió verse claramente en sus ojos, porque Taesung la tomó de la mano y comenzó a hacer círculos con su pulgar en su palma, lo mismo que ella hacía con él cuando estaban en público y el magoi no se sentía bien.
—Es muy peligroso.
La magia de sangre había sido erradicada de Lilura hace miles de años, cuando sucedió la Primera Guerra Liluriana, fue un enfrentamiento masivo entre las razas más importantes de ese entonces. Todo había girado en torno a la magia de sangre, después de tantas muertes y masacres, se había decidido prohibir y eliminar cualquier registro de ella para limitar su uso. Incluso se asesinaron seres que la siguieron practicando y defendiendo, años después. Era considerada más tabú que la necromancia. Peligroso era poco.
—Es la única manera en la que podría transformarte sin que mi yo del pasado te descubra.
No solo había traicionado a su familia y hecho saltos ilegales sin ser Kwon, ahora sería cómplice de un acto de magia de sangre. Y no llevaba ni un año de conocer a Jaehyeon.
—Si nos descubren —la voz de Taesung tembló—, van a apresarnos en la cárcel de hierro —el agarre en la mano de Alesha se apretó—. Peor, van a exiliarnos de Lilura —la miró y al kumiho con una expresión que le provocó un vuelco en el estómago—. No, van a matarnos, escuché que encontraron unas piedras que absorben tus magia y mueres en minutos por el dolor.
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Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]
FantasyLa vida de Alesha y Taesung les decía que habían nacido para perder, hasta que la llegada de Jaehyeon les muestra que para ganar a veces deben jugar sucio, incluso si eso significa hacerlo desde otras épocas. Los magoi deberán enfrentarse a los nuev...