Cuando nos miramos

Capítulo 16: Confusiones

Narra Aries.

-          No entiendo que pasó, desde ayer no me contesta mis mensajes – Le comento a Ariel.

Llevo toda la mañana pensando en el raro actuar de Amara y ahora que  nos encontramos en el primer receso de la mañana, busco la opinión de mi amiga.

-          ¿Y si malinterpretó la situación? – Cuestiona ella.

-          ¿Tal vez? – Dije inseguro.

-          Aries, tienes 2 soluciones – Indica con sus dedos – Uno, te olvidas de ella y dejas que el tiempo pase.

-          IMPOSIBLE – Dije gritando, llamando la atención de la gente a mi alrededor.

-          Dos – Me apunta - COJES TUS PUTAS PELOTAS Y LAS LLEVAS A LA SEDE DE MEDICINA PARA ENFRENTAR LA SITUACIÓN.

-          Tienes razón – Dije y me levanté de la mesa con seguridad, para ir corriendo a la sede de medicina.

La sede, se encuentra en el departamento de áreas de la salud, después de cruzar todo el campus, ya que, literalmente esta al otro extremo de la universidad, logré llegar a la sala de último año de medicina y entré, rogando que quedara alguien en la sala, a pesar de estar en horario de receso.

-          Hola – Dije a dos chicos que se encontraban conversando en la sala - ¿Esta Amara?

-          No – Dice uno de ellos.

-          ¿Saben donde podría estar? – Pregunto exaltado.

-          No, disculpa – Me responde el otro chico.

-          MIRA, Ahí está Rosita – Apunta a mis espaldas el primero – Es una de las amigas de Póker Queen.

-          ¿Tiene amigas? – Susurra en burla el otro.

-          Cállate – Lo silencia, su amigo al ver mi cara de pocos amigos.

-          Gracias – Digo a pesar de mi desagrado, ante su comentario innecesario.

Saliendo de la sala, me dirigí a una chica, delgada, medianamente alta, de cabello largo rubio, cogido en una cola de caballo y con un vestido rosa pastel. A primera vista, no pareciera que encajara con la personalidad de Amara, es muy llamativa y extrovertida; Aunque ¿Quién soy yo para juzgar?

La chica al verme, pareció reconocerme a la perfección e incluso, me llamó por mi nombre, antes de dejarme hablar.

-          ARIES - Corrió y me dio un efusivo abrazo, como saludo.

-          ¿Me conoces? – Digo extrañado.

-          OBVIAMENTE – Dice, respondiéndome como si mi pregunta no tuviera sentido – Tú relación con mi amiga, no es algo para menos – Me guiña un ojo – Soy Rosita.

-          Hola, rosita – Sonrío avergonzado, al pensar que no sabe sobre mi situación actual con Amara - ¿Sabes dónde está Amara?

-          Esta en el laboratorio de Anatomía, siempre está ahí – Dice.

-          ¿Dónde se ubica? – Pregunto, desesperado.

-          Al lateral del departamento B, pasado la sala de profesores – Explica – Pero ahora está en una aut..

-          Gracias – Sin dejarla terminar, la interrumpí y corrí al laboratorio.

El laboratorio de Anatomía, estaba apartado y me tomó casi 10 minutos llegar, cuando estaba fuera de la puerta me sentí inseguro de lo qué debía hacer o decir.