Cuando nos miramos

Capítulo 24: Jodido destino

Narra Amara

Nos dirijamos en el auto hacia el lugar en el cual acordamos con mi hermano, logramos ser puntuales gracias a las tres alarmas con una diferencia de cinco minutos entre ellas, que nos sacó de la cama, pero aun así fueron unas horas provechosas y emocionantes. El transcurso es corto y la música acompaña nuestro agradable silencio.

Aries conduce con una mano en el manubrio y la otra la acaricia mis muslo de forma despreocupada, yo solamente lo observo, todo el camino de forma descarada, analizo sus largas pestañas, sus delicados labios, su mentón y gonion marcado que le da un perfil masculino sin llegar a ser grotesco, su cuello largo y una delicioso cartílago criodes (manzana de adan), sus brazos firmes y la continuación de su cuerpo, que la ropa no me permite admirar, pero he sentido rodeando mi cuerpo tantas veces.

-        ¿Ves algo que te gusta? – Pregunta apretando mi muslo y mirándome de reojo.

-        Sí, pero falta algo que me encanta – Entonces en ese momento el auto se estaciona, el motor se apaga y aries se voltea mirarme fijamente – Ahí está – Digo, cuando me mira.

-        ¿Ahí está qué? – Sonríe, mirándome con esos ojos verdes que me llenan de emociones, que me cazan con magnetismo, como si fuera un animal salvaje que se vuelve manso dentro del bosque.

-        Tú – Agarro sus mejillas acunándolas en ambas manos, mirándolo fijamente – Tus ojos que me miran con amor, a los cuales les puedo corresponder de la misma forma.

-        Cuando nos miramos – Posa sus manos sobre las mías – Por primera vez, descubrí que mis ojos con los tuyos son polos opuestos que se atraen.

Estábamos perdidos en nuestro universo, simplemente observándonos, disfrutando de nuestra conexión, cuando una voz nos sacó de nuestro romántico momento.

-        Ariel ¿Por qué me rechazas? – Escucho la voz de mi hermano.

Veo a Nico en la calle, sentado en una banca con la amiga de Aries, parecen bastantes intensos, pero están en un lugar que no llama la atención de nadie y justo quedó en nuestro punto de visión, porque al parecer mi novio también quería un lugar privado.

-        No entiendo – Dice Nico sentado en la banca junto a Ariel; Ambos están observándose sentados de forma diagonal, mientras se sujetan de las manos – Me gustas, te quiero y yo sé que sientes lo mismo por mí.

¿Por qué Nico siempre es tan simple? Somos totalmente opuestos

Por eso se complementan como hermanos.

-        Nico, no todo es tan simple como parece – Dice con una cara triste Ariel, e intenta zafarse de las manos de mi hermano, pero este no la deja.

-        ¿Qué es tan complicado? – Nicolas suelta una mano, con la cual sujeta delicadamente el mentón de la chica, elevándolo para que lo mire y se sincere con él – Me gustas mucho, llevamos un año conociéndonos y no sé qué es lo que te limita peo quiero solucionarlo.

-        ERES HETEROSEXUAL – Le dice Ariel, con la voz destrozada – Ese es el problema.

-        No entiendo – Dice mi hermano, mientras suelta su mano, para acunar su rostro con ambas manos, donde sus pulgares pueden limpiar las lágrimas que caen por los ojos brillantes de la chica frente a él – Explícamelo, quiero entenderte, quiero que me dejes amarte.

-        Soy transgénero y sé que eso puede cambiar muchas cosas, incluyendo tú atracción por mí – Dice Ariel, desviando la mirada con un movimiento brusco, para alejar su rostro de las manos de mi hermano.