Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1 - LGBT]

Capítulo 42: Secretos entre papeles

Capítulo 42

Secretos entre papeles

ALESHA

Alesha siguió a Jaehyeon hasta el invernadero, la mezcla de olores de las plantas le hizo respirar profundo, sintiendo un poco de calma entre la familiaridad del lugar; Markus estaba en su hombro, casi dormido. El invernadero usualmente estaba repleto de gente, mas hoy había sido clausurado y los únicos seres aparte de Jaehyeon y Alesha, eran Tamanaco y una sirena. Taesung la había despedido temprano, negándose a salir de las cuatro paredes de su cuarto.

Estaba preocupada de dejarlo en estos momentos, vulnerable. Por lo que le pidió a Lyra que se encargara de él este fin de semana. Le escribió y envió una lista con detalles de qué hacer para distraer a Taesung, junto con películas y comida que le gustaban. No mencionó a Jaehyeon en ningún momento, y Lyra tampoco preguntó.

Tamanaco los saludó y le pidió a la sirena que comenzara, el invernadero tenía un pequeño lago en una de sus esquinas, el cual servía para el crecimiento de ciertas plantas marinas y algunas algas. La sirena entonó una única nota con su voz, enviando ondas visibles en el aire hasta sacudir la superficie del agua, generando una vibración que desplegó una gran burbuja, la cual poco a poco fue creciendo hasta convertirse en una circunferencia más alta que Tamanaco, que debía medir unos dos metros. Alesha debía regresar a su casa para buscar información sobre los siguientes saltos que deberían hacer, y esta vez conseguir los detalles completos. El problema era la criatura que quería matarles, y sospechosamente había desaparecido.

Eso, en vez de tener a Jaehyeon relajado, lo traía con los nervios de punta. Por esa razón debía viajar por un portal controlado que la enviara directamente a su casa, y por protocolo, Tamanaco y la sirena se vieron involucrados. No tenía idea qué excusa les habría dicho Jaehyeon para crearlo, más confiaba en el aparente poder que tenía en la academia.

—Sabes lo que tienes que hacer.

La magoi rodó los ojos, le había repetido varias veces que regresara con los detalles completos —Sí, ya lo sé.

Jaehyeon llevaba una expresión llena de conflicto, parecía querer buscar algo en Alesha que ella no entendía —Ten cuidado.

—Casi creo que te preocupas por mí —lo dijo con un tono plano, pero se le escapó una risa porque tal vez sí lo creía.

La puerta del invernadero se abrió, y Nora entró, cerrándola con suavidad. Jaehyeon no respondió y se volteó a la vampiresa.

—Señorita Amariei, no puede estar aquí.

—Está bien, Tamanaco —intervino el kumiho.

Jaehyeon le rodeó la cintura con un brazo a Nora —Tengo que hablar contigo —a pesar de que le habló en voz baja, llegó a los oídos de Alesha.

—Ya vamos a terminar aquí, mi luna.

Alesha quedó viéndolos, sintiéndose un poco en el medio. Pero los ojos de Nora brillaron al verla.

—¿Por qué te vas?

—Para buscar información de las redadas —mintió.

Nora asintió —Por cierto —la vampiresa sacó del bolsillo de su pantalón una bolsa de tela que dejó en las palmas de Alesha, pesaba un poco—, la poción sirvió de maravilla, Mizhar acabó al topo. Reforzamos la seguridad y ahora tenemos mejor preparación —Nora le regaló una sonrisa de lado—. Nos has ayudado mucho con todo lo que estás haciendo.