Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]

Capítulo 28: Fiesta de disfraces

Capítulo 28

Fiesta de disfraces

🔞Alerta🔞

ALESHA

Supuso que ya era un hábito encerrarse todo el día después de un salto y llenarse de pociones para dormir. Era demasiado que procesar y a diferencia de Taesung, ella no se ha preparado por años para estar viajando en el tiempo. Sin contar que los cambios repentinos de clima le traían alergias. Era mejor drogarse en pociones hasta que pudiera ocupar su mente en algo más.

—Esa no es la forma.

—Yo no soy Kwon, Tae —rezongó, dando vueltas en la cama—. Déjame afrontarlo como me sale del culo.

Un cojín aterrizó en su cabeza —Alesha Alexandra, a mí no me respondas así.

Rodó los ojos y dio otra vuelta, abrazándose a un nuevo cojín de BB-8 que Taesung de manera rápida fue a quitarle de las manos.

—Vamos al comedor, son las cinco, es sábado, me salté el almuerzo por ti.

—Te puedes saltar la cena por mí.

—¡Tengo hambre!

Alesha giró hasta salir de la cama y salir con el chico, con un «gracias» por su parte.

El comedor estaba bastante vacío para ser un sábado a las cinco. Varios seres tenían disfraces o algunas máscaras.

—¿Acaso es carnaval? —Taesung frunció el ceño.

—Ya pasó carnaval —Alesha se sentó con un vaso de chicha—. Estamos en mayo.

—Hay fiesta de disfraces en un club —Lyra posicionó su silla de ruedas en un lado libre de la mesa.

—Oh, hola —saludó Taesung. Alesha le abrió los ojos para que no siguiera, pero él la ignoró.

—¿Van a ir? La organiza Harsal, un magoi del amor, creo —ah, perfecto, se unió Kilari—. Es un club nuevo, la idea es que vayan seres sin tener que usar magia del glamour para ocultarse, por eso es de disfraces.

—Pero ya nosotros nos vemos humanos —Taesung sonaba genuinamente preocupado por ese dato.

—Entonces solo disfrázate de algo. Es a las ocho, tienen tiempo —Lyra sonaba emocionada. Alesha solo siguió sorbiendo del pitillo de forma ruidosa, a propósito.

—¿Qué club es? —y Taesung seguía.

—Es un hotel que quebró y una comunidad de jóvenes con dinero lo restauraron para hacer un club, esta es la inauguración.

Esta vez Alesha sí quería intervenir —¿Cómo entró Harsal en esa situación?

—Es muy encantador —admitió Kilari—. Debió serle fácil.

—Pero el toque de queda-

—Portales —Kilari movió sus dedos en un gesto de magia teatral—. Harsal pidió un permiso a la academia, accedieron solo si se usan portales, así que las sirenas abrieron uno en el lago de en frente. Todo es seguro.

—No iremos a una fiesta de disfraces —Alesha arrugó el rostro.

—Ah, cierto —Kilari arrastró una silla y se sentó a horcajadas, apoyando los codos en el espaldar—. No sales a vivir, no debes ni siquiera saber beber.

Alesha usó magia para romper y acomodar con velocidad la pata de la silla en la que estaba la mujer lobo, provocando que trastabillara y ella perdiera el equilibrio —Ups.