Narra Aries
Veo como sus piernas se desvanecen, sus emociones se están descontrolando. Nunca había sentido algo así, realmente la había sorprendido y cuando toqué su espalda con el frío metal, finalmente se derrumbó y sin esperarlo, se encontraba de rodillas en el piso, frente a mí.
- Boing – Digo la onomatopeya del sonido que haría el cuchillo de mantequilla, mientras finjo que rebotó en la polera de ella, realmente quiero impresionarla y, era la única idea rápida que se me ocurrió.
Ahora con ella a mis pies, pienso que probablemente fue un plan de mierda.
¿Asustar a una mujer desconocida? Wow que excelente plan de conquistarla.
Joder, solo la quería impresionar.
Agradece si no llama a la policía.
- Sé que debí sorprendente, no soy un asesino ni nada por el estilo, simplemente soy un estudiante de actuación... – Estoy por continuar de contextualizar la situación, cuando noto que pequeñas lagrimas caen de su mejilla. No puedo creerlo, la asuste demasiado. Lo acabo de arruinar todo ¿Ahora que hago? – Perdón, soy un estúpido. No quería asustarte así, por favor no llores.
Estaba por ayudarla a levantarse, cuando noté que me equivoqué rotundamente, no está llorando de miedo ¿se está riendo ...? ¡¿Son lágrimas de risa?!
Narra Amara
- JAJAJAJAAJJA – En serio no puedo parar de reír, estoy segura que no me río así desde que era pequeña y mis padres me disfrazaron de atún cuando era el día del océano para ir al colegio, la cara de las maestras fue impresionante, pagaría por tener grabada su reacción. - ¿En serio creías que me iba a asustar con un cuchillo de mantequilla? – Le dije mientras me levantaba del suelo, quitando las lágrimas sobrantes con mi pulgar y limpiaba mis rodillas, me duele el estómago de tanto reír.
- Debo confesar que sí – Me afirmó– En estos momentos estoy reconsiderando salirme de la universidad y sinceramente no sé si sentir alivio de no haberte asustado o preocuparme porque realmente no lo creíste por ningún momento.
- Perdón es que no me asusto fácil y realmente me sorprendiste, no me lo esperaba para nada. Si esta es tu forma de coquetear, es bastante ... ¿Autentica? – Intento explicar.
- ¿Autentica? -Suspira exasperadamente – Podemos olvidar esto, aceptamos que no sé coquetear y agradecemos que por lo menos te divertí.
Sonrío por su exasperación y le doy unas palmaditas en el hombro para darle algo de ánimo, ante esta extraña situación.
- Por casualidad ¿Te bajaste por mí o esta es tu parada? - Le pregunté poniendo fin a su broma y retomando el tema anterior.
- Tiene el ego bien grande señorita anatomía, esta es mi parada, vivo a dos calles por si deseas visitarme algún día. – Dice, antes de regalarme un guiño.
- Lamento no poder cumplir sus sueños, pero no tengo un interés actual en visitar su humilde morada- Le respondí a su insinuación, para agacharme a recoger mi libro que cayó al suelo hace unos minutos. Pero él es más rápido y alcanza a cogerlo antes que yo pose mis manos en aquella portada roja.
- ACTUALMENTE, tú misma lo dijiste. Nadie sabe que depara el futuro – Dice mientras levanta el brazo, para alzar el libro fuera de mi alcance.
- Devuélveme el libro. – Le exigí.
Me molesta mucho que la gente toque mis cosas y mucho más que se aproveche de mi 1.59cm de altura. No disfruto ser baja, no me avergüenzo ni mucho menos, Pero es estresante no poder alcanzar las cosas de forma simple, incontable son las veces que me he caído de alguna silla por intentar conseguir algo.
- No – Me dice con su mirada fija en mis ojos, esos ojos verdes realmente me atraen de una forma tan atrevida, que me es imposible desviar la mirada.
Es en el momento que él decidió negarse, es cuando voluntariamente decido ingresar en su juego. Su interés es claro en mí y yo no me quedo atrás, así que, sin ningún pudor, decidí romper nuestra distancia hasta llegar a sentir nuestros alientos. Este gesto no le sorprendió, he incluso una clara sonrisa se comenzó a asomar en su rostro. Se inclinó hacia mí y su respiración que antes estaba en la coronilla de mi cabeza, ahora esta a la altura de mi nariz, aumentando la tensión sexual de una manera que podría ser un acto inmoral en vía pública.
Narra Aries
Nuestros rostros estaban tan cerca y su mirada era tan segura. Realmente era una mujer intimidante y atractiva. Estaba vestida con una polera roja con los costados abiertos, que dejaban a la vista un bello brallette burdeo, un short calipso y unos zapatos negros de plataforma. En realidad, tomé el libro por impulso y con un plan simple. Tengo que arriesgarme, sería un tonto si pierdo la oportunidad de seguir conociéndonos, esta corriente que me eriza la piel cuando nos miramos, no se encuentra con cualquier persona y estoy segura que ella también lo sabe. ¿Puedo definir esto como amor a primera vista?
- El libro a cambio de tu número. – Esta es mi única apuesta y me arriesgo a cualquier respuesta, tampoco puedo acosarla y si se niega, esto acaba.
- Enseguida. – Me dice para luego sacar un trozo de papel de su bolso y un lápiz, donde escribe su número, demorando más de lo que debería, luego lo dobla y extiende la mano para entregármelo.
Como consecuencia le devuelvo su libro, con una cara dudosa. Tengo una extraña sensación ¿Tal vez un mal augurio?
– Si no tienes otra petición, me despido. Ya está oscureciendo. - Dice ella.
- Demasiado fácil – Digo en susurro casi inaudible, mientras conservo en mi mano el añorado papel.
- Adiós, llámame. – Me mueve la mano en signo de despedida y me regala un guiño junto una sonrisa inocente.
Después de decir aquello, cruza la calle y toma un bus en dirección opuesta. Sospechoso, realmente sospechoso, fue demasiado sencillo. No fue hasta que abrí el papel que pude notar la trampa. Esta chica es mi perdición.
"5 3 6 0 9 8 8 9". Estos son todos los números de mi teléfono, pero no es el orden correcto. Eres mi tipo, si consigues hablarme te debo una cita. Good luck"
Después de leer esto, lo confirmo, es amor a primera vista, ella es totalmente mi tipo y si cree que me voy a rendir, está muy equivocada.
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Cuando nos miramos
RomanceCuando sus miradas se cruzaron por primera vez, fue suficiente para prender la chispa que les dará la oportunidad de mostrarse como son. Amara es inteligente, aguda y directa. Aries es un chico amable, divertido y soñador. Ella aprenderá que no to...