Capitulo 11

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Aemond salía de la biblioteca de dragonstone, estaba mayormente surtida de lo que está la biblioteca en Red Keep.

—Su alteza — le llamó una de las criadas de Lucy — El Maestre Gerardys ha ido a la habitación de la princesa Luceanerys. La reina está con ella.

Aemond dejó atrás a la criada, y llevando su pequeña pila de libros corrió hacia las habitaciones de Lucy. Al llegar la vio sentada mirando sus manos y el Maestre susurrarle cosas a Rhaenyra que cargaba a Viserys.

Los tres lo miraron cuando regresó al cuarto.

—¿Lucy está enferma? — preguntó Aemond acercándose a su esposa, ella negó con la cabeza. — ¿Qué sucede?

—Luceanerys está embarazada— contestó Rhaenyra.

Lucy rápidamente lo tomó de la mano mirándolo con temor, apretando un poco. Aemond se arrodilló y le beso en los labios sonriendo mientras colocaba una de sus manos sobre el vientre de Lucy.

—Mi amor. Que feliz me pones — dijo Aemond mirando a Lucy. La vio poner una leve sonrisa en su labios — Estamos iniciando nuestra pequeña familia.

—Muchas felicidades, hermano — comentó Rhaenyra — Que los dioses colmen de salud y felicidad esta nueva vida.

—Gracias hermana — agradeció Aemond.

—Gracias madre— Lucy asintió con la cabeza.

—Los dejaremos a solas — indicó ella. —Maestre Gerardys.

Y asi ambos se fueron dejándolos solos. Aemond se sentó en la cama, quitándose el parche en un movimiento la sentó en su regazo y la empezó a besar delicada, aun manteniendo su mano en su vientre.

—¿Cómo lo averiguaste? — le preguntó Aemond —No has mostrado síntomas. Helaena supo que estaba embarazada cuando empezó con vómitos en la mañana.

—Rhaena mencionó algo que me hizo notar que tenía un retraso de una semana con mi sangrado — explicó Lucy apoyando su cabeza en el hombro de él. Aemond aspiró su aroma, bayas y miel — El maestre cree que concebí en esos días en la cabaña en la Bahía de los Naufragios.

—Un bebé concebido en medio de una tormenta.

Lucy asintió con la cabeza.

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Daemon miró a Rhaenyra, él sostenía a Visenya lo que impedía hacer una imprudencia.

—¿Embarazada? — repitió incrédulo.

—Gerardys dice que el bebé fue concebido cuando ella se presentó como omega— contestó Rhaenyra — Y el hecho que nos dijo nuestro pajarito que le han negado el Té de la Luna. Era cuestión de tiempo para que Luceanerys quedará embarazada.

—Esos hijos de putas — escupió Daemon —Ven a nuestra hija como una yegua de cría. No los escuchaste, pero ese maldito tuerto se estaba follando a nuestra hija en este hogar.

—Daemon. No quiero la imagen mental de mi inocente hija en este plano.

—Los escuche. Ahora tengo esos sonidos en mi mente.

—¿Es tarde para darle Té de Luna para que aborte?

—Aemond sabe la noticia. Además, el Maestre dice que sería inútil o la desangraría.

Daemon chasqueó la lengua.

—He pedido que organicen una cena — dijo Rhaenyra sentándose y desabrochando los botones delanteros de su vestido cuando Visenya empezó a llorar. —Daremos la noticia y fingiremos que estamos contentos.

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